Cómo aumentar la inmunidad del organismo (4 sencillas medidas)
Consejos para proteger al sistema inmune del cuerpo
Nuestro sistema inmune tiene un trabajo muy importante: defender a nuestro cuerpo de virus, parásitos, hongos y bacterias presentes en el medio ambiente y además lucha contra las propias células del cuerpo cuando cambian por algún tipo de enfermedad. Está formado por una serie de órganos, células y proteínas y, junto con el sistema nervioso, es el sistema más complejo que tiene el cuerpo humano.
Si el sistema inmunológico funciona bien, enfermaremos menos pero, si no lo hace y nuestro cuerpo se enfrenta a un patógeno con el que no ha entrado en contacto nunca, podría verse comprometido y no rendir adecuadamente, con el consiguiente riesgo para la salud.
Cuidar del sistema inmune, por lo tanto, debe ser una prioridad. Por lo tanto, saber cómo aumentar la inmunidad del organismo y mantenerla estable es muy importante para mantener la salud.
Consejos para aumentar inmunidad del organismo y estar sano
Proteger a nuestro organismo de agentes externos, como virus y bacterias, es muy importante para que los anticuerpos puedan combatirlos. El sistema inmune no es un órgano, es toda una entidad, comienza a desarrollarse cuando estamos en el útero materno y alcanza su completa formación a los diez años de edad.
Además, la medicina, por medio de medicamentos y vacunas, ayuda al sistema inmune a defenderse de estos agentes externos. En cualquier caso, lo importante es tener un sistema inmune saludable, por ello podemos apoyarle y aumentar la inmunidad del organismo realizando estas sencillas estrategias:
1. Tomar alimentos que aumentan la inmunidad
Ajo: son bien conocidas las propiedades medicinales del ajo. Actúa como analgésico natural y además como inmunoprotector. Ayuda a prevenir resfriados y la gripe. Puedes consumirlo crudo o en las comidas.
Cebolla: contiene quercitina, un componente que ayuda a fortalecer el sistema inmune previniendo enfermedades virales e incluso alergias. Sus vapores son buenos además para abrir las vías respiratorias en caso de catarro y congestión. Puedes consumirlo cruda o en ensaladas.
Lichi: es una fruta rica en vitamina C, por lo tanto un alimento bueno para ayudar a aportar inmunidad al organismo.
Jengibre: ayuda al sistema inmunológico y por esta razón se utiliza para la prevención y el tratamiento de los resfriados. El jengibre es una plata herbácea muy útil, y se puede consumir fresco o en infusión.
Nuez de Brasil: es una popular semilla brasileña, rica en selenio y antioxidantes, por lo tanto, ayuda a combatir los radicales libres, unas sustancias nocivas que aceleran el envejecimiento, y además apoyan a las defensas del organismo.
Yogur natural: son ricos en lactobacilos y tienen propiedades probióticas, por lo tanto, fortalece el sistema inmunológico.
Verduras: sobre todo las de color verde, ricas en ácido fólico, contribuyen a la formación de las células blancas de la sangre y ayudan a la maduración de las células inmunes. Así contribuye a hacernos más resistentes ante infecciones.
Frutas cítricas: la naranja, limones o mandarinas tienen un alto contenido en vitamina C que es un potente antiinflamatorio y ayudan a prevenir enfermedades virales y bacterianas.
2. Vitamina D para fortalecer el sistema inmune
A través del sol recibimos la mayor parte de vitamina D que necesita el organismo, ya que a través de la alimentación se obtiene una menor cantidad.
Por lo tanto, una exposición diaria y controlada ayudan a mantener el nivel óptimo de vitamina D el el cuerpo.
Pero, ¿qué tiene que ver la vitamina D con el sistema inmune? Según los estudios, un nivel bajo de vitamina D está relacionado con una mayor incidencia de enfermedades respiratorias.
3. Practica ejercicio físico regularmente
El ejercicio físico es necesario para mantener en forma y con buena salud los distintos sistemas del cuerpo humano, entre ellos el inmunológico. Algunas teorías sugieren que el deporte ayuda a eliminar bacterias de los pulmones, provoca cambios en los anticuerpos para que circulen más rápidamente y puedan detectar con mayor celeridad las enfermedades.
Además, según los expertos, el calor que desprende el cuerpo tras el ejercicio contribuye a impedir el crecimiento y proliferación de las bacterias.
4. Buenos hábitos de higiene
Si quieres ayudar a las defensas del organismo a estar en buen estado y no verse expuestas al ataque de agentes externos, solo has de realizar un sencillo y habitual gesto: lavarse las manos.
Adquirir la rutina de lavarte las manos después de estar en lugares públicos, antes de comer, después de ir al baño o si estás enfermo, es la mejor forma de evitar el contagio por virus y bacterias y además de pasarlos a otras personas en caso de estar enfermo.
Y es que, muchos virus y bacterias se propagan por contacto físico, ya que están presentes en las gotitas de saliva que expulsan otras personas al toser o estornudar o pueden incluso caer en elementos cotidianos que tocamos.
Por qué se puede tener un sistema inmune débil
Lo que puede caracterizar un sistema inmune débil es la cantidad de veces que una persona se enferma, teniendo episodios frecuentes y recurrentes de catarros, resfriados o gripes. De esta manera, es probable que su cuerpo no sea capaz de producir células de defensa de manera efectiva, además de permitir la entrada de microorganismos.
Hay distintos factores que pueden debilitar el sistema inmune:
- Una dieta deficiente en vitaminas y minerales.
- Escasos hábitos de higiene.
- Alto nivel de estrés.
- Falta de vacunas.
- El tabaco.
- El abuso del alcohol.
- Tratamientos prolongados con medicamentos antiinflamatorios.
- Tratamientos para curar el cáncer, como los inmunosupresores.
- Diabetes.
- Desnutrición.
Conclusión
Mantener al sistema inmune en buen estado ayudará a tu organismo a combatir con virus, bacterias y otros agentes presentes en el entorno que pueden ser causantes de distintas enfermedades.
No solo llevar una buena alimentación rica en verduras, vitamina C o las frutas cítricas puede ayudar a tu organismo, sino también adoptar buenos hábitos de vida como evitar el sobrepeso, descansar adecuadamente, controlar el estrés, tomar el sol para obtener la vitamina D con las medias de precaución adecuadas, beber mucha agua, evitar los alimentos poco saludables, hacer ejercicio físico y no tomar medicamentos sin receta médica, entre otras medidas.