Cuáles son los síntomas de la pérdida de memoria
Diferencia entre la pérdida de memoria asociada a la edad y aquella relativa a una enfermedad
La disminución de la memoria forma parte del proceso natural de envejecimiento de las personas. Y es que, a medida que vamos cumpliendo años, no solo nuestro cuerpo, sino también nuestro cerebro se muestra menos flexible.
A edades maduras resulta más difícil aprender, resolver problemas en áreas nuevas o adaptarse a nuevos procesos mentales. Es normal que, a partir de cierta edad, te encuentres ante situaciones cotidianas en las que aparecen lapsus mentales: ¿dónde he puesto las llaves?, ¿cómo se llamaba aquello...?, ¿a quién tenía que llamar hoy?
Ver también: Qué es un lapsus mental
Estos olvidos pueden generar incertidumbre y temor entre quienes los sufren, sin embargo, a cualquier edad se pueden dar determinados fallos de memoria, bien sea por estar gestionando muchas tareas o no prestar mucha atención. Si realmente quieres saber cuáles son los síntomas de la pérdida de memoria asociada a la edad o a ciertas enfermedades, sigue leyendo.
¿Lapsus de memoria o pérdida de memoria?
Si bien cualquier persona, a cualquier edad, puede olvidar dónde puso las llaves del coche, las personas con enfermedades como la demencia o el Alzheimer, ni siquiera recuerdan para qué sirve ese pequeño objeto de metal. Por lo tanto, existe una importante diferencia entre el olvido temporal de algo, y la pérdida de memoria relacionado con alguna enfermedad.
Un lapsus de memoria no es otra cosa que la incapacidad momentánea de recordar algo, ya sea un nombre, un lugar, tu número de teléfono, el día de una cita médica... Se trata de unos momentos en los que parecen no llegar los recuerdos pero, generalmente, vuelven y la persona es capaz de recordar aquello que parecía borrado de tu memoria.
Por el contrario, cuando la memoria falla de forma constante y evidente, los problemas suceden con más frecuencia e intensidad. Para los afectados, es difícil realizar las mismas actividades cotidianas que realizaban y, con el tiempo, puede resultar imposible tener una autonomía vital.
La orientación espacial y temporal, así como la percepción de las situaciones, las debilidades en el lenguaje, la escritura o el juicio, pueden verse seriamente deteriorados.
Es por ello que, si sientes alguna pérdida de memoria de forma frecuente, sientas preocupación por si puede ser un signo de enfermedad de Alzheimer, una forma progresiva de pérdida las células del cerebro que conducen a la pérdida de memoria. Sin embargo, la buena noticia es que, es poco probable que las personas que son conscientes de su pérdida de memoria tengan algún tipo de demencia o sufran Alzheimer.
Síntomas de la pérdida de memoria que son preocupantes
Algunos síntomas que pueden ser motivo de preocupación en personas con pérdida de memoria y que pueden conducir a la consulta con un médico para recibir un diagnóstico son:
- Dificultad para realizar las tareas diarias normales.
- Contar siempre las mismas historias y preguntar siempre lo mismo.
- Dificultad para mantener el estado de alerta.
- Estado de confusión.
- Facilidad para desorientarse en lugares conocidos.
- Problemas para reconocer el año en el que se está.
- Dificultad para recordar eventos pasados.
- Fluctuaciones en la conciencia.
- Síntomas de delirio.
- Dificultad para usar o comprender el lenguaje.
Qué provoca la pérdida de memoria
Los recuerdos se pueden almacenar en la memoria a corto o largo plazo, dependiendo de cuáles sean y cuán importantes sean y ambos se almacenan en distintas áreas del cerebro. En la memoria a corto plazo hay una pequeña cantidad de información que se almacena temporalmente, mientras que en la memoria a largo plazo, los recuerdos quedan almacenados durante mucho tiempo.
