¿Se puede tensar la piel flácida tras adelgazar?

¿Es posible realmente reafirmar la piel floja tras perder peso o volumen?

Alba Caraballo - 2020-07-02 10:09:00 - Belleza Deporte

Si has pasado un embarazo o has perdido una gran cantidad de peso y volumen, es posible que te sientas feliz por haber recuperado tu figura, pero angustiada al mismo tiempo tras comprobar que tienes un excedente de piel que no ha desaparecido con los kilos. Es un efecto similar al de un globo al desincharse, no parece recuperar su tamaño original y parece dado de sí. 

Si has intentado ya hacer algo de deporte y has usado cremas reafirmantes y la piel sigue mostrándose floja, flácida y suelta, es posible que te preguntes si se puede tensar la piel flácida tras adelgazar. 

¿Se puede tensar la piel floja después de la pérdida de peso?

Reafirmar la piel flácida, ¿es posible?

Antes de saber si la piel puede recuperarse y reafirmarse totalmente es importante que sepas cómo funciona y actúa este órgano de la piel y qué hay debajo de ella.

La capa más externa de nuestro cuerpo es la piel, que no es otra cosa que un órgano, y además es el más extenso del cuerpo, es nuestra capa protectora, en definitiva, nuestro envoltorio. Bajo ella hay una capa de grasa y, tras ella, los músculos. Por lo tanto, si has perdido una importante cantidad de peso, habrás eliminado también grasa corporal y volumen muscular, sobre todo, si la pérdida de peso y volumen ha sido relativamente rápido. Esa masa que estiraba la piel, ha desaparecido, por lo tanto, el envoltorio está en parte vacío.

Por qué la piel queda flácida al perder peso

La piel flácida, poco tensa, caída o floja es el resultado de perder peso rápidamente o de haber tenido un embarazo. De hecho, muchas mujeres descubren asombradas tras dar a luz por primera vez que, tras tener a su bebé, su tripa sigue hinchada, flácida y caída. Es algo normal, durante nueve meses, la tripa fue aumentando de tamaño y la piel demostrando su elasticidad. Así, cuando tienen a su bebé, ese espacio antes ocupado queda vacío y no puede volver a su tamaño original de la noche a la mañana.

Lo mismo ocurre con las personas que han perdido una gran cantidad de peso en poco tiempo, la grasa acumulada en distintas zonas ha desaparecido dejando un espacio vacío y la piel descolgada.

Y es que, la piel es un órgano muy elástico, se estira mientras movemos, crecemos o engordamos. Además, está formado por varias capas: la epidermis, dermis y subdermis. Las capas más interiores de la piel contienen tejidos elásticos, fibras, vasos sanguíneos y otros componentes que pueden estirarse o contraerse. Pero, tras tener un bebé o perder peso de forma rápida, todos estos elementos pierden la grasa que os mantenía estirados pero no han tenido el suficiente tiempo para adaptarse a la nueva forma del cuerpo. 

¿Lo que queda suelto es piel o grasa que no se ha ido?

Es posible que te preguntes si ese exceso de piel que tienes ahora en zonas localizadas como el pecho, el abdomen, la cara interna de los brazos o los muslos es piel suelta o grasa obstinada que se resiste a abandonar tu cuerpo.

En general, justo después de perder peso, gran parte de esa piel suelta es solo un exceso de grasa corporal subcutánea. Por lo tanto, aunque hayas conseguido perder los kilos que te planteabas, todavía tienes algo de grasa que se resiste a irse. Es la grasa blanda, la peor de todas, porque suele ser muy terca y tarda mucho tiempo en desaparecer. 

Para asegurarte que es grasa y no piel puedes realizar una observación detenida: si la piel floja tiene más de unos milímetros de grosor, es posible que se trate de grasa residual. Y, por muy terca que sea, es un buen indicativo, ya que si mantienes un estilo de vida saludable, la grasa podrá ir desapareciendo y la piel flácida desaparecerá.

Sin embargo, si pellizcas la piel excedente y es muy fina o si ha pasado mucho tiempo desde que perdiste peso y no ha habido ningún cambio, lo más probable es que estés intentando luchar contra la piel flácida y no grasa obstinada. 

En este punto, volvemos a la pregunta inicial: ¿se puede eliminar la piel flácida tras adelgazar? La realidad es que en este punto, la edad, la cantidad de tiempo que hubo exceso de peso y la genética juega un papel fundamental a la hora de que la piel se recupere. Por lo tanto, en algunos casos es posible y, para otros, en los que la naturaleza ya no nos puede ayudar, existen los tratamientos estéticos. 

¿Dejaré de tener a piel suelta alguna vez?

La verdad es que la piel solo se puede estirar mucho en la etapa de crecimiento sin crear bolsas o excedente que queda flojo. Llega un momento, en el que la piel pierde parte de su capacidad de recuperación, sobre todo, a medida que envejecemos.

En cualquier caso, la genética también juega un papel importante: los genes también influyen en la cantidad de colágeno que retiene nuestra piel a medida que envejecemos.

El tercer factor que influye en la capacidad de recuperación de la piel tiene que ver con la cantidad de peso que has perdido y con el tiempo que tardaste en perderlo. 

De esta manera, si has tenido un embarazo de 9 meses, es probable que pueda tensar su piel suelta, aunque las probabilidades se reducen si el embarazo lo has pasado a una edad tardía. Pero si has tenido bastantes kilos de más durante muchos años, es muy probable que la piel haya perdido parte de su elasticidad y no haya otra solución que la cirugía plástica para tensar y levantar esa piel suelta. En el peor de los casos, el tiempo, una buena alimentación, hacer deporte y desarrollar los músculos, tener una hidratación óptima y cuidar la piel puede no ser suficiente.

Leer también: cómo combatir la flacidez de la piel

¿Se puede prevenir la piel floja antes, durante y después de la pérdida de peso?

La respuesta es si, hay determinadas actitudes y hábitos que puedes cambiar para lograr, no solo perder peso, sino lidiar con la flacidez de la piel para evitar que tengas bolsas o excedente de piel al finalizar el proceso. 

Realiza un programa de pérdida de peso controlado: evita esas dietas extremas en las que se promete perder 7 kilos en una semana ya que impactará sobre tu piel. Lo idóneo es realizar una pérdida de peso lenta y sostenible

Haz deporte: junto con la dieta es importante que realices un entrenamiento de resistencia para ganar masa muscular mientras pierdes peso. En este punto, déjate aconsejar por un experto pero, entrenar con máquinas y pesas puede compensar la flacidez de la piel. 

Usa prendas de compresión: consulta a un especialista antes de usarlas, pero en ocasiones, los expertos recomiendan ciertas prendas para comprimir la piel suelta contra el esqueleto y evitar esa oscilación de la piel.

Mantén la hidratación: el agua es un elemento fundamental para mantener la elasticidad de la piel. ¿Recuerdas que la piel está formada por células? Pues bien, las células están asimismo compuestas por una cantidad de agua. Por lo tanto, si no reciben suficiente agua, la piel tendrá menos elasticidad. 

Buena nutrición: asegúrate comer alimentos ricos en proteínas ya que contiene componentes que forman el colágeno y la elastina, que contribuirán a mantener la piel elástica. Alimentos como la leche, legumbres, nueces o pescado te vendrán bien en este proceso. 

Cuidado de la piel: nutre y cuida tu piel para mantenerla en buena salud. Realizar una exfoliación dos veces por semana ayudará a eliminar células muertas y a mejorar la circulación. Aplica cremas con aloe vera, ácido hialurónico, vitamina C, E o A, para hidratar y fomentar la creación de colágeno en la piel.