Por qué tu talla de ropa es distinta según la tienda en la que compras
La realidad de las tallas de ropa y cómo afecta a tu estado de ánimo
Si compras, como la mayoría de los mortales, ropa que no ha sido diseñada o elaborada en exclusiva para ti, sabrás que existe una enorme incoherencia de tallas de ropa entre las distintas marcas.
Es posible que, tu talla de ropa sea distinta según la tienda en la que compres y subas o bajes, entre las tallas pequeñas, medianas y grandes, según el fabricante.
La realidad es que no existe un criterio único a la hora de tallar las prendas de ropa por lo que, si sueles comprar tu ropa online, conviene que revises siempre las medidas recomendadas pero, ¿por qué sucede esto?, ¿qué criterios cuentan a la hora de decidir las tallas de ropa?
Por qué cada tienda tiene una talla de ropa
¿A quién no le ha pasado alguna vez? Sales de una tienda dando saltos de alegría porque te llevas un jersey de la talla S, cuando la tuya suele ser la M. O al revés, sales desesperada de una boutique porque no entras en tu habitual talla 46, porque en esa tienda corresponde con una 42. Es increíble cómo una simple etiqueta en una prenda puede mejorar o estropear nuestro día. Pero, ¿por qué tanta oscilación con los tallajes?
La realidad es que no existe una regulación que afecte al tamaño de la ropa en la industria de la confección. En ningún lugar del mundo hay una normativa legal y regulada que aplique a las tallas de ropa, esto nos pone ante varias razones por las que las tallas de ropa son distintas según la tienda en la que compras:
La ropa que compras se fabrica fuera
Hoy en día el más del 90% de la ropa que compras está confeccionada fuera del país, esto ha supuesto un cambio muy importante respecto a las últimas décadas, ya que hace unos años la ropa que lucías salía de fábricas textiles locales, donde había más conocimiento de las necesidades de tallas y medidas para hombres y mujeres en el entorno.
Pues bien, esto ha cambiado, hoy en día, algunas marcas de ropa donde sueles comprar tus vestidos, chaquetas o pantalones no diseñan la ropa, sino que la compran en diferentes casas de diseño y, cada una tienen sus propias tablas de tallas de ropa.
Además hay otro paso, estas casas de diseño encargan sus piezas a países en el extranjero (India, China, Tailandia, Marruecos, Camboya…) donde hay menos reglas sobre los tallajes, por lo tanto, una misma marca de ropa, puede tener dos vestidos distintos pero que, en uno de los diseños te sienta bien la talla mediana y en otro la grande.
Sin embargo, esto no es lo normal, en general, marcas más conocidas donde compras tus prendas, tienen su propio diseño de ropa y su propio tallaje y basado en él lo encargan, de nuevo, a fabricantes en el extranjero.
Cada marca decide su tallaje
Si la marca donde compras ropa, además la diseña, nos encontramos ante la segunda razón por la que cambian las tallas de ropa según la tienda en la que compras.
Es la propia marca la que decide sobre sus tallas y, aquí entra en juego la guerra entre marcas. Algunas ofrecen lo que se consideraría una talla 40 como si fuera una 38 sabiendo que esto va a tener un impacto psicológico positivo sobre el comprador. ¿Acaso no sales más contenta de la tienda cuando te llevas una camiseta de la talla 38 y no de la 40?
Pues bien, de esta sensación son bien conocedores las marcas de ropa que juegan con las tallas para ganar clientes. Y lo peor, es que esto es en parte culpa nuestra. Los estudios demuestran que los compradores prefieren comprar ropa etiquetada con tallas pequeñas porque aumenta nuestra confianza en nosotros mismos.
Las medidas de cada cuerpo son únicas
Si, en cualquier caso se quisiera regular las tallas de ropa, no nos encontramos ante un asunto sencillo. Es realmente complicado estandarizar el cuerpo de las personas, y es que, no hay dos cuerpos que sean iguales.
Para que lo veas claro, dos mujeres de la misma altura y mismo peso, pueden tener cuerpos muy distintos: más o menos cadera, más o menos pecho, más o menos cintura… Por lo tanto, a cada una le puede sentar bien una talla de ropa distinta.
Basándose en esta premisa, cada marca crea sus propias medidas basadas en cuerpos estándar, no en aquellos que pueden tener más o menos muslos o los brazos más o menos gruesos.
Qué hacer para no equivocarte con tu talla de ropa
Si puedes permitírtelo, hacerte las prendas a medida es la mejor manera de evitar que las tallas de las tiendas no se ajusten bien a tu cuerpo o que tu armario sea una miscelánea de tallas que vayan desde la más pequeña a la grande.
Como esto no es lo normal, la solución que te queda es:
- Siempre probarte la prenda en la tienda, incluso aunque estés convencida de que te estás llevando tu talla, porque como hemos visto, en una tienda se pueden dar tallajes distintos (aunque no es lo más normal) y otra tienda puede estar jugando con los tallajes para obtener más clientela.
- Si compras por internet, mira siempre la tabla de tallas disponible y tómala en cuenta. Así sabrás qué tamaño de ropa necesitas y a qué talla corresponde.
Conclusión
Hoy en día no existe una unificación en cuanto a las tallas de ropa. El libre mercado permite que, pese a las reiteradas peticiones de asociaciones de consumidores para crear un criterio único, cada marca y cada fabricante decida sobre esta cuestión.
Ya sea porque se fabrica fuera de nuestras fronteras o por cuestiones de marketing empresarial, la realidad es que puedes tener una talla S en una tienda, una M en otra o, lo que es peor, no entrar en tu habitual talla 46, porque la marca la ha convertido en una 42.
Sea como fuere, y hasta que se logre llegar a un acuerdo, tu única lucha consiste en pensar que no eres un tamaño. El tamaño de tu ropa no debe afectar a la forma en la que te ves o te valoras a ti mismo. No deberías sentirte mejor por encajar en una talla M en lugar de en una L.
En definitiva, los tamaños de ropa solo son indicadores para las marcas, pero no debe ser un valor para ti.