Por qué no pierdo peso si hago dieta
11 razones por las que no estás perdiendo peso aunque hagas dieta
Hacer dieta para perder peso es un objetivo que requiere esfuerzo, dedicación y paciencia. Será fácil caer en la tentación y difícil mantener un alto nivel de motivación, seguro que eso ya lo sabes. Pero, ¿qué ocurre si a pesar de restringir la ingesta de alimentos no pierdes los kilos que esperabas?
Si te preguntas… ¿por qué no pierdo peso si hago dieta? Sigue leyendo, estas son 11 posibles razones por las que no solo no bajas de peso sino que incluso, en alguna ocasión has ganado algún kilo.
- 1. Es normal no bajar de peso de forma brusca
- 2. ¿Qué dieta estás siguiendo?
- 3. Estás comiendo demasiadas calorías
- 4. No pierdes peso y haces dieta pero, ¿practicas ejercicio?
- 5. ¿Te estás saltando la dieta?
- 6. No estás reduciendo los carbohidratos
- 7. No estás bebiendo agua
- 8. ¿Bebes alcohol?
- 9. Alguna condición médica te complica el perder peso
- 10. Tus expectativas son poco realistas
- 11. Llevas haciendo dieta mucho tiempo
- Cómo saber qué me influye para no perder peso
- Conclusiones sobre la pérdida de peso
1. Es normal no bajar de peso de forma brusca
Comenzar a hacer dieta y perder peso inmediatamente no es algo que ocurra así, como por arte de magia. Cuando realizas un plan de adelgazamiento, el cuerpo ha de adaptarse a esa alimentación por lo que es normal que la báscula siga mostrando el mismo peso por unos días, o incluso semanas. Pero esto no quiere decir que no estés perdiendo grasa.
Si haces dieta y además haces ejercicio es posible que estés ganando músculo al mismo tiempo que pierdes el excedente de grasa, y esto es bueno, porque podrás mantener tus músculos firmes al mismo tiempo que pierdes grasa.
Lo que puedes hacer si piensas que no pierdes peso es, además de pesarte cada mañana, medir tus contornos, por ejemplo, puedes medir la circunferencia de tu cintura o comprobar cómo te queda la ropa. Verás que, si haces dieta, a pesar de pesar lo mismo durante dos semanas, puedes haber perdido algún centímetro, por lo tanto, sigue así… ¡vas por buen camino!
2. ¿Qué dieta estás siguiendo?
Los estudios muestran que las personas que siguen un plan de dieta, adelgazan más fácilmente que las que no llevan una rutina organizada de comidas. Tener un menú semanal para adelgazar, te ayudará llevar un registro de lo que comes e incluso a saber cuántas grasas, proteínas e hidratos comes y cuándo lo haces.
De esta forma, podrás controlar las calorías que consumes al día. Te ayudará tener una báscula de alimentos para pesarlos ya que muchos regímenes se basan en la idea de contar los gramos de alimentos que se ingieren al día para llegar a un tope máximo calórico.
3. Estás comiendo demasiadas calorías
Existen dietas de 1500 calorías, 1800, 2100... escoge aquel plan que más se adecúe con tu condición y tu peso y elabora un menú semanal adecuado a este nivel calórico.
Muchas personas que no pierden peso a pesar de hacer dieta, están comiendo demasiadas calorías, más de las que queman. Es muy posible que estés subestimando el número de calorías de muchos alimentos. Cuando inicies la dieta, te convendrá tanto pesar los alimentos como controlar sus calorías, al menos durante un tiempo.
4. No pierdes peso y haces dieta pero, ¿practicas ejercicio?
Hacer dieta no es lo único que has de hacer para perder peso, además debes acompañarla de ejercicio físico, es el plan recomendado por nutricionistas y dietistas. Es la mejor manera de mantener el cuerpo tonificado y seguir restando kilos en tu cuerpo.
Si ir al gimnasio no es lo tuyo, intenta crear un plan de ejercicios en casa, existen muchas aplicaciones de móvil que te ayudarán a trabajar los distintos grupos musculares. También puedes caminar entre media hora y una hora todos los días, subir las escaleras y no usar el ascensor y cualquier otra rutina que suponga mover el cuerpo y evitar el sedentarismo.
5. ¿Te estás saltando la dieta?
