Cómo motivarte para hacer deporte cuando no te apetece o estás cansado
Estrategias para vencer la apatía y poder hacer ejercicio físco
El objetivo de hacer deporte en muchos casos es mantener el cuerpo en forma y tonificado, además de adelgazar, recuperar la figura o simplemente, sentirse bien.
Sin embargo, ir al gimnasio, salir a correr, a montar en bicicleta o a patinar no siempre apetece. Las exigencias del día a día, el cansancio, la falta de tiempo o el estrés puede hacer que practicar alguna actividad física pase al último punto de una lista de cosas que hacer.
Si, en ocasiones, te faltan ganas, conoce cómo motivarte para hacer deporte cuando no te apetece o estás muy cansado.
Estrategias para motivarse a hacer deporte aunque no te apetezca
Perder peso, lucir buen cuerpo o no engordar son buenos objetivos, muchos de ellos son los que nos llevan a practicar algún deporte. Sin embargo, por mucho que queramos luchar para lograr esa meta, no siempre encontramos suficientes razones para hacer ejercicio físico.
Un largo día de trabajo, un catarro, tener que limpiar la casa… cualquier excusa es buena en ocasiones para saltarse el entrenamiento.
Si necesitas argumentos para motivarte para hacer deporte y sobreponerte así a la apatía y a la pereza, toma nota de estos consejos:
El primer punto de tu lista de prioridades
Si dejas el deporte para la última hora del día, es muy posible que, día sí, día también, lo pospongas. Solemos tener la agenda tan llena de actividades que, cuando ir al gimnasio o correr está al final de la lista de prioridades, el cansancio físico y mental nos impida afrontar una actividad más.
Para evitarlo, mueve el deporte a lo primero de tu lista. Levántate antes si es preciso y practica deporte a primera hora de la mañana para evitar que nada interfiera con tu entrenamiento.
Practica deporte con alguien
Cuando tu rutina consiste en salir a correr solo, hacer un recorrido en bicicleta solo, o acudir a una clase en el gimnasio es mucho más probable que te saltes esas actividades. Sin embargo, si practicas deporte con alguien, ya sea con tu pareja o con un amigo, adquirirás un compromiso con esa persona y te costará más dejarle “colgado”.
Acude a clases colectivas
Este consejo está en consonancia con el anterior. Si te apuntas a una clase a la que tienes que acudir dos o tres días por semana, donde hay un monitor que te guía, te será más difícil saltarte la cita. Ya sea por no tirar el dinero, por no dejar fallar al profesor, te sentirás más obligado a ponerte la ropa y las zapatillas de deporte y acudir a tu clase.
Encuentra el deporte que te gusta
Si hacer máquinas no es lo tuyo, no lo hagas. Si cada vez que vas a Pilates, te entra un sueño abrumador, no lo hagas. El hecho de que otras personas de tu entorno encuentren divertidas ciertas prácticas deportivas, no significa que a ti te ocurra lo mismo. Para hacer deporte y que no te venza la pereza, debes encontrar la disciplina que más se adapta a tus gustos. Deportes hay muchos, seguro que, de entre todos, te decides por aquel que te apasione o al menos te guste, y te reporte un bienestar físico.
Oblígate a ti mismo para hacer deporte
Acuérdate de todas esas veces que, estabas agotado y no te apetecía ir al gimnasio y, sin embargo, saliste renovado. Recuerda la satisfacción que sientes contigo mismo cuando vences la apatía y encuentras la motivación para hacer deporte. El deporte tiene un impacto sobre el cuerpo, pero también sobre la mente. Libera endorfinas y nos hace sentir mejor. Si además, haces deportes aeróbicos, la adrenalina sube y te sientes más vivo, más valiente y más capaz.
Marca tu agenda
No dejes que el deporte sea algo improvisado en tu vida. Reserva dos o tres huecos en tu agenda para poder salir a correr, ir al gimnasio o hacer unos largos en la piscina. De lo contrario, siempre encontrarás otra cosa más importante que hacer. Bloquea algunos huecos en tu agenda para motivarte a hacer deporte.
No siempre será perfecto
Algunos días te sentirás muy motivado mientras practicas deporte. Querrás superarte a ti mismo, afrontar nuevos retos, mejorar en la disciplina que practiques pero, otros días, serán más difíciles. Encontrarás complicado encontrar la energía para darlo todo. Debes aceptar esto, y no venirte abajo porque no haya sido un buen día. Al menos, no has estado tumbado en el sillón viendo la televisión.
No lo dejes por otras tareas
Aunque hayas reservado huecos en tu agenda para hacer deporte, habrá días que tengas otras responsabilidades inesperadas que atender. No dejes de ir al gimnasio porque tienes que salir antes, no dejes de salir a correr porque no puedes hacerlo durante tus 30 minutos habituales. No lo dudes, hacer 15 o 20 minutos de deporte, es mejor que no hacer nada.
No olvides nunca tu objetivo
Cuando te entre la pereza y no encuentres la motivación para hacer deporte, recuerda por qué te apuntaste al gimnasio o qué te llevó a comenzar a correr. Ponte notas en el espejo, en tu agenda, alarmas en el móvil… cualquier cosa que te recuerde cuál es tu objetivo.
Reconoce tus avances y, si practicando deporte de forma habitual, has logrado perder algún kilo, ves que tu grasa abdominal ha bajado o que tus piernas están más firmes, felicítate a ti mismo. Ha sido gracias a tu perseverancia y tu fuerza de voluntad para hacer deporte. Esos pequeños logros deben ser tu motor para seguir haciendo ejercicio físico de forma regular.