Cómo practicar yoga sin ir a clase
Aprender yoga solo en casa. Yoga para principiantes
Ir a yoga supone una gran oportunidad para aprender del maestro y imbuirte de la filosofía de esta práctica milenaria. Sin embargo, no todo el mundo dispone de dinero, tiempo y un lugar de confianza donde ir. Si estás en ese caso, no abandones, practicar yoga sin ir a clase y mantener la actividad de una forma constante, es posible.
Quiero practicar yoga pero no puedo ir a clase
Ir a una clase de yoga requiere unas necesidades que no todo el mundo dispone: dinero, tiempo y lugar. Si estás harto de escuchar a tus conocidos cómo su vida ha cambiado desde que practican yoga y no encuentras la forma de practicarlo, te proponemos una serie de consejos para que obtengas todos los beneficios del yoga sin moverte de casa.
Toma nota de estos consejos para comenzar a practicar yoga en casa:
Establece una rutina: encuentra al menos 20 minutos al día para practicar yoga. Un tiempo en el que puedas estar tranquilo y relajado y dedicarlo solo a ti.
No es necesario que comiences a realizar posturas complicadas o te retuerzas para lograr colocarte en esa posición que has visto en un vídeo el primer día. Los Yoga-sutras, un texto con 2000 años de antigüedad recopila las enseñanzas del yoga y estos no se centran en la práctica física. Los sutras explican que el objetivo del yoga es estabilizar la mente para vivir una vida saludable y feliz. Por lo tanto, tu primera tarea ha de ser lograr calmar la mente y relajar el cuerpo. Para ello, practica el poder del pensamiento positivo, las buenas intenciones y el control de la negatividad. Trabaja la meditación para alcanzar un estado de paz.
Aprende a respirar: piensa en cómo cambia la respiración en distintos estados emocionales, ya sea que estés feliz, relajado, cansado o estresado. Cuando la respiración es fácil y constante, crea un estado de bienestar y tranquilidad. Solo has de inhalar aire y exhalarlo lentamente. Cuando lo hacemos, el nervio vago (un nervio sinuoso que se extiende desde el cuello a través del diafragma) le dice al sistema nervioso que se relaje. La frecuencia cardíaca disminuye, la presión arterial baja, los vasos sanguíneos se relajan y todo nuestro cuerpo se calma físicamente.
Hazlo sencillo: cuando vas a clase no tienes que pensar demasiado, solo seguir las instrucciones del maestro. Intenta llevar esta filosofía a casa y no te compliques. Crea una secuencia diaria sencilla para principiantes y sigue los pasos. Un ejemplo de esta secuencia de asanas puede ser:
- Saludo al sol
- Poses de pie: el guerrero, el árbol y la montaña.
- Asanas de suelo: pose del niño, media cobra, perro mirando hacia abajo y marichi
A medida que vayas ganando experiencia, comenzarás a sentirte más cómodo y podrás saltarte esta rutina, tal vez enfocándose en un grupo diferente de posturas cada día de la semana, para llegar a la práctica completa a lo largo del tiempo. Puedes encontrar cientos de vídeos tutoriales e incluso aplicaciones de móvil que te permitirán realizar todas las posturas correctamente.
Haz que sea divertido: el objetivo final del yoga es pratyahara (retiro de la mente de los sentidos). Ayúdate a ti mismo a lograrlo durante esos 20 minutos creando una atmósfera placentera con velas, música y algún aroma. Es posible que este momento se convierta en parte indispensable de tu día a día.
Por supuesto, para mayor seguridad y mejores resultados en la práctica del yoga, es útil tener un conocimiento básico de las posturas que estará practicando, que puedes obtener a través de vídeo tutoriales, pero, cualquiera puede crear su propia clase de yoga en casa y alcanza los innumerables beneficios de una práctica diaria de yoga.