Por qué me duele la espalda al toser

Tos persistente y dolor de espalda, ¿por qué están relacionados?

Alba Caraballo - 2021-01-07 11:14:00 - Salud

La tos, sobre todo la tos perruna y la tos persistente, es realmente una molestia. Y es que, en ocasiones se le suman otros síntomas como el dolor de espalda o incluso el dolor en el pecho, abdominal o lumbar.

Toser puede ser debido a diferentes causas, entre ellas el atragantamiento o la alergia, aunque generalmente suele aparecer con un resfriado. Es uno de los síntomas más comunes del catarro y, aunque resulte una molestia, suele ser inofensiva, un acto de defensa del cuerpo para eliminar mucosidad.

Cuando la tos es muy constante o se produce durante varios días, puede traer aparejado dolor de espalda. Esto suele indicar un uso excesivo de los músculos. Sin embargo, hay casos en los que ese dolor está relacionado con una condición más grave y es importante reconocerla como señal de advertencia. En Quonomy.com te contamos por qué duele la espalda al toser y cuándo puede tener un trasfondo más grave y conviene consultar al médico. 

Ver también: Por qué sigo tosiendo si ya no tengo catarro

dolor en la espalda al toser

El dolor de espalda como parte de un proceso catarral con tos

Cuando hablamos de dolor de espalda al toser, generalmente no se aplica a esos dolores en la zona lumbar, a la ciática o a un tirón debido a una mala postura. Se refiere a un dolor en la espalda provocado por el esfuerzo muscular que realizamos durante el proceso de toser.

En ocasiones, las toses que perduran días o las toses que son fuertes, provocan una tensión excesiva en los músculos involucrados. Este uso excesivo puede llegar a ser doloroso. Además, en ocasiones, una mala postura mientras se tiene un ataque de tos, puede provocar un pinzamiento en los nervios de la espalda

Generalmente, al segundo día tras un proceso catarral con tos, puede aparecer este dolor en la espalda que puede prolongarse hasta que desaparece la tos. 

Qué ocurre cuando tosemos

La tos, tanto la productiva, como la tos seca, suele aparecer durante un resfriado, aunque también por otras causas como la fiebre del heno, inhalación de humo o presencia en la garganta de un cuerpo extraño. Se trata de una respuesta natural del cuerpo humano para eliminar esa mucosidad o a consecuencia de la irritación de la laringe y faringe. La tos es un mecanismo de defensa y protección del organismo.

Si tenemos que toser, los músculos de la espalda se contraen de forma repentina e involuntaria para expulsar el aire de las vías respiratorias. Si los músculos de la espalda están particularmente estresados ​​por una tos excesiva durante o después de un resfriado, se produce dolor muscular similar al que se produciría con el entrenamiento excesivo. Si además la parte superior del cuerpo se dobla demasiado durante un ataque de tos, puede producirse una tensión adicional en los músculos de la espalda. Por lo tanto, una postura correcta durante un ataque de tos puede prevenir en gran medida el dolor de espalda. 

El reflejo de la tos se desencadena cuando los receptores de la tos en las vías respiratorias superiores y los bronquios son estimulados y transmiten la advertencia al cerebro. Es un acto involuntario que apenas podemos reprimir una vez que se activa. En este proceso lo que sucede es:

- Primero inhalamos aire profundamente.

- A continuación se cierra la laringe.

- Los músculos respiratorios se contraen.

- La laringe se abre de nuevo.

- Exalamos el aire.

La tos, tanto la seca, como al productiva, aunque una molestia, es en definitiva un recurso muy beneficioso de nuestro cuerpo y es además un reflejo realmente potente. ¿Sabías que la tos puede alcanzar una velocidad de hasta 1000 km por hora? Para alcanza esta potencia se requiere de varios grupos musculares, entre ellos el diafragma, abdominales y la cuestión que nos ocupa, los músculos de la espalda. 

Por qué en ocasiones duele la espalda al toser 

La tos comienza a ser dolorosa cuando se vuelve constante y no parece cesar. Y es que, toser es una verdadera demostración de fuerza para nuestro cuerpo, los músculos trabajan a toda velocidad. 