Aunque hasta las dietas más estrictas permitan algún capricho de vez en cuando, esto no significa que todos los días hayas de comerte un croissant o merendar un helado. Quizás te estás engañando a ti mismo pensando que haces dieta porque has comido una ensalada, pero si luego picas entre horas o asaltas la nevera por la noche habrás incurrido en una gran contradicción con tu alimentación.
6. No estás reduciendo los carbohidratos
Si tienes mucho peso que perder has de considerar una dieta baja en carbohidratos, lo que no significa eliminarlos por completo, ya que los necesitas para mantenerte en un nivel óptimo de energía.
Está demostrado que reducir la ingesta de carbohidratos ayuda a perder peso. Por ejemplo, si ala hora de la comida tomas un plato de pasta y luego quemas esos hidratos de carbono en una sesión de entrenamiento o los evitas en la cena, estarás en el camino correcto ya que no lograrás quemarlos. Ten en cuenta también que, cuando haces ejercicio, los primeros 20 minutos solo quemas hidratos y, a partir de ese momento comenzarás a quemar las grasas.
7. No estás bebiendo agua
Según los estudios sobre nutrición, es fundamental estar bien hidratado y beber la suficiente agua para perder peso. El agua aumenta la cantidad de calorías quemadas en más de un 20%. Ten siempre a mano una botellita de agua y bebe, como mínimo, 1 litro de agua al día. Ayudarás además a eliminar toxinas.
8. ¿Bebes alcohol?
Puede que estés acostumbrado a tomar un par de cervezas al día o a comer con vino, sin embargo, el alcohol tiene un alto contenido calórico por lo que puede ser el culpable por el que no pierdes peso a pesar de hacer dieta, tenlo en cuenta cuando realices un conteo calórico de lo que ingieres al día. Según algunos estudios, el consumo excesivo de alcohol está relacionado con el aumento de peso.
9. Alguna condición médica te complica el perder peso
Algunas enfermedades pueden impulsar el aumento de peso, como el hipotiroidismo o el síndrome del ovario poliquístico. Asimismo, algunos medicamentos pueden hincharte e interferir en tu objetivo de bajar unas tallas, como por ejemplo la toma de corticoesteroides de forma continuada para tratar ciertos trastornos.
10. Tus expectativas son poco realistas
Si tienes sobrepeso, quizás los primeros kilos no te resulten muy complicados de perder, sin embargo, mantener ese ritmo no es fácil, en ocasiones no verás resultados en algunas semanas. Este momento es en el que muchas personas tiran la toalla, ya que el objetivo de bajar de talla ha caído en un valle. Aunque esto es absolutamente normal, muchas personas se desesperan porque no ven grandes resultados en poco tiempo.
Has de asumir que, después de un tiempo, tu peso irá estabilizándose y quizás no pierdas más que 1 kilo cada 2 semanas. Sin embargo, cuando más afianzado y constante sea el proceso, más difícil será que vuelvas a tu peso anterior.
11. Llevas haciendo dieta mucho tiempo
Si llevas mucho tiempo sin perder un solo gramo a pesar de seguir todas las normas, es posible que lleves demasiado tiempo haciendo dieta. Quizás sea momento de darle un descanso al cuerpo para retomarla más adelante.
Cómo saber qué me influye para no perder peso
Todos estos condicionantes y otros como, la herencia genética, el metabolismo, la ingesta de azúcar o el desconocimiento de las dietas pueden influir en que no estés perdiendo peso pero, de todos ellos, ¿qué condicionante te afecta a ti?
Es posible que seas consciente de lo que estás haciendo mal pero, si no lo tienes claro, puedes acudir a un endocrino que analizará, según tu historia médica y tus resultados analíticos, qué está interfiriendo en que no pierdas peso y que, incluso en ocasiones ganes algunos kilos.
De esta manera podrás iniciar un plan adecuado a tu condición.
Conclusiones sobre la pérdida de peso
- Perder peso no es una tarea fácil y existen un sinfín de condicionantes que pueden interferir en tu objetivo. Revisa cuál es el tuyo e intenta salvarlo.
- Podrás perder peso cuando ingieres las mismas calorías que quemas, si esto no se produce, no podrás bajar más que unos gramos.
- Encuentra una dieta que encaje con tu estilo de vida, existen muchas y variadas que pueden ir perfectas para personas con poco tiempo.
- Practica ejercicio físico de forma regular, es lo que te hará ver más y mejores resultados. Una dieta sin una actividad física que la respalde no está completa.- Perder peso es un objetivo que requiere perseverancia, disciplina y mucha dedicación. Encuentra la motivación que necesitas y lograras tu meta.