Qué te puede ocurrir si bebes cerveza todos los días
6 efectos sobre tu salud si bebes cervez a diario
Algunos períodos del año, la forma en que comemos y bebemos es menos estricta. En navidades, Semana Santa o vacaciones de verano, tiramos por la borda nuestros propósitos y relajamos nuestras costumbres. Bebemos más vino, cerveza o bebidas alcohólicas en cenas y comidas sabiendo que es un “recreo” en nuestras costumbres pero, ¿qué ocurre si no es así?, ¿has pensado cuáles son los efectos sobre el cuerpo si bebes cerveza todos los días?
6 consecuencias de beber cerveza a diario
Por más que encuentres estudios que digan que la cerveza es sana y previene la aparición de colesterol, es beneficiosa para el corazón, la hipertensión, los riñones o los huesos, hay expertos que nos dicen que no debemos caer en la trampa y realizar un consumo diario de alcohol. Y es que, algunas voces médicas avisan que el consumo constante de grandes cantidades de cerveza u otro tipo de alcohol de forma diaria puede afectar a la salud física y mental. Estos son los 4 problemas de salud con los que nos podemos encontrar si abusamos de la cerveza a diario
Falta de vitaminas: el consumo de alcohol diario y abusivo hace que el cuerpo necesite algunos nutrientes en mayor cantidad para poder hacer frente a ese exceso de alcohol, es el caso de las vitaminas del grupo B, entre ellas, la vitamina B12. Cuando el alcohol acaba con nuestras reservas podemos mostrar una deficiencia de vitaminas y esto puede provocarnos fatiga, cansancio, jaquecas, palpitaciones y malestar general.
Aumento de hormonas femeninas en hombres: el alcohol actúa sobre la función del sistema endocrino, que produce hormonas. De esta forma, las hormonas sexuales podrían verse afectadas y producir más estrógeno y progesterona, lo que hace que aumente el tejido mamario en hombres. Puede ocurrir, por lo tanto, que la zona del pecho en los hombres se vea con más volumen. Además puede hacer bajar el número de espermatozoides y producir disfunción eréctil. Por su parte, las mujeres que consumen abundante cerveza de forma diaria pueden tener ciclos menstruales más irregulares.
Cambios en el estado de ánimo: las personas que beben cerveza y otro tipo de alcohol con frecuencia pueden mostrarse más agresivas e irritables. Pueden incluso cambiar de humor varias veces al día pasando de la euforia a la tristeza, enfado y depresión.
Aumento de peso: la cerveza no es la bebida alcohólica más calórica, por encima de ella está el vino, cava, ron, whiskey, ginebra… Sin embargo, con cada jarra de cerveza, añades a tu dieta de 180 a 240 calorías, según sea el tipo de cerveza que te guste. Beber cerveza de forma constante, por lo tanto, puede hacerte engordar y acumular grasa en la conocida como “barriga cerevecera”.
Daños en el hígado: el alcohol es una sustancia de absorción rápida, es decir, llega al hígado de forma veloz. Y, el hígado, el encargado de eliminar de la sangre las sustancias que resultan nocivas, entre ellas el alcohol, terminará no dando a basto con tanta toxina que eliminar. De hecho, el hígado graso es el primer paso hacia una hepatopatía o enfermedad del hígado.
Problemas estomacales: la diarrea es uno de los efectos secundarios más frecuentes ante un consumo abusivo de alcohol. Y es que, beber demasiado alcohol irrita el intestino delgado, además del revestimiento del estómago y el intestino grueso. Cuando el intestino delgado se inflama puede desencadenar una diarrea. Si los ataques son frecuentes, podrías sufrir de deshidratación y desnutrición.