Cómo ahorrar calefacción: 8 consejos para mantener el calor en casa
8 trucos para mantener la casa caliente en invierno ahorrando dinero en calefacción
Durante los días más fríos del invierno, en muchos hogares se tiende a poner la calefacción muy alta y, durante muchas horas, para poder mantener la casa caliente.
Sin embargo, cuando llega la temida factura, el gasto resulta tan elevado que consume gran parte del presupuesto familiar. ¿Es posible evitarlo? Toma nota de estos 8 consejos para ahorrar calefacción y mantener la casa caliente sin necesidad de gastar tanto dinero.
Por qué las casas están tan frías en invierno
En las casas antiguas, el calor se escapa de las casas y hace que se gaste más dinero en calefacción del que se debería con un aislamiento adecuado. En general, el calor sale:
- Por las ventanas, puertas de terraza, paredes, etc. Es decir, la carpintería de la casa es antigua y deja escapar gran parte del calor del interior de la vivienda.
- A través de infiltraciones, es decir, por esos huecos por los que notamos entrar el aire en un día de mucho frío, como los rieles de las ventanas, la parte de abajo de la puerta principal, las juntas de las ventanas, etc.
Por el contrario, en las casas más modernas, existe un mejor aislamiento y sistemas que permiten que el aire pueda mantenerse caliente dentro durante más tiempo, incluso sin necesidad de ventilar. Y es que, las casas de obra nueva disponen de un sistema de ventilación forzada, es decir, unas rejillas en baños y cocina por los que se saca el aire de dentro de la vivienda y otras, en las estancias como salones y habitaciones, por los que entra el aire de la calle.
Este sistema hace que no sea necesario ventilar en una casa moderna, de la forma que se ha de hacer en una casa más antigua, donde se necesita abrir de par en par ventanas para renovar el aire, ya que se está constantemente intercambiando aire de la calle por el aire de la casa.
Es más, en las casas hechas desde 2008, en muchas casas nuevas se instalan unos sistemas conocidos como recuperadores de calor, que hacen que, al intercambiarse ese aire frío de la calle, por el aire caliente de la casa, el aire que entra se caliente y no entre tan frío.
Sin embargo, si estás leyendo este post, significa que, sueles gastar mucho dinero en calefacción, lo que indica que probablemente tu casa no sea nueva. Por lo tanto, veamos cómo ahorrar calefacción en una casa antigua.
8 consejos para ahorrar calefacción en casa
Si cada vez que llega la factura de la calefacción, te echas las manos a la cabeza, es hora de poner soluciones a este desorbitado gasto:
1. Coloca un termostato para la calefacción
El termostato puede controlar el encendido y apagado de una caldera, en función de la temperatura que deseas mantener en tu hogar. Se suele instalar en el salón, ya que es la estancia en la que se pasa más tiempo y, se puede conectar a la caldera de dos formas:
A través de un cable, de esta manera da orden a la caldera para que arranque o pare. Lo puedes encontrar a precios muy asequibles y es de los más usados.
Inalámbrico: cuando no hay forma de instalar un cable o supone un problema, puede usarse un termostato inalámbrico. Funciona con un receptor en la caldera y un emisor en una estancia, como por ejemplo el salón.
Los termostatos de calefacción pueden ser analógicos y digitales y, en ambos, puedes elegir la temperatura deseada a la que deseas mantener tu hogar. De esta forma, podrás evitar que la caldera funcione a pleno rendimiento y tu casa llegue a los 28º, manteniendo una temperatura de 22 o 23º, y poniéndote ropa adecuada para no quedarte frío en tu vivienda.
2. No tapes los radiadores
En muchas casas se suelen utilizar los radiadores como secadoras, sobre todo en invierno, cubriéndolos con camisetas, calcetines o ropa interior para secarlos después de lavarlos.
Sin embargo, no solo generarás más humedad y, por lo tanto, condensación dentro de tu vivienda, sino que estarás gastando calefacción en secar tu ropa y no en calentar tu vivienda.
Tampoco conviene colocar cubreradiadores, sobre todo en casas muy frías, ya que al calor le costará más desplegarse por la habitación.
3. Ventila la casa por la mañana
No ventiles tu vivienda cuando la calefacción está encendida, aprovecha la primera hora de la mañana para refrescarla e intercambiar el aire y después, mantén las ventanas cerradas. Si fumas y tiendes a dejar la ventana abierta para eliminar el humo del cigarrillo, estarás gastando en calefacción que no usas, se está escapando por la ventana.
4. Cierra radiadores si la casa está caldeada o baja la caldera
Si en tu casa hace mucho calor, bien sea porque es pequeña y se caldea enseguida o porque tienes calefacción centralizada, cierra radiadores si tienes calefacción centralizada y ves que la temperatura dentro está subiendo, o baja la temperatura de la caldera simplemente para mantener el calor que ya has logrado.
Estarás además siendo más respetuoso con el medio ambiente.
5. Cierra las puertas de las habitaciones
La calefacción de una estancia está destinada a calentar esa estancia, no toda la casa, por lo tanto, en los días más fríos, mantendrás la casa más caliente sin necesidad de darle más potencia a la calefacción, si mantienes las puertas cerradas de las distintas estancias.
6. Coloca burletes en las ventanas o espuma aislante
En caso de que en tu casa se escape mucho calor por las ventanas y no tienes presupuesto para cambiar los cerramientos, puedes colocar burletes o espuma aislante en las ventanas y en los bajos de las puertas para mantener el calor de la estancia.
7. Mantén la temperatura constante
Es preferible ir calentando la casa con una temperatura media que, llegar con la casa fría y tener que poner la caldera a toda potencia para caldear la vivienda.
8. Si tienes presupuesto, mejora el aislamiento de tu vivienda
Puede que sea un gasto enorme de dinero inicial pero, a la larga, de ahorrará dinero en calefacción en invierno y mantendrá la casa más fresca en verano.
En este caso debes consultar a un especialista en reforma cuál es la medida más adecuada a tomar en tu vivienda pero, en ocasiones pasa por:
- Cambiar los cerramientos de la vivienda.
- Inyectar aislante en las paredes que dan al exterior.
- Aislar los cajones de las persianas, un lugar por donde se cuela mucho frío.