Por qué los códigos QR han resurgido con el COVID-19
La pandemia de coronavirus ha aumentado el uso de códigos QR
Es posible que ahora los encuentres por todas partes, en restaurantes, museos o comercios y, sin embargo, no es una tecnología nueva, ni han surgido con la pandemia del coronavirus. En realidad, los códigos QR se crearon hace unas décadas en Japón, fue la compañía Denso Wave quien en 1994 desarrolló este código que supone una evolución desde el código de barras y que presenta una serie de módulos en blanco y negro con tres cuadrados en las esquinas.
Pues bien, los códigos QR han vivido un resurgir con el COVID-19, te explicamos las razones por las que debes aprender a usarlos para evitar entrar en contacto con distintas superficies.
Por qué usamos más los códigos QR con el COVID-19
La crisis del COVID-19 nos ha obligado a adaptarnos a infinitas situaciones nuevas: convivir con una mascarilla, lavarnos las manos compulsivamente, evitar los abrazos y besos con los demás y sí, también a usar de forma muy frecuente los códigos QR.
De hecho, si nunca antes lo has usado, esta pandemia te llevará hacerlo. Y es que, no encontrarás cartas en los restaurantes y terrazas, ni audioguías en museos. Lo que verás son unos pequeños cuadrados llenos de módulos en blanco y negro que contienen toda la información que necesitas. Son los códigos QR, una evolución de los códigos de barras que se encuentran en los productos de supermercados y que incluso pueden suponer una nueva oportunidad para crear un método de pago de forma rápida y más económica que las tradicionales tarjetas de crédito con sus grandes comisiones.
En realidad, aunque han estado denostados y poco usados durante muchos años, los códigos QR son un gran invento. Antes del COVID 19 los podíamos encontrar en lugares muy determinados donde nos ofrecían acceso a más información, como por ejemplo, en museos. Estaban en tickets de compra para poder acceder a promociones y ofertas, en las páginas de algunas revistas para llegar hasta una landing donde puedes disfrutar de más información o descuentos, etc.
Los códigos QR permiten tener una experiencia "sin contacto"
Sin embargo, no solo pueden servir para leer la carta de un restaurante o para acceder a tu WhatsApp a través del ordenador, esta pandemia ha evidenciado que es un sistema increíble en los viajes y desplazamientos creando una experiencia sin contacto en distintos lugares, incluso en aquellos donde debemos realizar un pago.
El COVID-19 ha obligado a las autoridades sanitarias de distintos países como China o Francia a implementar códigos QR para rastrear el estado de salud de los ciudadanos, así como los movimientos que han realizado para poder detectar cuanto antes un brote y poder aislarlo.
Cambios que nos deja el COVID-19: pagar con código QR
Otra de las cosas que ha cambiado el coronavirus, son los métodos de pago. Si antes usábamos dinero en efectivo (cada vez menos) o tarjetas de crédito, los códigos QR han resurgido durante esta pandemia como un método efectivo, sencillo, económico, que evita el contacto con una TPV o el dinero en efectivo.
Y es que, las terjetas de crétido te obligan en algunos casos a tener que teclear tu código para realizar el pago sobre una TPV que han tocado otras cientos de personas y además, haciéndolo expones tu número secreto ante posibles piratas informáticos.
El cambio para esta situación ha llegado con los códigos QR ya que PayPal ha lanzado una nueva función en su aplicación móvil para poder pagar en restaurantes, tiendas, cines o cualquier otro establecimiento tan solo escaneando el código QR con el móvil. Es una función que facilita la transacción ya no solo al usuario, sino también al empresario que no tendrá que pagar por un terminal como el TPV ni tendrá que pagar las comisiones que aplican los bancos para su uso.
Cómo funcionan los pagos con código QR
- El vendedor ha de crear un código QR que ha de mostrar al comprador.
- El comprador escanea el código usando su aplicación bancaria y pulsa "Pagar".
- La transacción monetaria se realiza y el vendedor recibe una confirmación de pago.
En estos casos existen dos tipos de pago: los estáticos (creados de antemano, impresos y colocados cerca de la caja o el artículo a pagar) y los dinámicos (creados para realizar un pago específico)
Aunque esta tecnología tiene grandes ventajas como que elimina la necesidad de tocar ningún objeto, el vendedor no tiene que pagar los costosos medios de pago mediante tarjeta ni pagar comisiones, tiene todavía una gran desventaja. Y es que, hoy en día, la simplicidad que existe a la hora de generar códigos hace de este sistema un punto de mira para los hackers y para el fraude. Los ladrones pueden reemplazar códigos existentes con los suyos propios para garantizar que el importe del pago vaya a sus bolsillos y no al empresario. Es por esto que aun queda un camino para popularizar y extender este método de pago.
En cualquier caso, ya hay países que están utilizando los pagos mediante códigos QR. Por ejemplo, en China este tipo de transacciones basadas en el escaneo de un hipervínculo gráfico, han crecido de forma exponencial incluso antes del COVID-19.
En Arabia Saudita, en Ghana o en Brasil están introduciendo sistemas nacionales de pago basados en plataformas de código QR.
Cómo se usan los códigos QR
Para poder leer un código QR necesitas un móvil o una tablet:
- Si tienes un móvil iPhone, no tendrás que hacer nada más que situar la cámara delante del código para que lo capte correctamente, sin necesidad de apretar el botón de foto. Apple viene de serie con un lector de códigos QR que permite a sus dispositivos reconocer el código y mostrar una notificación que te llevará a la función que indique el código.
- Si tienes un móvil Android puede que también tenga incorporado un lector de códigos QR, sobre todo si es de última generación. De lo contrario, solo has de descargar uno desde Google Play o descargar la aplicación Google Lens. Cuando pases la cámara por el código te mostrará un enlace que has de pulsar para llegar a la información.
Conclusión
El COVID-19 está cambiando muchas de nuestras costumbres, una de ellas está relacionada con el contacto que tenemos con otras personas o con objetos de uso cotidiano. De esta manera, los antiguamente subestimados códigos QR se están imponiendo en esta nueva realidad para ofrecer una experiencia sin contacto a los usuarios.
Están en los restaurantes, donde la carta puede leerse escaneando un código QR, están en los museos, para acceder a información útil; en el WhatsApp para poder acceder a la versión WEB, en revistas y promociones, para acceder a landings con más información; en los tickets de compra... Y sí, también comienzan a estar disponibles para poder realizar pagos.
A través del código QR evitas tener contacto directo con billetes o monedas (posible foco de contagio de coronavirus) o con las TPV's de los comercios donde has de introducir tu clave secreta.