Ver también: Cómo aliviar la tos seca de noche

Mientras tosemos una y otra vez se ejerce una enorme presión sobre la laringe y los músculos respiratorios, la espalda,  los músculos abdominales y el diafragma. Este uso excesivo se manifiesta en forma de dolor en la espalda, las costillas y en el pecho. Y es que, algunas personas experimentan no solo dolor en la espalda, sino también dolor en el pecho, en concreto alrededor de los arcos costales, cuando tosen mucho para eliminar la mucosidad de los bronquios. Aquí, el esfuerzo indirecto, cuando la inhalación profunda es seguida repetidamente por una exhalación brusca al toser, también tensiona los músculos que no están acostumbrados a esto en un estado saludable. 

Cuando la tos hace que duela la espalda es debido al curso de la enfermedad. La tos se vuelve dolorosa siempre que se vuelve frecuente. Piensa que en cada golpe de tos, el diafragma, el estómago y los músculos de la espalda deben contraerse y relajarse nuevamente y así una y otra vez, día y noche.

En cualquier caso, por más incómodo, molesto y frustrante que sea la tos, en la mayoría de casos es inofensiva. La causa más común de tos y, por lo tanto, dolor al toser es un resfriado común. 

Sin embargo, es importante estar pendiente y no subestimar a la tos y el dolor en la espalda, porque aunque sea una respuesta natural para eliminar mucosidad y algo beneficioso para curar un proceso catarral, en ocasiones puede ser debida a una enfermedad más delicada. 

¿Cuándo es peligrosa la tos y el dolor de espalda?

El dolor de tos asociado con el dolor de espalda, no siempre está causado por un catarro, en algunas ocasiones puede ser una señal de advertencia de neumonía. La inflamación de los pulmones (neumonía) puede provocar dolor al toser ya que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones que se llenan de líquido o pus. La inflamación es provocada por bacterias como los neumococos. 

Además, la tos dolorosa no siempre va acompañada de una enfermedad del tracto respiratorio. Aunque las enfermedades respiratorias como el resfriado, la bronquitis y la neumonía se encuentran entre las causas más obvias, el dolor de pecho y el dolor en las costillas al toser también pueden ser causados ​​por muchos otros trastornos. 

Ver también: Cuál es la diferencia entre bronquitis y bronquiolitis

Puede deberse a una pleuresía, una afección en la que las dos grandes y delgadas capas de tejido que separan los pulmones de la pared torácica, se inflama. Otras enfermedades relacionadas con estos síntomas son enfermedad del páncreas, del bazo, hematomas o fracturas en las costillas o infarto de miocardio. 

Por lo tanto, ante la duda, o si la tos y el dolor van acompañados de fiebre o persisten mucho en el tiempo, es importante consultar con el médico. 

Cómo aliviar el dolor de espalda al toser

Los médicos hoy en día no son partidarios de recetar jarabes para eliminar la tos, ya que es la forma en la que el cuerpo intenta eliminar la presencia de cuerpos extraños o mucosidad en la garganta. En el caso de la tos productiva producida, por ejemplo por una bronquitis, no se recomiendan los antitusivos, porque la mucosidad ha de salir de los bronquios, y eso se hace tosiendo. Si tomas un jarabe supresor de la tos, podrás descansar de ella durante un tiempo, pero puedes estar provocando un problema mayor en las vías respiratorias. Por lo tanto, recomiendan: 

- Inhalar vapor caliente con sal o aceites esenciales es beneficioso para resfriados, bronquitis, neumonías y laringitis.

- Beber abundante agua para mantener húmedas las membranas mucosas y aliviar la irritación, así como para aflojar el moco y expectorarlo más fácilmente.

- Toma de hierbas como el tomillo, manzanilla o hierba luisa para suavizar la garganta y mejorar la irritación. 

- Para el dolor de espalda, si es muy molesto, tu médico podría recetarte analgésicos o antiinflamatorios. 

- Mantener la espalda y el torso calientes mientras se tiene tos, también ayuda a aliviar los músculos doloridos.