Para qué se realiza la citología vaginal
Citología cervical: qué es, cómo se realiza y cada cuánto tiempo hacerla
Entre los exámenes ginecológicos que ha de pasar una mujer está la citología, una sencilla prueba pero indispensable para descartar determinadas enfermedades.
Conoce por qué se realiza una citología vaginal y qué tipo de trastornos puede revelar esta prueba médica.
Qué es una citología vaginal
La citología vaginal, también se conoce como citología cervical o test de Papanicolau. Se trata de una prueba que se realiza en la consulta médica, ya sea por el obstetra o la matrona, para extraer células del cuello del útero y poderlas analizar.
La prueba no puede realizarse durante el ciclo menstrual, por lo tanto has de programar tu visita con el médico para cuando no estés menstruando. El médico te indicará que te tumbes en la camilla y, utilizando un espéculo para tener acceso al cuello del útero, realizará un pequeño raspado en el cérvix con una espátula.
Es un procedimiento, prácticamente indoloro, que permite obtener el fluído necesario para estudiarlo y poder descartar cáncer de cuello de útero, infecciones vaginales o algún otro tipo de patología.
Tras la prueba no están recomendadas las duchas vaginales y es preferible abstenerse de mantener relaciones sexuales durante 24-48 horas.
En qué casos se realiza la citología
Dependiendo de tu país o región, el sistema sanitario puede recomendarlas de forma anual o cada cuatro años.
Sin embargo, si no tienes una pareja fija y mantienes relaciones con varios hombres, te recomendarán que te realices la prueba de forma más frecuentes. También puede existir un mayor control si las citologías previas han dado positivo, la paciente padece VPH (Virus del Papiloma Humano) o existen antecedentes de enfermedades de transmisión sexual.
Suelen comenzar a realizarlas a los 21 años o en el momento a partir del cual se inician las relaciones sexuales. Desde ese momento, tu médico pautará la siguiente revisión y se realizará incluso después de la retirada de la menstruación, durante la menopausia.
Sin embargo, a partir de los 65 o 70 años, y sin las últimas citologías vaginales han sido negativas, podrás dejar de realizarte esta prueba, excepto si inicias una relación con otra pareja.
Tampoco han de realizarla aquellas mujeres a las que se les haya extirpado el útero y cuyas últimas pruebas hayan resultado negativas.
Qué ocurre si la citología da positivo
Normalmente las pruebas de la citología se recogen en consulta médica y será tu facultativo quien te informe del resultado del mismo. Si es negativo, te recordará cuándo puedes realizarte una próxima citología y, si es positivo, indicará algún tipo de enfermedad.
Una citología positiva puede indicar la presencia de una enfermedad precancerígena, cancerígena o que padeces algún tipo de infección vaginal.
La importancia de la citología cervical
Acudir a la cita anual o cada cuatro años, según te indiquen en tu centro de salud, es importante e indispensable para poder detectar enfermedades a tiempo y realizar un tratamiento adecuado para acabar con ellas. No se debe tener miedo a estas pruebas ya que, no son invasivas, son sencillas de realizar y garantizan mantener un buen estado de salud.