Mentir sobre mi salario en una entrevista de trabajo: ¿sí o no?
Cómo responder en una entrevista laboral si te preguntan por tu nómina actual
Una de las preguntas más controvertidas y peliagudas durante una entrevista de trabajo es aquella que se refiere al salario que estás cobrando en tu puesto actual o el último que tuviste en caso de estar desempleado.
Parecemos avocados a mentir sobre el salario al alza para así garantizar que el nuevo empleador va, al menos, a igualar esa cifra. Sin embargo, jugar al pocker tiene sus riesgos, ya lo decía George Clooney en Ocean's Eleven: "La banca siempre gana". Veamos si es recomendable mentir sobre tu salario en una entrevista de trabajo y qué puedes hacer si no deseas revelar a cuánto asciende tu nómina.
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Por qué es importante la negociación salarial en una entrevista
El salario futuro es definitorio para cambiar de trabajo en muchos casos. Sin embargo, actualmente muchas empresas ya no publican su oferta salarial inicialmente y solo se comunica al candidato una vez que está en la entrevista, o cuando ha pasado ya varias fases.
Sin embargo, cuando llegue este momento, jugar bien las cartas será importante para lograr tus objetivos. Y es que, cuando pongas una cifra sobre la mesa, estarás sentando la base de la negociación salarial.
Por lo tanto, si estás ganando 25.000 euros y quieres ganar 40.000 euros, te resultará muy difícil alcanzar la cifra deseada pero, si tus ingresos ya eran de 35.000 no te será complicado, los 40.000 euros estarán más a tu alcance.
Esta idea lleva a muchas personas a plantearse mentir sobre el salario en una entrevista de trabajo. Y, si bien 1000 euros arriba o abajo pueden no llamar la atención, exagerar al alza sobre tu nómina, puede hacerte perder credibilidad en la entrevista y, por lo tanto, opciones.
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Mentir o no sobre tu salario durante una entrevista laboral
Partamos de la base que en todo acuerdo se manejan ciertas "mentiras" como base para la negociación. En algunas ocasiones son grandes mentiras, y en otras medias mentiras.
De hecho, esa temida pregunta: "¿qué salario tienes en tu actual trabajo?", es una cuestión bastante tramposa y que deja al candidato con cierto grado de indefensión.
Y es que, el empleador quiere que seas tú quien inicie el proceso de negociación poniendo un número sobre la mesa. No pareces tener las cartas de tu parte en este momento. Si dices un número bajo, ellos ganan y pueden comenzar a negociar desde un salario menor incluso al que pueden tener en mente para el puesto. Si dices un número alto, quizás seas descartado o inmediatamente te alerten de que si deseas el puesto has de bajar tu rango salarial. Realmente no es una práctica justa, ¿no te parece?
Por lo tanto, debería suceder que ambas partes negocien dentro de unos límites de igualdad pero no, no suele suceder.
En cualquier caso, mentir no es lo más recomendado en estos casos, te lo dirá cualquier gerente de recursos humanos, ya que, llegado el caso, muchos podrían acceder a tu salario real, bien sea pidiendo referencias a tu actual trabajo y preguntándolo sin tapujos, porque en muchas ocasiones el mundo laboral es bien pequeño y, entre empresarios se conocen estos datos o porque podrían recurrir a pedir informes más exhaustivos, por ejemplo, a un "banco amigo" (no está a la orden del día y entra dentro de la invasión de la privacidad personal pero, en ciertos casos, podría suceder).
Y, más lejos de todo esto, cualquier persona habituada a contratar personal, conocerá de antemano el rango salarial de algunos trabajadores aunque no trabajen para esa empresa. Por lo tanto, si un redactor con poca experiencia llega a una entrevista diciendo que en su último trabajo (que en realidad es el primero), ganaba 21.000 euros, no hará otra cosa que saber que le está mintiendo y con ello, bajará unos cuantos puestos en el ranking de candidatos.
