¿Puerta que se mueve con el viento? Solución fácil
Holgura en una puerta que hace ruido: solución superfácil
La madera es un material vivo, por lo tanto, puedes notar que tu suelo cruje más en invierno, cuando la madera se contrae y menos en verano, cuando se expande.
Lo mismo ocurre con las puertas, en los meses de invierno, esa elasticidad y ligera deformación que puede sufrir la madera de las puertas hace que una puerta cerrada se mueva haciendo un incómodo y molesto ruido a causa de las corrientes de aire en una vivienda o el aire que entra por algunos huecos. ¿Hay alguna forma de solucionarlo?
La realidad es que es bien sencillo solucionar la holgura en una puerta, toma nota de este truco para arreglar una puerta que se mueve con el viento.
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Qué hacer si la puerta se mueve con el viento aun estando cerrada
Una puerta cerrada tiembla debido al viento, una corriente de aire o los cambios en la presión del aire interior porque la cerradura no encaja bien en la placa de impacto de la puerta.
Esto se debe a que la lengüeta de metal en la placa, la que está en el marco de la puerta se dobla hacia dentro y no puede capturar correctamente el pestillo.
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Sucede durante todo el año pero, solemos notarlo más en los meses de frío porque la puerta de madera "adelgaza" ligeramente, es decir, la madera se contrae con la bajada de las temperaturas. Esa ligera holgura de la puerta sumado a que el pestillo no está encajando correctamente en la placa, nos lleva a ese ruido tan molesto y constante que puede hacer una puerta al moverse con el viento.
Si bien una puerta que golpea con el viento es un incordio, afortunadamente la solución es sencilla. ¿Nos ponemos manos a la obra? Esto es lo que necesitarás para arreglar una puerta que está suelta y golpea aun estando cerrada:
- Un destornillador de cabeza plana.
- Un par de alicates (si la placa está muy dura).
Pasos para arreglar una puerta que se mueve con el viento
Coloca el destornillador dentro de la lengüeta donde se traba la puerta y luego haz palanca haciendo doblar la lengüeta en la placa hacia fuera de nuevo que quede recta nuevamente. Ten cuidado al hacer este movimiento para no romperla o empujarla demasiado impidiendo que la puerta cierre correctamente.
Cuando la pestaña esté enderezada, cierra la puerta y prueba a ver si el pestillo está bien atrapado en la lengüeta y deja de moverse. Si se cierra correctamente sin temblar cuando está cerrado, el problema está solucionado.
Si arreglar no funciona o no hay una ranura para insertar el destornillador para doblar la lengüeta, puedes la placa de de la puerta quitando los tornillos que la sujetan al marco de la puerta.
En este caso, puedes usar un par de alicates para doblar la lengüeta en la placa de contacto con cuidado hasta lograr el ajuste deseado. Una vez que hayas movido la lengüeta, vuelve a colocar la placa en el marco de la puerta.
Con este truco superfácil deberías poder cerrar la puerta correctamente y notar que el golpeteo se ha detenido. ¡Listo!
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