Cuáles son los errores más comunes en el gimnasio que complican tu entrenamiento
Los 16 errores frecuentes antes, durante y después de ir al gimnasio
De este año no pasa, por fin vas a apuntarte al gimnasio, tienes la sana intención de mantenerte en forma pero, sin saberlo estás cometiendo errores comunes en el gimnasio, es incluso posible que los cometas antes de entrar por la puerta y esto complica no solo tu plan de entrenamiento sino el resultado del mismo.
Los errores comunes antes de llegar al gimnasio que debes evitar
Beber mucha agua antes de entrenar: no es necesario beber un litro de agua antes de ir al gimnasio, lo único que harás será llenar de líquido tu estómago y sentirte pesado mientras realizas ejercicio, es más, es posible que sientas náuseas si realizas deporte de alta intensidad como spinning o crossfit y termines vomitando. Hidrátate bien mientras practicas deporte, pero no lo hagas de forma compulsiva antes de iniciar la sesión.
Entrenar con el estómago vacío: si bien es cierto que lo más recomendable no es entrenar después de haberte comido un chuletón o un plato inmenso de judías, tampoco puedes entrenar si no has comido nada. Necesitas energía para afrontar una sesión en el gimnasio, por lo que te recomendamos que tomes algo ligero como un yogur, una tostada integral con pavo o una barrita energética. Intenta tomar esos alimentos ligeros media hora antes de entrenar. Y, si practicas deporte a primera hora de la mañana prueba a tomar una pieza de fruta.
Entrenar sin haber tenido un buen descanso: dormir las horas necesarias es fundamental para poder afrontar una sesión en el gimnasio. La falta de sueño puede provocar que tu ritmo cardíaco sea mayor, tengas menos energía para practicar deporte y te sientas fatigado nada más comenzar.
Tomar demasiada fibra antes de entrenar: sí, la fibra aporta energía pero quizás antes de ir al gimnasio no es el mejor momento. Hazlo al menos 3 horas antes de entrenar ya que así le das al cuerpo algo de espacio para digerir la fibra.
No tener un objetivo: plantearse metas y objetivos como perder peso, ganar masa muscular o mantenerse en forma te ayudará a seguir en el gimnasio, semana a semana, trabajando para conseguirlo. Ir porque va algún amigo o quieres probar un tiempo, te hará abandonar en seguida.
Ingerir batidos de proteína antes de entrenar: es un error muy frecuente pero no conveniente. El cuerpo tarda bastante tiempo en digerir las proteínas, tanto que llegarán a tu organismo cuando hayas terminado de entrenar. Si quieres energía para entrenar con más fuerza, prueba a tomar carbohidratos.
Los errores más frecuentes en el gimnasio
Saltarse el calentamiento: a muchas personas les da una gran pereza esta fase pero es básica para evitar lesiones. Siempre calienta al menos 5 minutos antes de entrenar en el gimnasio.
Intentar imitar a los veteranos del gimnasio: no pedir ayuda al monitor de sala para que te haga un plan detallado de ejercicios adaptados a tu condición y forma física es un error. No intentes seguir las rutinas de los que llevan tiempo haciendo deporte si no quieres lesionarte.
Pasarte el día en el gimnasio: hay quien entra en la dinámica del gimnasio con tantas ganas que no sale de la sala, sin embargo esto llega al agotamiento físico, a las lesiones y finalmente al abandono. Con una hora al día es suficiente.
Afrontar varios objetivos a la vez: no es lo mismo hacer una rutina de ejercicios para perder peso que para ganar masa muscular. Intenta abordar una meta y después la siguiente para evitar frustrarte y abandonar.
No beber agua: cuando el cuerpo te pida agua ya estarás deshidratado, ve dando pequeños sorbos de agua mientras haces ejercicio y mantén un nivel óptimo de hidratación.
Llevar ropa inapropiada: el gimnasio no debería ser una pasarela, no vas a lucirte, vas a practicar deporte y a ponerte en forma, Olvida la moda y lleva ropa que te permita practicar tu disciplina de forma cómoda y ayude a transpirar.
Excederse con la carga de pesas: intentar alardear delante de los demás, algo muy frecuente entre la gente joven puede llevarte a padecer lesiones. Es preferible comenzar con poco peso y realizar muchas repeticiones e ir aumentando la carga a medida que estás más preparado.
Habla mientras practicas ejercicio: es frecuente ver en el gimnasio a gente con el móvil o charlando, sin embargo, hablar mientras haces ejercicio complica tu oxigenación y puede que no llegues a lograr los objetivos que te planteas.
No cuidar la postura: de nuevo volvemos a la necesidad, sobre todo si estás comenzando, de que un monitor te guíe. Es fácil perder la postura o no adquirir la correcta, lo cual puede redundar en lesiones o una mala práctica que no te ayuda a conseguir tu objetivo.
No estirar al final: no termines tu clase de cardio, aerobic, spinning o cualquier otra y te vayas directo a la ducha, es imprescindible estirar bien los músculos para evitar agujetas, dolores musculares o lesiones.