Cómo cuidar los pies en verano para evitar asperezas y grietas
9 trucos para lucir unos pies perfectos este verano
El verano es la época del año en la que exhibes más los pies. Nadie más que tu se dará cuenta de que tienes una escasa pedicura o un talón agrietado en invierno. Sin embargo, la época de calor es momento para guardar calcetines y botas por lo que, es momento para lucir pies.
En esta época no solo es importante prepararlos para lucir unos pies cuidados sino que además tienes toda una larga temporada para mantenerlos. Conoce cómo cuidar los pies en verano para mantenerlos en buen estado y libres de asperezas y sequedades.
El verano y los pies
En verano, los pies están más expuestos al clima y a otros factores externos. El calor, el roce con la arena de la playa, el contacto con el cloro de la piscina o el uso de determinado calzado de verano puede hacer que, sin el debido cuidado de los pies luzcan resecos y agrietados.
Puede que lleves un vestido veraniego espectacular, pero si luces un talón áspero y lleno de grietas, habrás arruinado tu look. Y es que, unos pies poco cuidados, con las uñas mal pintadas, largas con los talones agrietados da muy mala imagen.
Todo el mundo es susceptible de que le ocurra, la diferencia está en invertir un poco de tiempo en cuidar los pies en verano.
9 trucos para cuidar los pies en verano
No olvides de mantener estos cuidados de belleza para los pies en verano si quieres lucirlos bien cuidados:
1. Exfoliate los pies una vez a la semana en verano
Existen distintos tipos de exfoliantes para pies, desde aquellos que están más secos a los que tienen unas ligeras durezas. Utiliza el más adecuado en tu caso y no olvides realizar esta rutina de belleza una vez por semana. Los exfoliantes pueden acabar con las células de la piel seca que están en la superficie, por lo que, los pies se verán más cuidados.
2. Pasa una piedra pómez cuando te duches
Puedes usarla a diario, en tu rutina de ducha o cada dos días. Es un sistema económico, sencillo e indoloro de acabar con las callosidades y la piel muerta. La piedra pómez tiene orígen volcánico, se produce por la solidificación de determinados tipos de lavas. Por su textura rugosa, dura y áspera, es perfecta para pasarla sobre las durezas de los pies para eliminar todas las impurezas y dejar la piel suave.
3. No remojes demasiado tus pies
¿Pensabas que el agua te venía bien para hidratarlos? Pues bien, lejos de lo que piensa, mantener a remojo demasiado tiempo los pies, como cuando estás en el borde de la piscina o paseas por la orilla de la playa, puede deshidratar más unos pies que, ya de por sí están secos.
4. Hidrata tus pies
Los talones, es la parte del pie que más sufre en verano, ya que suelen ir al aire y además son los que llevan el peso del cuerpo sobre un calzado más ligero que en invierno. Como resultado, tienden a secarse más que otras partes del cuerpo. Además, tienen más piel que el resto del pie, y es más gruesa, por lo que, es posible que veas como, aun hidratándote los pies a diario, siguen estando secos. Y es que, esta zona requiere más esfuerzo para mantener la humedad.
Si tu crema de pies habitual no es suficiente, aplica un aceite corporal nada más salir de la ducha, así retendrás la humedad que los pies han absorbido mientras te lavabas. Cada noche, aplica crema hidratante intensa, preferiblemente, especial para pies para que, pueda penetrar bien, ya que te esperan unas horas relajada sin caminar.
5. Los pies también necesitan protección solar
A mucha gente se le olvida aplicar protección solar en el empeine y los dedos del pie. Un grave error, ya que esta piel también necesita ser protegida de los rayos uva, y además, las uñas, hechas de proteínas, también son vulnerables a la acción del sol y otros factores externos.
El sol, la arena y el viento, pueden secar las cutículas de las uñas impidiendo el correcto crecimiento de la uña. Basta con aplicar protector solar también en los pies para cuidar tanto la piel del empeine como los dedos y uñas.
6. Deja respirar a las uñas de los pies
Una pedicura cuidada con unas uñas bonitas y pintadas dan el toque final a un buen look de pies, sin embargo, abusar del esmalte tampoco es bueno. Las uñas necesitan un descanso de vez en cuando, han de respirar para que puedan crecer saludables. Si, al menos descansas de esmalte una vez al mes, evitarás la decoloración de la uña, más aun si usas esmaltes oscuros.
7. Masajea tus pies de vez en cuando
Puedes darte el masaje tu misma, mientras te aplicas la crema hidratante. Frota desde la base del pie al talón y masajea cada dedo de forma independiente. Así ayudarás a oxigenar y relajar los músculos del pie. También puedes emplear el truco de la pelota de tenis, colócala en el suelo y pon tu pie encima, mueve la pelota con el pie de arriba a abajo para que sea ésta la que masajea toda la base. Es un masaje genial si además has pasado el día con unos tacones altos.
8. No andes descalza por la piscina
Andar descalza por el césped o el suelo de la piscina puede ser cómodo y tentador, sin embargo, debes evitarlo en la medida de los posible. Los pies sucios, las astillas que puede haber en el suelo o los golpes en los dedos es el menor de los males. En las piscinas, sobre todo en baños, duchas y otras zonas comunes, pueden ser un criadero de hongos y otros gérmenes. Es preferible andar con chanclas a tener que enfrentarte a tener hongos en los pies. De hecho, es recomendable que laves a diario las zapatillas de piscina tras su uso.
9. Usa un calzado que no te haga sudar el pie
Algunos mocasines o bailarinas están elaborados con material sintético por lo que puede hacer sudar el pie mucho más (hiperhidrosis). Para cuidar los pies es recomendable usar un zapato adecuado, que sujete bien el pie y sea de material natural y que favorezca la transpiración del pie.