Cuál es la diferencia entre agnóstico y ateo

Existen muchos y muy diferentes ideas y conceptos en torno a la religión, a cualquier religión. Incluso para los que reniegan de ella, también los hay. Es lo que ocurre con los ateos y los agnósticos, ¿has escuchado a alguien autodefinirse así alguna vez? Son dos términos que muchas veces caminan parejos, pero que tienen un significado distinto. Analizamos cuáles la diferencia entre agnóstico y ateo. 

En qué se diferencia un agnóstico de un ateo

Es posible que sepas que los ateos y los agnósticos no son muy devotos de ningún Dios, sin embargo, es fácil confundirse entre estos dos términos. ¿Un agnóstico cree que hay un Dios o no?, ¿Un ateo reniega de la Biblia y del Dios en el que creen los católicos o es algo más?

Para entenderlo bien, es fundamental conocer la etimología y el significado de estas dos palabras:

Etimología de la palabra ateo

En realidad, ambos términos proceden del griego y en las dos palabras, tanto ateo como agnóstico la primera letra es una "a", esto indica una negación "no".

Teus, por su parte, significa Dios. En este sentido, etimológicamente la palabra ateo significa "no hay Dios".

Por lo tanto, una persona atea no cree en Dios o en otros dioses.

Etimología de la palabra agnóstico

De nuevo, agnóstico comienza por la letra "a" lo que indica una negación (no o sin).

Y, además procede de la palabra griega γνώσις  es decir, gnosis o conocimiento. 

En definitiva, un agnóstico niega tanto el ateísmo como el teísmo, es decir, cree que la cuestión de si existe Dios o no es irresoluble. No puede afirmar que exista Dios, pero tampoco puede negarlo.

¿Cuál es la diferencia práctica entre ateos y agnósticos?

Habiendo visto la etimología de ambas palabras, puede que a estas alturas tengas más claro cuál es la diferencia entre un ateo y un agnóstico, sin embargo, se puede resumir en estas líneas: 

- El ateo no cree en ninguna religión, credo o dogma que no pueda comprobarse empíricamente, es decir, si no hay prueba práctica que demuestre la existencia de Dios, no hay Dios. Los ateos no creen en la reencarnación, ni en la vida después de la muerte ni en purgatorios o infiernos. Es decir, no creen en nada que implique una creencia sobrenatural. Solo creen en lo que se puede observar y comprobar. 

- El agnóstico no se queda satisfecho con el hecho de que no se pueda comprobar la existencia de Dios, por lo tanto, no niegan que pueda existir, pero tampoco se aferran a la explicación divina que marca la religión. No puede afirmar que exista un cielo o un infierno, pero tampoco puede demostrar que no sea así. Se mantiene en una duda razonable. Prefiere no toma una posición.

Frente a estas dos creencias está el teísta, es decir, aquella persona que tiene una absoluta convicción de que Dios existe, independientemente de cuál sea su religión o cómo se exprese su deidad. Cree que hay un ser superior. Acepta la idea de que hemos sido creados por un ente superior que nos guía y marca el camino a seguir. Tiene la convicción de que su vida ha servido para algo ya que después de la muerte, hay otra vida y, aunque no tiene ninguna prueba empírica sobre ello, lo acepta y asume como real, no necesita comprobaciones. 

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