Cómo daña el estrés y las emociones negativas al sistema inmune

La relación entre el estrés y el sistema inmunológico

Alba Caraballo - 2020-04-07 09:29:00 - Salud

El ser humano necesita ciertas dosis de estrés para que el organismo pueda afrontar los obstáculos de la vida cotidiana. Sin embargo, como muchas otras cosas, un estrés desmedido puede causar daños a diferentes sistemas: el nervioso, el digestivo, al muscular, al corazón e incluso a la memoria

Además, desde hace tiempo se viene estableciendo una relación entre el estrés psicológico y la reducción de las defensas del cuerpo. Conoce qué daños provoca el estrés y las emociones negativas al sistema inmune.

Cómo afecta el estrés al sistema inmunológico del organismo

El estrés y el sistema inmune

El sistema inmune es nuestra defensa natural ante virus y bacterias presentes en el medio ambiente. Si nuestro sistema inmunológico goza de buena salud, atacará y destruirá a los organismos que lo invaden, de lo contrario, podríamos enfermar de forma frecuente e incluso las enfermedades más comunes, como catarros o gripes, podrían afectarnos de forma más intensa.

Son varios factores los que garantizan la buena salud del sistema inmune y otros tantos los que pueden dañarle, uno de ellos es el estrés, un mal endémico en nuestras sociedades hoy en día. 

Esto es lo que han venido estudiando los científicos interesados en los efectos del estrés en la salud desde hace años. Así, han logrado demostrar que el estrés reduce la eficacia del sistema inmune ante una infección. Uno de estos estudios lo lideró Sophie Ugolini, directiva de investigación de Inserm en el Centre d'Immunologie de Marseille-Luminy, quien buscó explicar esta asociación biológicamente. Sus resultados fueron publicados en el Journal of Experimental Medicine. 

Ugolini y su equipo realizó pruebas sobre ratones en una situación de estrés crónico a quien expusieron a un virus de la familia del herpes, el citomegalovirus y sobre aquellos que no estaban expuestos a estrés. El resultado fue que estos últimos fueron mucho más resistentes ante una infección viral.

Los resultados tras esta investigación reveló que los receptores β2-adrenérgicos inhibieron particularmente la respuesta de ciertas células inmunes: las células NK (natural killer, en inglés). Pues bien, esta célula asesina (un componente importante del sistema inmunitario innato para la defensa del organismo), si es estimulada por las hormonas del estrés, no produce un tipo particular de citocina requerida para permitir la eliminación de virus. Lo que lleva a padecer en mayor medida algunas enfermedades.

El estrés ataca a los glóbulos blancos

Los glóbulos blancos son parte del sistema inmunitario del cuerpo y su función es la de ayudar a combatir infecciones y otras enfermedades. Los investigadores han demostrado que una persona, ante una situación de estrés intenso y continuo puede ver comprometido su sistema inmune ya que el estrés cambia la expresión de los genes presentes en estos glóbulos blancos tan importantes. 

Un grupo de investigadores de la Universidad de Ohio investigaron las consecuencias que tenía el estrés crónico sobre el sistema inmunológico. Los resultados, publicados en la revista Pnas, mostraron cómo el estrés actuaba directamente sobre los glóbulos blancos y conducía a una respuesta inmunológica excesiva en el organismo. 

Esta inmunidad excesiva podría aumentar el riesgo de padecer determinados trastornos o enfermedades como problemas cardiovasculares, obesidad y diabetes. Y es que, según este estudio, el estrés multiplica por cuatro el número de células inmunes en la sangre y el bazo.

El estrés y las hormonas glucocorticoides

Las hormonas glucocorticoides actúan sobre el metabolismo iniciando una respuesta inflamatoria cuando se produce una lesión o una infección. Según los expertos, el estrés psicológico puede provocar la aparición de enfermedades que suponen una inflamación excesiva como algunos tipos de alergia, enfermedades autoinmunes, enfermedades infecciosas, trastornos reumáticos o patologías cardiovasculares. 

Esto es lo que concluyó otro estudio al respecto de la relación entre el estrés y el sistema inmune realizada por científicos de la Universidad de Washington. 

Las emociones negativas y las enfermedades

Existen innumerables estudios realizados por científicos, psicólogos, neuropsiquiatras, etc sobre como influye el estado de ánimo sobre la aparición de ciertas enfermedades o sobre la intensificación de los síntomas. 

Habrás escuchado decir que tener un buen estado de ánimo y una perspectiva positiva es fundamental para la curación de muchas enfermedades. Y es que, según los expertos, las emociones negativas estimulan la producción de hormonas como el cortisol, las catecolaminas o citoquinas que actúan sobre las células de la sangre, en concreto sobre los linfocitos, que son los encargados de actuar y destruir sobre los agentes infecciosos y las células cancerígenas.

Así es cómo, ante una situación de estrés, desánimo, tristeza o depresión, las hormonas que regulan el sistema inmune, pueden predisponernos a padecer con mayor frecuencia algunas enferemedades infecciosas, así como dificultar la curación o cicatricación de algunas heridas e incluso, pueden agravar algunas enfermedades graves y cánceres. 

Aunque todavía se desconocen muchas facetas sobre la relación entre el estrés o las emociones negativas con un funcionamiento deficitario del sistema inmune, las estadísticas muestran cómo quienes afrontan enfermedades o su vida cotidiana con más positividad y alegría padecen menos enfermedades o sanan más rápido que aquellas que lo afrontan con negatividad y pesimismo. 

Conclusión

El estrés es un mal endémico que afecta al funcionamiento de distintos sistemas del organismo e incluso al bienestar emocional. En definitiva, el estrés nos afecta:

- a nivel físico (taquicardia, asma, hiperventilación, sequedad de boca, etc)

- a nivel cognitivo: falta de concentración, irritabilidad, confusión, problemas de memoria, etc.

- a nivel motor: temblores, contracciones musculares, tartamudeo...

El estrés, según los expertos y las muestras que nos dejan distintos estudios, puede afectar al sistema inmune volviéndonos más vulnerables al ataque de los microorganismos presentes en el medio ambiente. Puede provocar una recuperación lenta ante distintos trastornos o agravar los síntomas de algunas enfermedades.

Por lo tanto, combatir un alto nivel de estrés es fundamental para garantizar nuestra buena salud, tanto la física, como la psicológica.