Ver también: Cuáles son los tipos de memoria
En algunos casos, cuesta acceder a esa información almacenada en la memoria a corto y largo plazo, ¿por qué? Las causas más comunes de pérdida de memoria son:
Cambios en la memoria relacionados con la edad: son los más comunes. Y es que, la mayoría de personas mayores tienen problemas para obtener recuerdos de cosas nuevas, como el nombre de una aplicación de móvil o el de un vecino. En esta situación es fácil que se olviden cosas puntuales o se tengan lapsus de memoria, sin embargo, no implica que se sufra de una enfermedad como demencia o Alzheimer.
Defecto cognitivo leve: las personas con las capacidades cognitivas deterioradas pueden tener problemas para recordar una conversación reciente o pueden olvidar citas. Puede estar relacionado con la edad o también con enfermedades como la demencia.
Demencia: es una disminución severa de la capacidad mental. Cuando ocurre, la pérdida de memoria es uno de los primeros síntomas, y suele empeorar con el tiempo. No solo se olvidan detalles, sino eventos completos. Se tiene dificultad para saber dónde se ha estado, nombres de personas cercanas, etc. Ya no se puede realizar tareas cotidianas como seguir el paso a paso de una receta o llegar hasta un lugar conocido. Con el tiempo, cuesta nombrar objetos, comprender lo que otros dicen o incluso saber dónde se encuentran. Hay muchas formas de demencia. La enfermedad de Alzheimer es la más común.
Depresión: puede causar un tipo de pérdida de memoria (llamada pseudodemencia) que es similar a la pérdida de memoria causada por la demencia. La demencia también suele provocar depresión. Pero, a diferencia de las personas con demencia, las personas son conscientes de que han perdido la memoria y se quejan de ello.
Estrés: el estrés puede interferir con la creación y recuperación de recuerdos, en parte al generar preocupación y distraer la atención de otras cosas. Pero en determinadas circunstancias, especialmente cuando el estrés es de leve a moderado, puede aumentar la memoria.
Causas más raras: algunos trastornos pueden causar trastornos en la función mental que cursa con pérdida de memoria como una hidrocefalia, hematoma subdural en el cerebro, deficiencia de vitamina B12, accidentes cerebrovasculares, lesiones en la cabeza, infección cerebral, tumor cerebral o el abuso de drogas.
Ante una pérdida de memoria significativa o síntomas graves relacionados con ella se debe acudir a un médico que diagnosticará, mediante un historial clínico, entrevistas a familiares y análisis de la persona, a qué se debe ese déficit de memoria.
Cuál es el tratamiento para la pérdida de memoria
En caso de que la pérdida de memoria se deba a un trastorno como falta de vitamina B12, problemas de tiroides u otras enfermedades, el médico prescribirá un tratamiento así como psicoterapia. Si es debido al Alzheimer o demencia, actualmente ningún tratamiento puede restaurar la función mental o detener por completo la progresión de la enfermedad. El tratamiento irá enfocado a garantizar la seguridad de la persona. el tratamiento de la demencia se centra en garantizar la seguridad de la persona y brindar apoyo mientras las habilidades mentales disminuyen continuamente.
Ver también: Cómo entrenar la memoria
Si solo están presentes cambios de memoria relacionados con la edad, los médicos intentarán tranquilizar al paciente ya que esos cambios no están relacionados con una disminución significativa de la función mental y hay formas de compensar las pérdidas de memoria y de mejorar la función cerebral, por ejemplo:
- Realizar ejercicio físico regular
- Llevar una dieta sana rica en frutas y verduras.
- Asegurar el descanso suficiente.
- Evitar el alcohol y el tabaco.
- Evitar el estrés.
- Realizar actividades estimulantes intelectualmente.
- Intentar aprender cosas nuevas de forma constante: a coser, tocar un instrumento, un idioma, etc.
- Realizar ejercicios mentales: acertijos, jugar al ajedrez, juegos de estrategia, juegos de memoria, etc.
- Leer
Estas actividades contribuyen a fortalecer las conexiones nerviosas para compensar el deterioro cognitivo propio de la edad.