Cuál es la diferencia entre jurar y prometer

¿Es lo mismo jurar que prometer un cargo público?

Alba Caraballo - 2019-04-22 12:39:00 - Educación

Puede parecer que jurar y prometer son sinónimos y, sin embargo, aunque expresan una misma idea, tienen fundamentos diferentes.

Es por ello que, cuando ves a los ministros de un nuevo gobierno, a alcaldes, concejales o cualquier otro puesto público haciéndose cargo de su puesto, verás que pueden jurar o prometer indistintamente, pero cada uno es consciente de la fórmula que utilizan. ¿Entiendes la distinción? Conoce cuál es la diferencia entre jurar y prometer para usarla correctamente.

Jurar y Prometer: qué dice la Rae

Jurar y prometer, ¿cuál es la diferencia?

Según la el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:

Prometer: obligarse a hacer, decir o dar algo. Asegurar la certeza de lo que se dice.

Por ejemplo: Prometo recoger la cocina, prometo decir la verdad, prometo no olvidar tu cumpleaños, prometo que lo que te conté es cierto.

Jurar: afirmar o negar algo, poniendo por testigo a Dios, o en sí mismo o en sus criaturas. Someterse solemnemente y con igual juramento, a los preceptos constitucionales de un país, estatutos de las órdenes religiosas, deberes con determinados cargos, etc.

Por ejemplo: Juro por el cargo que ostento que haré todo lo que esté en mi mano por derogar esa ley injusta. Juro ante Dios que te querré toda la vida. 

Diferencia entre jurar y prometer

En definitiva, cuando alguien jura, está poniendo a un testigo de por medio para asegurar que cumplirá con su obligación. Generalmente, ese testigo es divino, aunque también puede ser institucional o humano. El juramento, en la mayor parte de los casos, tiene una connotación religiosa.

Por otro lado, cuando alguien promete no pone a nadie como testigo. Asegura personalmente, poniendo tan solo su palabra de por medio, que ha adquirido un compromiso con algo o alguien. Una promesa no tiene connotaciones religiosas.

Sin embargo, ambos tienen el mismo efecto e implican lo mismo, ya sea que jures o prometas ante alguien o que un cargo público esté asumiendo una responsabilidad.

¿En qué casos se utiliza jurar y en cuáles prometer?

A nivel particular, puedes usar la fórmula que mejor se adapte con tus creencias y forma de pensar, en definitiva, es tan solo una cuestión personal.

Sin embargo, es posible que te preguntes qué se debe usar en un juicio o qué deben usar los políticos y cargos cuando juran su cargo.

1. En un juicio te informarán sobre la necesidad y obligación de decir la verdad. Un hecho más importante de lo que crees, y es que mentir en un juicio tiene pena de prisión.  Pues bien, si dudas qué fórmula usar, has de saber que en la práctica no hay diferencias. Tanto si juras, como si prometes, tiene el mismo valor. Históricamente en los juicios se juraba ya que era la fórmula relacionada con decir la verdad ante Dios. Sin embargo, hoy en día ambas expresiones son aceptadas e igual de válidas ante un juez.

2. En la imposición de un cargo público, la fórmula histórica tradicional ha sido la del juramento, sin embargo, actualmente, cada cargo público, independientemente del partido al que pertenece, utiliza la fórmula que considera oportuna. Y es que, no se puede imponer a quien sea ateo la utilización del juramento.

En otros países democráticos, la fórmula más usada aun hoy en día es la del juramento. Estados Unidos utiliza la fórmula “swear” en lugar de “promise”. Es decir, juran cargos públicos.

En otros muchos países como México, Venezuela, Bélgica, Israel o Suiza también se opta por la fórmula del juramento

Historia del juramento: derecho romano

La fórmula más usada históricamente ha sido la del juramento, una fórmula que nos llega desde la Antigua Roma, donde los senadores juraban la renuncia a recibir regalos o prebendas. Había distintos tipos de juramentos, algunos hombres juraban por Hércules, las mujeres por su cabellera o por Cástor y los militares juraban sobre su espalda. Todas las personas podían jurar menos los infieles a los que se consideraba perjuros y los sacerdotes supremos y los hombres más honestos porque sus palabras se consideraban verdad.

En España la fórmula del juramento solemne se mantuvo durante siglos hasta la proclamación de la II República en cuya constitución (1931)  se citaba “El presidente de la República prometerá ante las Cortes, solemnemente reunidas, fidelidad a la República y a la Constitución”.

En 2014 la Casa Real Española cambió el protocolo y permitió que los miembros de las instituciones públicas juraran o prometieran su cargo sin una Biblia o un crucifijo delante, que era la fórmula empleada hasta el momento.