Cómo superar una primera mala impresión y revertir la opinión que has causado
6 consejos para cambiar esa primera impresión negativa que has causado en otros
A todos nos gusta causar una buena impresión en los demás, sin embargo, ya sea por timidez, una broma inoportuna o por alguna metedura de pata, podemos causar una mala impresión inicial. Es posible que incluso hayas sido consciente en ese mismo momento que, la otra persona, no está pensando precisamente bien de ti. ¿Necesitar saber cómo revertir esas situaciones? Conoce cómo superar una primera mala impresión.
¿Has causado una primera mala impresión?
No debes infravalorar el hecho de haber causado una primera impresión negativa sobre alguien, quizás influya en vuestra relación futura. Seguro que tú mismo recuerdas con horror a esas personas que, nada más conocerlas, metieron la pata o dijeron algo inoportuno. Son imágenes que quedan presentes, incluso mucho tiempo después.
Algunas malas impresiones son justificadas y otras son fruto de un mal momento. Sea como fuere, pueden conducir a tener menos oportunidades laborales, a que los demás te eviten, a crear una opinión desfavorable en tu vecindario o a impedir que una relación progrese hacia delante.
Si ya te ha ocurrido en alguna ocasión y crees que no eres bueno en esos primeros momentos en los que conoces a alguien, es hora de que sepas lo que debes hacer y lo que debes evitar para no causar una primera mala impresión.
Consejos para superar una primera mala impresión
Un buen día te presentan a alguien, que además tiene un buen puesto en una empresa y podría considerar tu Curriculum Vitae y, durante la conversación, haces el comentario más absurdo, inapropiado y fuera de tono del mundo, ¿qué hacer en ese momento?, ¿debes reconocer el error y disculparte?, ¿es mejor obviarlo y seguir adelante intentando superar ese comentario?, ¿lo compensas más tarde con una nota de disculpa? Encuentra en estos consejos para afrontar una primera mala impresión la respuesta:
1. ¿Es necesario hacer algo en todas las situaciones?
Antes de agobiarte pensando en cómo solucionar esa metedura de pata, es importante que te preguntes si es necesario hacer algo. Si ante quien causaste una mala impresión, porque tuviste un tropiezo, es alguien a quien acabas de conocer en una fiesta o en la calle y no vas a tener más contacto con esa persona, no vale la pena perder tiempo en intentar crear una impresión perfecta. No podemos caer bien a todo el mundo, ni podemos gastar todas nuestras energías en parecer perfectos ante los demás. Por lo tanto, si no es importante para ti, deja ir ese momento y no pienses más en él. Todos podemos tener un mal día.
2. Reacciona de forma rápida y discúlpate
Si la persona que acabas de conocer sí es importante para ti, va a estar en tu grupo de amigos, compañeros del trabajo o puede ser un futuro empleador, es momento de reaccionar y hacer algo de inmediato.
En fracciones de segundo, decidimos si alguien nos gusta o no, por lo tanto, debemos aprovechar esa primera impresión para dar la mejor cara de nosotros mismos. Y, si hemos cometido algún error en el intento, tu reacción ha de ser rápida. Discúlpate de inmediato si has hecho una broma inoportuna o has dicho algo fuera de tono, y hazlo con sinceridad. Da una razón que suponga una excusa a tu comentario o actitud, como no haber dormido mucho o llevar muchas horas trabajando y tu mente está “espesa”.
Muéstrate amable y cordial con la persona y transmite humildad, sobre todo, si solo vas a tener una oportunidad de enmendar el error. Es preferible que lo hagas cara a cara pero, si es a posteriori que te das cuenta que has estado haciendo comentarios que han molestado a los demás, envía una nota o un mensaje explicando el por qué de tu tropiezo y solicitando una nueva oportunidad.
3. Admite el error pero no te flageles por ello
El ser humano se equivoca, esto es un axioma. Por lo tanto, es algo que nos ocurre a todos, por ello, si pides disculpas, las personas suelen ser comprensivas. Sin embargo, no hace falta ponerse de rodillas, flagelarse o pedir cien veces excusas. Darle demasiadas vueltas al error o detenerse en él constantemente, puede generar una situación más incómoda todavía.
4. Muestra tu lado positivo
Es un hecho que, en esa mala impresión que causaste, alguien se llevó una idea negativa, ahora es momento de mostrar tu lado bueno. En esa segunda oportunidad que tienes, deja aparcada la arrogancia, la soberbia, la prepotencia o ese humor negro que molesta a los demás, y enseña rasgos de tu personalidad más amables y atractivos. Se trata de revertir la situación y mostrar a la otra persona alguna de tus mejores cualidades.
5. Mantén esa actitud positiva en el tiempo
Si has logrado cambiar la opinión que alguien se formó de ti nada más conocerte, intenta que eso no cambie. ¿Ya has mostrado tu lado bueno? Sigue enseñándolo, muestra consistencia a lo largo del tiempo respecto a tu lado positivo. Hay quien, pese a todo, no logra dar una primera buena impresión, ya sea por timidez o por nervios y, sin embargo, es capaz de hacer perfectas relaciones con compañeros, jefes o de pareja con el tiempo porque, sus mejores cualidades y su autenticidad afloran una vez superado ese primer momento.
6. No te juzgues duramente
Una primera impresión no tiene por qué ser una última impresión. En ocasiones nos presionamos tanto para agradar o gustar a los demás que, ese excesivo empeño hace que no parezcamos sinceros ante los demás. De hecho, es posible que realicemos una autocrítica feroz de nosotros mismos, si hemos fallado en ese momento.
Esto, en ocasiones, no nos deja pasar a la segunda fase, que es enmendar el error. No te quedes parado pensando en lo mal que lo has hecho, deja de castigarte, reponte, piensa que le puede pasar a cualquiera. Quizás la otra persona olvidó ese error que cometiste a los cinco minutos. Sigue adelante y utiliza tus energías en causar una mejor impresión a largo plazo.