Por qué las personas mayores pierden el olfato y el gusto
La gente pierde el sentido olfativo y del gusto a medida que envejece, ¿por qué?
Es posible que hayas escuchado a alguna persona mayor lamentase por haber perdido total o parcialmente el sentido del gusto y del olfato.
Esos deliciosos guisos, asados o postres ya no les saben igual, más bien les saben poco y, pueden estar con su nieto que acaba de manchar el pañal sin percatarse del mal olor que desprende, ¿cómo es posible?, ¿por qué las personas mayores pierden el olfato y el gusto?, ¿se puede recuperar?
El sentido del olfato y del gusto, una combinación perfecta
Es muy frecuente que, las personas a partir de cierta edad, comiencen a perder algo de sentido del gusto y del olfato, incluso hay quien lo pierde totalmente. Un hecho que resulta muy frustrante, ya que, pierden la capacidad de disfrutar las sensaciones que provocan ciertos olores y sabores.
A estos sentidos, se les suele valorar de forma conjunta, ya que se complementan y ambos son sentidos químicos.
El sentido del gusto
Gracias al sentido del gusto, podemos distinguir los sabores de los alimentos y, el órgano principal que nos permite recibir esta información es la lengua, aunque el resto de la boca también juegue un papel. ¿Cómo funciona este sentido? Transforma un estímulo químico de un alimento en un impulso nervioso que viaja hasta el cerebro, donde se identifican los sabores y además si nos resultan agradables o no.
Este sentido sirve para que podamos llevar una alimentación variada, evitando la monotonía de comer siempre lo mismo, y además para identificar los alimentos en mal estado, evitando un problema de salud.
Podemos identificar cinco sabores: dulce, agrio, amargo, salado y umami (el quinto sabor, el del glutamato monosódico)
El sentido del olfato
El sentido del gusto, va parejo al del olfato, es más, es un sentido previo al gusto, ya que nos indica si un alimento es comestible o no, y lo complementa, ya que el olfato pone en marcha una combinación de sensaciones olfativas junto con las de las papilas gustativas. Es un órgano muy complejo y preciso, con una gran sensibilidad, ¿sabías que las personas podemos distinguir entre unos 3000 olores distintos?
La pérdida total de la capacidad olfativa se conoce como anosmia y la pérdida hiposmia.
Los mayores pierden olfato y gusto, ¿por qué?
Al comer, muchas personas mayores tienen a confundir los sabores que perciben a través de la lengua y la boca, que es donde se encuentra el sentido del gusto, a través de tres nervios envía información al cerebro para informarle si algo está salado, dulce, agrio, ácido, picante, etc. De igual manera, les cuesta percibir determinados olores, incluso aunque a ti te parezcan invasivos o excesivos.
Para poder comprender lo que les ocurre, puedes hacer un simple experimento, toma un alimento y mastícalo o saboréalo mientras te tapas la nariz, ¿distingues bien los sabores?, ¿serías capaz de decir qué alimento estás comiendo sin usar el sentido del olfato? Posiblemente no, aunque algún sabor te haya llegado minimizado.
Esto ocurre porque el órgano olfativo aporta la mayor parte de la información relacionada con el sabor. Las sustancias químicas de los alimentos se inhalan por la boca y se exhalan por la nariz, donde interaccionan con unas células receptoras que transmiten información sobre el olor. Los odorantes de los alimentos interaccionan con las células y desencadenan una serie de hechos que el cerebro interpreta como un olor.
Pues bien, con el avance de los años y el proceso de envejecimiento natural del cuerpo humano, el sentido del olfato va disminuyendo, incluso mucho más que el del gusto. Es normal pues, encontrar personas mayores que afirman haber perdido mucho olfato, sin referirse al sentido del gusto. Y es que, el órgano olfativo lo utilizamos constantemente, siempre está alerta y, de una manera u otra percibimos olores: el de los coches en la calle, el del guiso en la cocina, el perfume de alguien que pasa, el de la lluvia, etc. Sin embargo, el sentido del gusto, lo usamos solo cuando comemos.
Volviendo a lo que ocurre con el olfato, se cree que va deteriorándose con la edad porque se produce una pérdida progresiva de células sensoriales en la nariz. De los 10 millones de células sensoriales que tiene una persona joven, puede perder dos tercios de esa cantidad.
Como vimos anteriormente, olfato y gusto van parejos, por lo tanto, al ir perdiendo capacidad olfativa, afecta de forma directa al sentido del gusto. Por eso, alguien capaz de detectar cualquier especia o ingrediente presente en un guiso, cuando envejece puede comenzar a notar que no le llegan los sabores de la misma manera, y no es capaz de detectarlos como antes.
Cuándo comienza la pérdida de olfato y gusto
Los expertos dicen que este deterioro de la capacidad olfativa comienza a partir de los 30 años, aunque en esta etapa suele ser muy leve y a muchas personas les pasa desapercibido. En cualquier caso, si la pérdida es muy notoria y no se debe a un catarro, una gripe o a la alergia estacional, conviene consultar al médico para valorar otros posibles trastornos.
Y es que, la falta de olfato o gusto puede ser debida a otros trastornos como un traumatismo craneoencefálico, padecer diabetes, enfermedades degenerativas como el parkinson o el alzheimer, obesidad o padecer tabaquismo.
Si la pérdida del sentido del olfato y del gusto es debida a una enfermedad o pólipos nasales, debes saber que puede ser reversible. En caso de que sea debida al propio envejecimiento del cuerpo humano, no suele recuperarse en la mayor parte de los casos. Sin embargo, si notas cualquier problema con estos órganos, conviene que consultes a tu médico, ya que en los chequeos habituales que se realizan, estas afecciones no se buscan y suelen pasar desapercibidas para el especialista.