Cómo educar y controlar el apetito
Consejos para controlar el apetito y evitar caer en tentaciones poco saludables
El apetito es un instinto que debemos saber controlar para evitar caer en la tentación de atiborrarnos a alimentos que no nos convienen: bollos, dulces, bizcochos, comida rápida…
Si quieres evitar esos momentos en los que te encuentras “asaltando” tu nevera a las dos de la mañana, es hora de aprender a educar y controlar el apetito. Controlando el apetito podrás cambiar tus hábitos de vida y esto será beneficioso para tu estado de salud.
El instinto del apetito
El apetito es ese instinto que sentimos que nos lleva a satisfacer una necesidad o un deseo de comer algo.
Mientras que los animales satisfacen su apetito automáticamente, tan solo guiados por su instinto, sin tener en cuenta si es conveniente o no, o si procede o no, los humanos estamos dotados de la capacidad de racionalizar ese apetito. Es decir, te puede apetecer tomarte una tarta de chocolate toda entera, solo para ti, pero tu cerebro lanza unas cuantas alertas para que frenes ese instinto.
Las personas estamos dotados de una estructura cerebral que filtra las llamadas del apetito para controlarlo si la situación es inadecuada o para discernir si nos conviene o no.
¿Hay que satisfacer el apetito?
Algunas personas afirman que el apetito ha de ser siempre complacido bajo la idea de que “el cuerpo es sabio, y hay que darle lo que pide”.
Sin embargo esta idea es errónea, sobre todo si pensamos en los niños. Complacer ese apetito no educado ni controlado puede llevar al sobrepeso, a la obesidad y a la enfermedad.
Por lo tanto la respuesta es no, no debemos ser esclavos del apetito. Debemos tener fuerza de voluntad para reeducar los gustos si nos apasionan los dulces, o nos vuelven locos las hamburguesas de los restaurantes de comida rápida porque dar rienda suelta a esa apetencia solo nos conducirá a tener una mala salud.
Cómo funciona el apetito
El instinto del apetito se encuentra en el hipotálamo, una estructura de poco más de un centímetro que está en la base del cerebro, sobre la glándula hipófisis. El hipotálamo es el centro del sistema nervioso vegetativo y de él surgen los impulsos para comer, beber y para la actividad sexual. Todos ellos impulsos que pasan a ser evaluados y controlados en los lóbulos frontales del cerebro.
Por qué es importante educar el apetito
El impulso o el instinto del apetito no es algo que debamos anular, ya que resulta imprescindible para la vida, pero sí hemos de educar y controlar el apetito ya que es la forma de asegurarnos una buena salud y el bienestar que el cuerpo necesita.
Necesitamos educar el apetito para que te guste la comida sana y encuentres satisfacción en degustar los alimentos que más te benefician.
Y, necesitamos controlar el apetito para que puedas sentirte satisfecho con una cantidad prudente de comida.
Si logras educar y controlar el apetito conseguirás todos estos beneficios:
- Evitarás padecer sobrepeso y finalmente obesidad, con todos los problemas de salud derivados de ella.
- Lograrás prevenir algunos tipos de cáncer relacionados con la mala alimentación
- Podrás prevenir distintos tipos de enfermedades desde respiratorias, a circulatorias, pasando por hipertensión, diabetes, problemas de corazón, etc.
Cómo controlar el apetito: 3 reglas de oro
En general, es posible que sepamos qué alimentos son beneficiosos y cuáles nos perjudican por lo que, en muchas ocasiones nos falta es saber controlar la ingesta de los que nos perjudican. En definitiva, ¿cómo hacer para no depender de los alimentos que no son buenos y disfrutar con los sanos?
Educar el apetito es algo que no se logra de la noche a la mañana, es algo que has de vivir de forma gradual, reforzar tus logros y superar tus errores. Pero puede ayudarte:
1. Conocer bien las ventajas que se obtienen comiendo sano y no dejándonos llevar por el instinto del apetito. ¿Realmente sabes qué puede ocurrirte si tomas demasiado azúcar, grasas trans, bebes mucho alcohol o te pasas constantemente con la ingesta calórica? Es la fase cognitiva para controlar y educar el apetito. Adquirir el conocimiento sobre los alimentos.
2. Consiste en aprender a disfrutar de esos alimentos que son buenos y saludables. Sí, realmente se puede disfrutar comiendo verduras, frutas, pescados… Solo debes encontrar la forma de cocinarlos que más te atraiga.
3. Fijar esa conducta hacia la comida es fundamental. No sirve de nada pasar una semana controlando el instinto de comerte cuatro pizzas, si tras unos días, caes en la tentación. Todos los días has de ser consciente de los platos que comas deben contener nutrientes necesarios y eliminar lo que no te aporta nada más que un segundo de placer en el paladar.
Más consejos para educar el apetito
Algunas ideas prácticas que puedes llevar a cabo para frenar ese apetito voraz que a todos nos invade en un momento determinado son:
- Comer más despacio, mastica bien cada alimento y evita engullir la comida porque te está gustando. Disfruta de cada bocado.
- Evita saltarte comidas ya que llegarás con más hambre a la siguiente comida. Puedes tomar entre horas (a media mañana y por la tarde), una pieza de fruta, un puñado de frutos secos o un yogur para calmar el apetito.
- No tomes alimentos que aumentan la sensación de apetito, son aquellos que una vez que comienzas, no hay quien te pare: donuts, bizcochos, golosinas, pastas…
- Si sueles picar por aburrimiento o para olvidar alguna pena o problema, intenta ocupar la mente con otra actividad que no sea la comida: sal a pasear, lee un libro, llama a un amigo…
- No hagas la compra con hambre, terminarás echando al carro esos alimentos que no te convienen y que, no deberías tener en tu cocina para evitar tentaciones.