Cómo prevenir ampollas y rozaduras en los pies (7 estrategias)

7 ideas para evitar que te salgan ampollas en los pies

Alba Caraballo - 2020-06-01 11:47:00 - Salud

Las ampollas en los pies suelen aparecer cuando usas un calzado nuevo que te roza en exceso en el talón o en la zona de los dedos o cuando caminas mucho rato. Los deportistas las sufren con frecuencia debido al exceso de fricción de la piel contra el calzado.

Suele ser una molestia muy incómoda ya que impide caminar correctamente y el contacto con cualquier zapato en esa zona puede ser doloroso. Para evitar este daño sobre la piel, te proponemos una serie de estrategias para prevenir las ampollas y rozaduras en los pies. 

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Estrategias para prevenir la aparición de ampollas en los pies

cómo prevenir la aparición de ampollas en los pies

Si vas a llevar unos zapatos que te aprietan un poco o vas a realizar una actividad que implica caminar o correr, protege a tus pies de la aparición de rozaduras y ampollas poniendo en practica estas estrategias:

1. Usa desodorante para pies

Las ampollas generalmente empeoran por la humedad y la fricción del pie contra el zapato, por lo que, si mantienes los pies secos, puedes evitar en gran medida que se formen ampollas. Frota tu desodorante habitual sobre las zonas más sensibles como la parte del talón o los dedos antes de ponerte unos zapatos nuevos. Este remedio casero te ayudará a reducir el efecto de frotación de la piel contra el material del zapato. También puedes añadir talco en polvo a tus zapatos y calcetines para ayudar a absorber la humedad.

2. Protege las zonas sensibles del pie

Si tienes unos zapatos nuevos que te encantan y quieres estrenarlos pero sabes positivamente que terminarás con rozaduras, puedes prevenir la aparición de las ampollas colocando en las zonas en las que notes algo de dolor una tirita. Sí, se trata de poner una tirita antes de tener la herida. Este remedio permite aportar a algunas zonas del pie una pequeña protección. Ten la precaución de llevarlas en el bolso por si se te despega, poder aplicar otra. 

3. Elige bien tu calzado

La mayor parte de las veces es el calzado inadecuado, los responsables de la aparición de rozaduras y ampollas en los pies. Tanto los materiales no naturales como una talla poco apropiada, pueden causar heridas en distintas zonas del pie. Por lo tanto, evita el calzado que ejerce mucha fricción sobre alguna zona del pie y, por supuesto, no uses aquellos que te aprietan demasiado si no quieres terminar con una ampolla.

Con una puntera estrecha, tus dedos se frotan contra los costados o el extremo de los zapatos. Esto incluso puede provocar incluso que la uña se ponga amoratada e incluso puedas perderla. Por el contrario, si sus zapatos están demasiado flojos y tus pies se deslizan hacia adelante y hacia atrás dentro del zapato con cada paso, está añadiendo fricción adicional.

4. Usa calzado con calcetines

No siempre es posible, sobre todo con el calzado veraniego pero, en la medida de lo posible, tanto con zapatos como con zapatillas, utiliza calcetines, preferiblemente de algodón, para que el pie transpire y no se acumule humedad. Y, si sabes que vas a realizar una actividad con la que pueden sufrir tus pies, como es el senderismo, duplica las medidas. Utiliza dos calcetines para aportar un relleno adicional al pie. Si la caminata es muy larga, no olvides llevar un par de calcetines en la mochila para cambiar los que llevas cuando estén sudados. 

También puedes adquirir unos calcetines deportivos que están preparados para evitar rozaduras en los pies. Son más caros pero te ahorrarán muchas molestias. 

5. Lubrica tus pies antes de andar

Lo que causa el enrojecimiento en tus talones o en tus dedos es la fricción del calzado, por lo tanto, lubricar tus pies puede reducir este roce. Puedes frotar vaselina u otros lubricantes especiales (puedes encontrarlos en tiendas especializadas de running). La vaselina es un lubricante de bajo costo a menudo recomendada para los corredores de maratón y personas que realizan largas caminatas. Te advertimos, eso sí, que no se quitará fácilmente de los calcetines.

6. Los callos aportan protección

Aunque llevar una perfecta pedicura es lo ideal, en ocasiones, los callos pueden ayudar a proteger los pies de sufrir nuevas heridas. Por lo tanto, si vas a realizar una larga caminata, evita quitarte los callos para tener una almohadilla o barrera que protegerá a tu pie de sufrir nuevos daños.

7. Deja que el pie respire

La mayoría de los médicos están de acuerdo en que las ampollas sanan más rápido si se dejan descubiertas y en un ambiente limpio. Por lo tanto, si tienes un ligero roce en un pie, cámbiate cuanto antes ese calzado y elimina tiritas, vendas u otros apósitos en casa para que la piel pueda respirar y secarse. Utiliza por unos días otros zapatos que no te rocen en la zona que ya tienes sensible para prevenir la aparición de una ampolla. 

Conclusión

La ampolla, ese saco lleno de líquido que puede aparecer en los pies, es causado por la fricción del calzado con la piel del pie. Es frecuente en personas que caminan mucho, corredores o al usar un calzado inadecuado.

Para evitar estas temidas heridas en los pies que puede provocar una gran molestia, puedes prevenir su aparición usando un tipo de zapato que evite el constante roce, manteniendo tus pies frescos y secos, lubricando las zonas más sensibles, llevando calcetines que protejan tus pies, cubriendo las zonas sensibles con tiritas y permaneciendo atento a esos puntos que se convertirán en ampollas si no actúas rápido.