Tabaco en la adolescencia: cómo evitar que el adolescente fume
¿Por qué fuman los adolescentes?, ¿Cómo ayudarles a dejar el tabaco?
El tabaquismo es una de las principales causas de muerte prematura y uno de los principales problemas de salud pública a los que se enfrenta nuestro mundo. El tabaco mata a 8 millones de personas en el planeta al año, de ellas 7 millones son consumidores directos y más de 1 son fumadores pasivos.
Pese a estos datos, las alertas sanitarias y la información que poseemos hoy en día (los cigarrillos contienen más de 4000 productos químicos, de los cuales 250 son nocivos y 63 causan cáncer) muchos adolescentes no lo dudan a la hora de encender su primer cigarrillo. ¿Cómo podemos los padres prevenir el consumo de tabaco en la adolescencia? En Quonomy.com te explicamos cómo puedes evitar que tu hijo adolescente fume.
Por qué fumar sigue siendo popular
La gran popularidad del tabaco sucede en el siglo XX. Fumar era bien visto, incluso un signo de elegancia y una forma de socializar con los demás. El número de fumadores creció de forma masiva desde el 1900, hasta había campañas publicitarias que fomentaban el consumo del tabaco.
Cuando comenzaron a aparecer informes que relacionaban el tabaquismo con la aparición de enfermedades, entre ellas el cáncer de pulmón, muchos fumadores ya habían muerto y otros se sentían incapaces de dejar el hábito.
Hoy en día, el incremento de la información sobre los peligros asociados al tabaquismo y las restricciones al tabaco en lugares públicos ha contribuido a que muchos abandonaran el hábito.
Sin embargo, el tabaco sigue estando al alcance de cualquiera y, una vez que lo pruebas, puede tener un efecto adictivo. La nicotina actúa como un estimulante, tiene un efecto parecido a la adrenalina.
Por qué fuman los adolescentes
La mayor parte de fumadores comienzan con el hábito a edades tempranas. Actualmente un millón de adolescentes empiezan a fumar cada año, una cifra que resulta alarmante aunque se haya reducido desde mediados de los años 60.
Sin embargo, los adolescentes comienzan a fumar antes de lo que los padres imaginan. El 10% de los fumadores adultos actuales, comenzó a la edad de 9-10 años y, la mitad de los adolescentes que fuman, encienden su primer cigarrillo a los 14 años. Lo que no saben es que, cuanto más jóvenes empiezan a fumar, más probabilidades tienen de probar otras sustancias como la marihuana o las drogas. Pero, ¿Qué les lleva a fumar?
- Según los estudios, un elevado número de adolescentes comienza a fumar porque lo ve normal y habitual. En sus casas algún miembro de la familia fuma y, aunque en la infancia lo veían nocivo, tuvo influencia en sus vidas.
- La presión de los compañeros influye en ello, si algún amigo fuma es más probable que el resto lo pruebe o se le proponga hacerlo en algún momento.
- El cigarrillo proporciona un elemento de seguridad para muchos adolescentes. Les proporciona algo que hacer con las manos si están nerviosos o sienten timidez.
Qué piensan los adolescentes sobre el tabaco
Algunos adolescentes, sobre todo los que han fumado alguna vez o lo hacen de forma frecuente, no piensan o no consideran los riesgos que supone para su salud. Conoce la información y cómo puede afectar a la salud, pero no se identifican con esa imagen que aparece en las cajetillas de tabaco. Piensan que eso no les va a pasar a ellos.
Están convencidos de que lo de fumar es una fase y que, cuando ellos decidan, podrán dejar de fumar sin pestañear. Pero, la realidad es que muchos de ellos, nada menos que el 70% seguirá fumando tras la adolescencia.
¿Siente mi hijo adolescente adicción a la nicotina?
La nicotina es un compuesto realmente adictivo, tanto como la cocaína, la heroína o el alcohol. El tabaco suele controlar la conducta del fumador: fuma cuando está contento, cuando está nervioso, si ha tenido un disgusto o está enfadado. Cualquier excusa es buena y, además se da el autoengaño de que, cuando ocurre cualquiera de esas circunstancias hay que vivirla con un cigarrillo entre los dedos.
