Cuál es la importancia de llorar para nuestro estado anímico y físico
El llanto es una excelente terapia calmante así como una vía para expulsar emociones negativas
Llorar es una respuesta humana ante un dolor físico o emocional. Sin embargo, a lo largo del tiempo se ha achacado a las lágrimas una mala fama, tanto que incluso para algunos resulta un signo de debilidad. Nada más lejos de la realidad, la realidad es que llorar es importante para nuestro estado anímico y físico.
Ver también: cuál es la función de las lágrimas
Un testimonio real: la importancia de las lágrimas
Cristina M. llevaba arrastrando molestias en el estómago desde hacía mucho tiempo. Tras pasar por innumerables pruebas, no se encontró ninguna patología que explicara su dolor. Sin embargo, acudía al médico una y otra vez ya que la molestia persistía, de hecho, se había vuelto crónica. "No sabía ya qué hacer, no parecía haber causa, por lo tanto, no había solución, pero convivir con el dolor me estaba desesperando". Aun así, las pruebas continuaban periódicamente. "Nadie sabe lo que es vivir con dolor, mis quejas son tan constantes, que ya nadie parece querer escucharme, lo que me queda es llorar".
Así, el llanto, era la terapia a la que ella misma se sometía día tras día para calmarse y expulsar las emociones negativas, hasta que, por fin, un tratamiento para la ansiedad y la depresión, pareció frenar su dolor. Los fármacos hicieron su labor, pero antes, el simple hecho de llorar, había contribuido como efecto autocalmente. Y es que, los estudios ponen de manifiesto la importancia de llorar para mejorar el estado de ánimo.
Por qué es tan importante llorar
Los beneficios físicos y psicológicos de las lágrimas son grandes y evidentes. Las investigaciones muestran que el llanto puede ayudar a calmar el sistema nervioso parasimpático. Esto contribuye a disminuir la frecuencia cardíaca creando un efecto calmante.
Asimismo, las lágrimas pueden ayudar a restablecer el equilibrio emocional, a desechar las emociones negativas y a regular las positivas. En definitiva, puede contribuir a hacernos sentir mejor e incluso, a aliviar el dolor físico. Veamos qué tiene de bueno llorar:
- Ayuda a aliviar los sentimientos de tristeza o angustia, tras el llanto, se ha liberado tensión y carga emocional, por lo que parte de esa tristeza parece haber cedido.
- Es una vía para expresarnos ante los demás, desde tristeza o alegría intensa.
- Las lágrimas también tienen un poder físico real, y es que, algunos estudios muestran que son capaces de aliviar el dolor. Cuando lloramos se libera oxitocina y endorfinas, lo que contribuye a alivia el dolor y mejorar el estado de ánimo.
- Las lágrimas pueden ser el vehículo para vislumbrar un nuevo comienzo, dejar atrás problemas que nos preocupan y hacen daño, para después, ver las cosas más claras y tomar decisiones.
¿Se deben reprimir las lágrimas?
Según los expertos, cuando surgen las lágrimas, debemos dejar que se liberen junto con la emoción que las causó: alegría, tristeza, ira... Es importante tomarse el tiempo de llorar y no reprimir esa emoción, ya que nos ayudan a superar sentimientos que nos hacen daño y además, ayudan a desestresarnos y eliminar pensamientos negativos.
Sin embargo, no siempre nos encontramos en situaciones en las que llorar es adecuado. En algunos momentos sociales, puedes querer reprimirlas, por ejemplo, delante de tu jefe, de un compañero que te causa problemas, no quieres que un familiar te vea sufrir, etc.
En estos casos, podemos poner de nuestra parte para detener las lágrimas pero, la emoción sigue ahí, por lo tanto, no las debemos anular por completo y, dejarlas fluir, cuando ya no estemos en esa situación más delicada.
¿Y si no consigo llorar?
Algunas personas parecen fuentes humanas, las lágrimas brotan con las emociones sin problema alguno, mientras que otras parecen vivir en la sequía. Si estás teniendo dificultades para llorar, los expertos recomiendan enfrentarte a imágenes que te conmuevan: ver una película que te impacte, recordar un hecho triste, pensar en algo hipotético que pueda causar pena, etc.
Y es que, parece que pedir a alguien que llore no es adecuado y, sin embargo, según los expertos es realmente sanador. Como hemos visto, la importancia de llorar es biológica y emocional, cuerpo y alma se benefician de ello.
Pero, si por más que lo intentas, llorar no es para ti, puedes probar con otros métodos que permiten una liberación emocional semejante, ¿cuáles? Gritar, reír, cantar o tener relaciones sexuales pueden proporcionar los mismos beneficios mentales y físicos, ya que también favorecen la liberación de oxitocina y endorfinas.
Sin embargo, los expertos no recomiendan que alguien con un trastorno del estado de ánimo no tratado intente forzarse a llorar, ya que puede ser más difícil mantener el control y las consecuencias de agudizar una depresión u otro estado mental es más grave.
¿Qué ocurre si nunca lloras?
Para algunas personas, no llorar no supone ningún tipo de estrés o problema, ya que gestionan las emociones de otra forma. Sin embargo, aquellos que han aprendido a reprimir las emociones y anulan el llanto, puede que comiencen a acumular todo ese sentimiento y termine desbordándose. Si no hay liberación emocional, el dolor puede presentarse en forma de algún tipo de afección física, bien sea urticaria, asma, caída del cabello o dolores musculares, o emocionalmente, en forma de ansiedad, estrés, tristeza...
Ver también: reacción en la piel por estrés
Y es que, existe una conexión entre la mente y el cuerpo. Los dermatólogos están más que habituados a ver casos de brotes de granos en la piel, picazón y otras molestias a causa de problemas emocionales. En estas situaciones, los síntomas físicos pueden paliarse a través de la meditación o algunos remedios farmacológicos, pero es necesario tratar también aquello que está provocando ansiedad para evitar nuevos brotes.
¿Qué ocurre si no paras de llorar?
El llanto desbordado, constante y latente día tras día, es una señal para pararse a pensar en qué factores pueden estar provocando esa desesperanza.
El llanto puede ser realmente curativo, pero cuando es incesante, se hace necesaria la atención a la salud mental. La terapia psicológica puede ayudar a muchas personas a determinar la causa de esas lágrimas sin fin, a ordenar los sentimientos y a reconducir la situación que provoca tal pena.
Conclusión
El llanto es visto por muchas personas como una debilidad. Hay incluso quien piensa que es cosa de niños o de mujeres, nada más lejos de la realidad. Se trata de una respuesta en el ser humano, ante un dolor físico o emocional que tiene unos enormes beneficios. Tiene poderes curativos calmantes y reconfortantes.
Sea como fuere, tras el llanto, se recomienda tener un plan para recomponerse, es decir, después de las lágrimas y de haber liberado esas emociones negativas, es momento para escuchar una canción alegre, ver una película de risa o hablar con alguien que te reconforta.
En cualquier caso, llorar es un proceso muy personal, no hay una forma correcta y única de llorar. Cada persona encuentra su propia manera de calmarse y afrontar los problemas cotidianos.