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De esta manera, mentir no lo más recomendable si te preguntan por tu salario en una entrevista. Pero, lejos de tener que claudicar y agachar la cabeza diciendo nuestra cifra, podemos jugar también y responder de una manera que nos permita seguir negociando el salario:
No puedo revelar datos
No es fácil recurrir a esta respuesta, pero como solicitante, puedes comentar que no puedes revelar los términos contractuales ni otra información relativa a tu contrato porque así lo pactaste con la empresa. Sin embargo, ciertamente este tipo de negociación es más propia de altos cargos o puestos directivos, ya que es extremadamente extraño que un cajero de supermercado, un informático de sistemas o un socorrista en una piscina se mueva en estos términos. Por lo tanto, sigamos barajando respuestas en torno al salario si no deseas revelarlo para poder negociar con la empresa.
Declina responder
También puedes evitar la respuesta aduciendo que el puesto de trabajo anterior no tenía nada que ver con el actual, por lo tanto, no es posible relacionar un salario con otro. Desde ahí puedes entrar en una defensa sobre la importancia para ti de desempeñar el cargo para el que te estás postulando porque supone un reto y una ilusión.
No dejes que tu reclutador piense que solo te mueve el salario, aunque la parte financiera es importante y ellos lo saben, muestra interés por otros aspectos de la empresa durante tu negaociación.
Algunos empleadores se sentirán satisfechos con la respuesta, pero otros, sobre todo los experimentados gerentes de recursos humanos, querrán una cifra sobre la mesa, sea cual sea la forma que tengas de evadir la respuesta. Por lo tanto, ahí llegamos al siguiente punto: decir la verdad sobre tu salario durante la entrevista.
Decir la verdad, sé honesto
Puedes exponer sobre la mesa tu salario y explicar que la razón principal para tu marcha es que crees que tu cualificación, preparación y disposición para el trabajo están por encima de tu nómina actual.
De hecho, es una de las razones más habituales para cambiar de trabajo, por lo tanto, si te ofrecen menos sueldo del que ganas actualmente, ¿te cambiarías? Pocas personas dirían que sí. Por lo tanto, la negociación en ese momento partiría de tu mismo sueldo para ir a más. Que lo consigas depende de tus habilidades como negociador y de las posibilidades de la empresa.
Responde con una pregunta
Si no quieres revelar de ninguna manera tu salario y tampoco conoces el salario o rango salarial en el que se maneja la empresa para el puesto (algo cada vez más frecuente hoy en día), podrías responder con una pregunta. "¿Sería posible que me proporcionara el salario o un rango de salario para este puesto para que podamos asegurarnos de que no estamos perdiendo el tiempo el uno del otro?" Esto generalmente hace que las cosas se muevan en una dirección más positiva hacia tus intereses.
Cómo negociar el salario al alza
Si has revelado tu salario real, y está muy por debajo de lo que tu empleador tenía en mente para el puesto demandado, puede que incluso no llegue a alcanzarlo si le interesas, parar revertirlo, puedes usar estas ideas de negociación:
"Debido al pequeño tamaño de la empresa y a mi falta de experiencia profesional como redactor en ese momento, acordamos 12.000 euros brutos al año. Sin embargo, en estos años en la empresa, he ampliado mis conocimientos y mi responsabilidad, lo cual me ayudó a crecer profesionalmente. Ante este cambio de circunstancias, considero adecuado un salario de entre 15.000 y 18.000".
"En mi trabajo anterior, mis ingresos eran de 45.000 euros ya que entré como un cargo intermedio. Sin embargo, en base a mi experiencia y nivel de responsabilidad alcanzado actualmente, considero adecuado un salario de entre 55.000 y 60.000 euros brutos anuales".
En realidad, ningún reclutador se tomará a mal una respuesta de este tipo, no es antipática, ni altiva. Es una realidad que cualquier trabajador lo que quiere es mejorar ante una nueva perspectiva laboral. Además ciertamente, has adquirido más experiencia y saber hacer durante ese tiempo pasado, y eso, tiene un coste.
¿Y si el salario no es lo que me mueve para cambiar?
Existen casos en los que el cambio de trabajo no se realiza persiguiendo una mejora económica. De hecho, hay quien cambia consciente de que habrá un empeoramiento del salario.
Esto sucede cuando hay otras razones que pesan más que la nómina para el empleado como un mejor horario, tener flexibilidad laboral, poder conciliar, trabajar menos horas, tener unas funciones más acordes a los intereses, entrar en la empresa de tus sueños...
Por lo tanto, no prestes excesiva atención a la negociación salarial durante la entrevista y sí deja clara la ilusión que representa entrar en la compañía.