Para saber si un adolescente siente dependencia del tabaco, es necesario observar estos síntomas:
- Ha hecho algún intento de dejarlo o reducir la cantidad de tabaco que fuma y no lo ha conseguido.
- En esos momentos en los que ha dejado de fumar o no puede fumar, siente un deseo irrefrenable de hacerlo. Ansiedad, nerviosismo, irritación o enfado pueden ser algunas de las emociones que muestre cuando no puede consumir.
- Consume tabaco incluso cuando está enfermo, a sabiendas de que es perjudicial para su recuperación.
- Ha ido aumentando el número de cigarrillos que fuma, su tolerancia al tabaco cada vez es mayor.
Cómo evitar el consumo de tabaco en la adolescencia
Una vez que el adolescente o incluso el adulto, caiga en el hábito de fumar, acabar con él es mucho más difícil, por lo tanto, los padres han de realizar una labor previa a ese momento en el que se enciende el primer cigarrillo:
Dar ejemplo a los hijos
Su fumas, tienes una excelente razón para abandonar el hábito: el bienestar de tus hijos. Eres un espejo en el que tus hijos se miran y, como hemos visto, el porcentaje de hijos de padres fumadores es mucho mayor.
Habla con tus hijos sobre el tabaco
Aprovecha oportunidades para hablar sobre el tabaco, como ese momento en el que te cruzas por la calle con alguien que fuma y tus hijos respiran ese humo. Explícales que el riesgo de enfermedad del corazón es 70% veces más alto en fumadores, que un fumador tiene dos veces más posibilidades de padecer cáncer que otro que no fuma (cáncer de boca, laringe, faringe, esófago, pulmones, estómago, páncreas, riñón, vejiga y cuello del útero) y que, los fumadores, en general mueren 10 años antes que los no fumadores.
Escucha a tus hijos
Pregúntales sobre sus amistades, entérate si fuman y deja que te expliquen su visión sobre el tabaco. Intenta no sermonear mientras hablan, deja que se expresen con libertad y que den una versión real de lo que les parece el tabaco.
Ayuda a tus hijos a manejar la presión del grupo
Si en su grupo hay otros adolescentes que fuman, ayúdale a poder pasar por la presión de los amigos. Ensaya con él técnicas o formas de manejar este tipo de situaciones.
Si mi hijo adolescente fuma, ¿cómo le ayudo a dejarlo?
Ayúdale a dejar de forma inmediata el hábito, cuanto más tiempo pase fumando, más se instalará el hábito en su cuerpo y su estilo de vida y más difícil será erradicar. En este caso, no hay un plan mágico que funcione, cada persona es un mundo y cada uno encuentra su plan para dejar de fumar, sin embargo, el que más se utiliza y el que tiene una mayor tasa de éxito es pasar de fumar a la abstinencia inmediata y absoluta.
Las medias tintas como reducir el consumo de cigarrillos solo funciona en algunos momentos, pero una situación de estrés, un enfado, o una noche de juerga puede dar al traste con la intención de dejarlo.
Esta estrategia pasa por interrumpir de forma consciente y decidida el consumo. El día elegido, se apaga el último cigarrillo. Hay que estar preparado emocionalmente y tener mucho valor, tu hijo necesitará de tu ayuda en este paso. Puede sentirse malhumorado, irritable, hambriento o cansado. Pensará en cigarrillos todo el tiempo pero, en tres días la nicotina habrá desaparecido casi por completo del cuerpo y, aunque éste la siga demandando, es fundamental resistir.
Al cabo de unos días, empezará a notar que el sentido del gusto y el olfato ha mejorado, que respira mejor, que tiene más energía y más resistencia. Tras un año sin fumar, el riesgo de enfermedades del corazón y cáncer habrán disminuido significativamente. Tras 10-15 años sin fumar, el riesgo estadístico de padecer cáncer de pulmón será el mismo que los no fumadores.
Y, además, tu hijo adolescente habrá recuperado el control de una parte de su vida que antes, controlaba el tabaco.