Por qué el uso del smarthpone reduce la capacidad de concentración
Por qué los móviles están acabando con la concentración de la gente
Hoy en día existen más de 3500 millones de usuarios de smartphones que dedican el 69% de su tiempo en su teléfono. Si te parece exagerado, piensa cuántas veces miras tul móvil al día, cuántas veces abres aplicaciones, buscas en Internet, abres el correo…
Pues bien, todo este frenesí tiene un efecto claro sobre las personas, varios estudios en Europa, Estados Unidos o Japón así lo afirman: el uso del smartphone reduce la capacidad de concentración.
El uso del smartphone en el entorno laboral
Confiesa… ¿no has tenido alguna vez la sensación de que tu teléfono móvil te hace menos productivo? Pues bien, esto no solo te pasa a ti, millones de personas están sufriendo los efectos secundarios del uso abusivo de los smartphones.
Un estudio realizado por Office Team reveló que un empleado pasa cerca de cinco horas a la semana durante su tiempo de oficina utilizando su smartphone para temas que no tienen relación con su tarea profesional. Es por ello que en muchas empresas ya está prohibido el uso de los terminales durante la jornada laboral. Y es que, no solo se invierte tiempo respondiendo WhatsApps o comprando online, también hay que sumar el tiempo que se tarda en recuperar la concentración y volver a la tarea.
De hecho, en casi todos los estudios al respecto se pone de manifiesto como la tecnología es la distracción número uno en el entorno laboral.
El uso de la telefonía móvil en la vida diaria
En nuestra vida cotidiana, sucede más o menos lo mismo, cada 15 minutos sentimos la necesidad de mirar el teléfono en caso de que este no haya emitido ningún sonido, no vaya a ser que esté en modo avión.
Podemos parar cualquier actividad, por importante que sea para contestar un mensaje o para buscar algo en Google. Da igual si estamos en casa, en el metro o incluso conduciendo. Sentimos una auténtica dependencia del teléfono.
Cómo afecta el uso del móvil a la capacidad de concentración
Existen diversos estudios que han probado este hecho: el abuso del smartphone dificulta la capacidad de concentración. Pruebas realizadas en estudiantes, niños o trabajadores ponen de manifiesto que la atención prestada a una tarea es mayor cuando no hay un smartphone de por medio. Y además nos afecta así:
- Internet está cambiando muchos hábitos, la lectura por ejemplo. Los artículos que se leen en Internet son compactos, cortos y concisos. Queremos respuestas inmediatas y las obtenemos en unos segundos a golpe de clic. Cuando queremos leer un libro, es posible que dejemos a un lado el teléfono y paremos varias veces la lectura para mirar o responder por lo que la concentración disminuye y es imposible seguir el hilo.
- Los smartphones están haciendo perezosos a nuestros cerebros, no le obligan a trabajar o a poner más atención. Lo hacen todo por nosotros, recordarnos citas, llevarnos a un lugar, guardar cientos de números de teléfono. Hace unos años podías recitar los números de teléfono de todos tus conocidos, hoy en día, en ocasiones, ni el tuyo propio.
- Los smartphones nos obligan a parar constantemente en nuestras tareas lo que dificulta crear un estado de concentración. Nos lleva más tiempo finalizar las tareas ya que están siendo interrumpidas todo el tiempo.
- Según expertos en neurociencia nuestro cerebro aprende a cambiar de una tarea a otra rápidamente, se acaba convirtiendo en un hábito, pero este hábito choca con la capacidad de atención. Cuando la distracción se convierte en norma, empezamos a desearla cuando no existe, de esta manera tendemos a mirar la pantalla incluso caminando por la calle.
Cómo logra que la concentración no merme por usar un smartphone
- Los expertos y el sentido común tienen la respuesta: si has de realizar un trabajo de concentración, deja el teléfono en otra habitación.
- Si estás trabajando evita tener activadas las notificaciones de tus aplicaciones.
- Deja el teléfono en silencio y revísalo solo en momentos en los que no estás realizando tareas que requieran atención.
- Deja un espacio en tu vida libre de tecnología para comunicarte con los demás cara a cara o contemplarte a ti mismo. No dejes que la tecnología desvíe la atención de ti.