Codos en la mesa: ¿por qué es de mala educación?
Por qué no se deben poner los codos en la mesa
Una de las reglas de etiqueta en la mesa nos recuerda que poner los codos sobre la mesa mientras se come es de mala educación. Es algo que nos dicen desde pequeños, ya sea en casa o en el comedor del colegio, y acatamos casi sin pensar el por qué de esta costumbre.
Sin embargo, cuando estás haciendo sobremesa o charlando con otros comensales, es difícil no colocar los codos sobre la mesa y las manos juntas, es cómodo y parece una postura más natural, ¿también es de mala educación? Pues bien, la costumbre viene de hace siglos y como tal sigue vigente hoy en día, aunque con matices. Conoce el origen e historia de esta regla de etiqueta en la mesa y por qué la mantenemos.
El origen de la costumbre de no poner los codos en la mesa
La norma de no poner los codos en la mesa no es una regla que se ha sacado tu madre, y su madre antes que ella de la manga. Tampoco es una regla escrita por algún experto en protocolo que se ha extendido con el tiempo.
La realidad es que esta costumbre viene de mucho más antigua, en realidad ya se encuentra prueba de ella en el Antiguo Testamento, en el Libro del Eclesiastés se advierte sobre el riesgo de poner los codos sobre la mesa.
También hay constancia de que a Leonardo da Vinci le molestaban tremendamente los malos modales sobre la mesa. En aquella época los nobles comían en una mesa alargada y la comida se colocaba en una fuente en el centro, a la que tenían que llegar con los brazos para alcanzar las viandas metiendo los codos sobre los platos. A Leonardo se le ocurrió mandar a hacer trajes con chorreras para evitar que metieran la manga en el plato y dejaran los codos lejos de la mesa.
Poco después, el filósofo holandés, Erasmo de Róterdam recogió esta regla en un manual sobre buenos modales para niños y adultos, eso sí, libera a ancianos y a enfermos de seguir esta costumbre.
En algunas civilizaciones, la regla de no poner los codos sobre la mesa tenía la misión de prevenir la violencia. Es decir, al colocarlos en un lugar que está compartido con otra persona, abandonas tu espacio para entrar en el de otro y esto, podía iniciar una pelea.
Por qué hoy en día no se ponen los codos en la mesa
Sea cual fuere la razón que llevó a nuestros antepasados a alejar los codos de la mesa, la realidad es que, el protocolo hoy en día marca que, en los momentos en los que se está comiendo, solo has de apoyar el antebrazo sobre la mesa y no el codo.
Se trata de respetar al resto de comensales de varias formas:
- Para no invadir el espacio vital de la otra persona.
- Para no convertir una comida formal en algo más familiar.
En definitiva, se trata de no ponerse demasiado cómodo para no transgredir la comodidad y el espacio de los demás.
Sin embargo, no se trata de una medida absoluta y, hay momentos, en los que los manuales de protocolo indican que puede incluso ser una medida respetuosa a los demás. ¿Cuándo y por qué?
Cuándo se pueden poner los codos sobre la mesa
Poner los codos sobre la mesa es una postura tan habitual, que hasta los manuales de protocolo se han relajado ante ella. Así, es posible colocarlos antes de que lleguen los platos, entre platos y en la sobremesa. En estos casos, poner los codos sobre la mesa puede ser un signo de interés o atención hacia otra persona que está hablando.
En estas circunstancias, la postura con los codos apoyados en la mesa y el puño o manos apoyadas sobre la barbilla, o incluso entrelazadas, puede ser no un signo de comodidad o una forma de recolocarnos en la silla, sino una señal de respeto hacia quienes nos comentan algo.
Eso sí, la postura ha de ser firme y nunca repantingada y con la mano apoyada en la sien o sujetando toda la cabeza, como suelen hacer los niños ("porque pesa la cabeza", según dicen ellos). En este caso, en lugar de respeto mostramos aburrimiento ante otros comensales o hacia la comida.
Cómo deben estar los brazos en la mesa
Lo correcto es ocupar nuestro espacio, sin invadir el de los comensales que se sientan junto a nosotros, por lo tanto, los brazos no han de estar:
- Por debajo de la mesa.
- Muy por encima, mientras cortamos la carne u otro alimento que se resista.
Debemos apoyar los antebrazos en el filo de la mesa y estar pendientes para no invadir el espacio de los demás.