Por qué llamamos a la luna de miel así (historia y significado)

Luna de miel: tradición del viaje que hacen los novios tras la boda

Alba Caraballo - 2020-04-06 09:16:00 - Relaciones

¿Conoces el nombre que se le da a esas vacaciones de las que disfrutan las parejas tras la boda? Sí, la luna de miel. Pero, ¿has pensado alguna vez en por qué lo llaman así?, ¿qué tiene que ver la luna y la miel con ese momento de disfrute en algún lugar remoto o no tan remoto, según las posibilidades de cada uno? Buceamos un poco en la historia para descubrir cuál es el origen e historia de la luna de miel.

Por qué llaman luna de miel a las vacaciones tras la boda

significado de la luna de miel, ¿por qué la llamamos así?

La luna de miel es una de las tradiciones de la boda, junto con la celebración con familia y amigos, el ramo de la novia o la música en la iglesia pero, ¿sabes por qué llaman a la luna de miel así?

Entendemos por luna de miel al viaje que hace la pareja tras la boda, para algunos una pequeña aunque romántica escapada, y para otros, es el viaje de su vida. 

Esta luna de miel, en inglés "honeymoon", en francés "lune de miel" o en italiano "luna di miele", hace referencia a dos conceptos con un gran simbolismo: la luna y la miel.

Simbolismo de la miel 

La miel simboliza la dulzura del matrimonio y además tiene una tradición histórica ya que en la Babilonia de hace 3500 años existía la costumbre de regalar a los recién casados un licor llamado hidromiel o aguamiel, una bebida alcohólica que se obtiene a partir de la fermentación de una mezcla elaborada con agua y miel. Era un símbolo de buena fortuna y fertilidad.

Años después, en la Roma imperial era la madre de la novia quien dejaba un tarro de miel en la habitación de la pareja durante un mes por la misma razón, para favorecer la fertilidad, además de ser un ungüento de belleza que usaba la novia.

Así, según la costumbre, durante todo el mes siguiente a la boda, el padre de la novia regalaba a la pareja toda la hidromiel que quería. De esta manera, los novios bebían una copa diaria de hidromiel.

Incluso, ya en época de Atila, rey de los hunos, había una bárbara costumbre que pasaba por secuestrar a las novias tras la boda y beber este aguamiel que se extendió a otros pueblos.  Los pueblos bárbaros, que vivían en las fronteras del Imperio Romano, solían secuestrar esclavas o jóvenes de las aldeas cercanas y luego reclamaban un rescate o las casaban. Esta antigua tradición también se llamaba matrimonio por captura o matrimonio por secuestro.

Estos secuestros se llevaron a cabo con la ayuda de un grupo de hombres, uno de los cuales recibió el título de padrino, y el secuestro condujo a la celebración de una boda. El "padrino" era el encargado de realizar una vigilancia durante la ceremonia de la boda, manteniéndose alerta y armado en caso de un ataque de la familia de la novia para llevarla de vuelta. Después de un corto período de tiempo, la pareja regresaba al pueblo de la novia y la unión ya no podía deshacerse o ser cuestionada.

La luna en la tradición de la pareja

Por su parte, la luna, hace referencia al período en la pareja en el que todo es dulce y de color de rosa. Y es que, igual que la luna es cambiante y pasa de nueva a llena, la pareja puede atravesar varias etapas a lo largo de su vida y no todas las lunas en la vida matrimonial serán tan dulces como la primera. Es por eso que se suele comentar que una pareja está en período de luna de miel. 

Según la mitología alemana, en la Edad Media, las bodas generalmente se celebraban en noches de luna llena y las parejas bebían licor de miel durante treinta días después del matrimonio para recibir buena fortuna, felicidad y producir descendencia. Así comenzó a asociarse el término Luna de miel en la pareja. 

Tradición del viaje tras la boda

Fue en la Inglaterra del siglo XIX cuando la palabra luna de miel se asoció a un viaje realizado por los novios tras la boda. Y es que, entre la burguesía comenzó a ser frecuente que la pareja viajara para presentarse ante los familiares que no pudieron asistir a la boda.

Por lo tanto, si hasta el matrimonio no se permitía a la pareja estar a solas, la luna de miel era el momento en el que iniciaban su vida como pareja. Comenzaban a vivir juntos, a conocerse y a pasar tiempo sin la necesidad de llevar a alguien a la lado. Podían disfrutar de su compañía con más intimidad.  

Este viaje que inicialmente tenía como propósito visitar a familiares, terminó convirtiéndose en un viaje de placer.

La tradición británica fue extendiéndose poco a poco a otros países europeos desde el siglo XIX y durante el siglo XX. Esto lo facilitó la televisión los avances en los distintos medios de transporte, que posibilitaron que la luna de miel consistiera en un viaje a otro punto del país o del planeta, según las posibilidades de cada pareja. 

Hoy en día, las parejas consideran a la luna de miel como una parte más de la celebración de la boda. De esta forma, es frecuente que sea un viaje especial y distinto al que se haría en unas vacaciones, si la pareja puede permitírselo. Incluso, existen empresas que se encargan de organizar estos viajes de luna de miel para que la pareja viva un momento romántico e inolvidable