Cómo controlar el sudor: 7 trucos infalibles contra la sudoración excesiva
7 ideas muy útiles para no sudar tanto por manos, pies, axilas, espalda o cara
Si alguna vez has llegado empapado en sudor a una entrevista de trabajo, si has tenido que dar la mano sudorosa a alguien, o si en tu ropa generalmente se adivina una incómoda mancha en la zona de las axilas, este artículo es para ti. Te contamos cómo controlar el sudor con estos trucos infalibles para controlar la sudoración excesiva.
Ver también: Cómo controlar el sudor excesivo en la cara
7 trucos infalibles para controlar el sudor excesivo
1- Usa un antitranspirante fuerte contra la sudoración
Ve al armario donde guardas el desodorante que estás usando actualmente y tíralo a la basura, más aun si lo único que hace es dejarte manchas en la ropa. Además, si estás leyendo esto, significa que no está funcionando porque sigues sudando en exceso.
Ver también: Cómo quitar manchas amarillas de desodorante
Necesitas una solución diseñada para frenar el sudor, no para enmascararlo, que es lo que hacen en general los desodorantes. Tenlo claro, el desodorante sirve para dejar de oler, el antitranspirante sirve para detener el sudor.
Sin embargo aquí nos encontramos con otro problema y es que los antitranspirantes más efectivos contienen altos niveles de cloruro de aluminio. Busca uno que tenga al menos un 13% de cloruro de aluminio. Encontrarás además antitranspirantes en formato spray o en roll-on. Según la Organización de Consumidores y Usuarios, entre los tres mejores productos, tanto por precio como por calidad están: Dove Original, Deliplus Aloe y Rexona Maximun Protection.
Si necesitas algo más fuerte, tu médico podrá recetarte una solución, ¿no te parece mejor medida que inyectarte botox en las axilas o anular las glándulas sudoríparas?
2- Aprende a usar un antitranspirante para dejar de sudar
Es posible que lo hayas estado haciendo mal todo este tiempo, no te preocupes, no eres el único. Lo más normal es levantarse, darse una ducha y aplicar el antitranspirante… ¡error!
El antitranspirante necesita tiempo para actuar, por lo que lo más indicado es aplicarlo por la noche, cuando la temperatura es más baja y tu actividad es menor.
Es importante también que te asegures que tus axilas estén limpias antes de aplicarlo y es preferible que estén libres de vello para actuar adecuadamente. Eso sí, no lo apliques inmediatamente después de afeitarlas, espera al menos 24 horas para evitar irritaciones.
3- Escoge cuidadosamente tu ropa contra la sudoración excesiva
Para dejar de sudar, vístete estratégicamente. Algunos trucos de vestuario pueden ocultar la sudoración. Es preferible usar telas ligeras y siempre transpirables. De esta forma ayudas a tu cuerpo a reducir los niveles de sudor. Si la ropa tiene ventilación en la zona de las axilas, mejor aun. Sin embargo, es cierto que no siempre es adecuado llevar una camiseta sin mangas, por ejemplo, para una entrevista de trabajo no es lo mejor.
En estos casos evita los colores grises, brillantes, naranjas o, azules claros porque te delatarán a la primera gota de sudor. Opta mejor por colores oscuros y, las chaquetas y sudaderas siempre son útiles para mantener ocultas las manchas de sudor.
4- Algunos alimentos ayudan a combatir el sudor
La dieta también influye en la sudoración. ¿Te imaginas comiendo una fabada o un cocido calentito?, ¿comida picante? No hay escapatoria, sudarás hasta dejar marcas en tu ropa.
Lo ideal para evitar sudar, aunque parezca contradictorio es mantener una buena hidratación, el agua ayuda a regular la temperatura del cuerpo ya que el cuerpo no ha de sudar tanto para liberar calor extra.
Evita, por supuesto los alimentos picantes, los fritos, las grasas, comidas procesadas, café y bebidas energéticas. Y sí incluye en tu dieta frutas y verduras como los pepinos, las espinacas, la lechuga, la sandía, el apio, los pimientos o el pomelo.
5- El ejercicio regular ayuda a combatir el sudor por estrés
El deporte puede liberar endorfinas, que te ayudarán a sentirte mejor y a reducir el nivel de estrés. Esto ayuda al cuerpo a relajarse y minimiza la respuesta natural de tu cuerpo a sudar ante hechos que puedan provocarte ansiedad.
6- No te agobies si sudas
Relax, no te obsesiones si notas que comienzas a sudar, sólo empeorará la situación y comenzarás a sudar aun más. No dejes que las marcas de sudor en tu ropa te distraigan de cosas más importantes, ya sea venderte como nunca en una entrevista de trabajo, quedar bien en una reunión o impresionar a esa persona que tanto te gusta.
7- Otros tratamientos para controlar el sudor
La hiperhidrosis o sudoración excesiva puede tratarse a nivel médico cuando esta supone un verdadero problema para la persona. Y es que, en algunos casos el sudor puede interferir en el ritmo de vida cotidiano y suponer un problema social. Personas con un sudor excesivo en las manos, en la cara o en las axilas pueden sufrir la reprobación e incluso burlas de otros. En este caso, conviene ir al médico para recibir un tratamiento adecuado. Varios ungüentos y aerosoles recomendados por el médico pueden hacer que las glándulas sudoríparas se sequen.
Otra opción de tratamiento es la iontoforesis, una estimulación eléctrica aplicada a las manos que puede reducir la cantidad de sudor a través de las palmas. Desde hace algún tiempo, la sudoración excesiva también se trata mediante la inyección de Botox o toxina botulínica en el área afectada. Esta toxina incide sobre las terminaciones nerviosas y disminuye la transmisión de impulsos nerviosos a las glándulas sudoríparas, reduciendo la tendencia a sudar. A menudo es un tratamiento que se efectúa en distintas sesiones y cuyo efecto dura entre 3 y 6 meses.
Además de estos tratamientos, se han utilizado distintos fármacos para tratar la hiperhidrosis con diversos grados de éxito. Cuando los medicamentos no tienen éxito en algunos pacientes, pueden ser derivados al dermatólogo para recibir un tratamiento más preciso. En los casos más graves puede considerarse la realización de una operación quirúrgica. Se trata de la simpatectomía torácica, es decir, una intervención en la que se interrumpe la transmisión de impulsos nerviosos de la cadena simpática a la zona afectada, bien sea las manos, los pies, las axilas, etc. produciendo una disminución de la sudoración excesiva.