Qué errores suelen cometer los turistas en Portugal

Lo que no debes hacer cuando viajes a Lisboa u otra ciudad portuguesa

Alba Caraballo - 2019-08-16 09:21:00 - Ocio

Lisboa es una ciudad vibrante, con un encanto especial, para pasearla y perderte. Sin embargo, a pesar de que la capital de Portugal es uno de sus rincones más demandados y concurridos, hay otras muchas ciudades y pueblos que merecen la pena conocer: Óbidos, Oporto, Sintra, Nazaré, Faro… 

Si has decidido conocer a fondo Portugal, disfrutarás de un país fascinante que además, está catalogado como uno de los países más seguros del mundo. Sin embargo, como viajero, no está de más que conozcas ciertos peligros y algunos trucos para no caer en los clásicos errores que cometen los turistas en Portugal. Podrían ahorrarte dinero, tiempo y disgustos.

Clásicos errores de los turistas en Portugal que debes evitar

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Tus vacaciones en Portugal serán inolvidables, y es que es un país de gran belleza, buena gastronomía y gentes amables y cercanas. Sin embargo, conviene que vayas preparado no solo con tu guía turística, sino sabiendo además cuáles son los errores que suelen cometer los turistas en Portugal para evitarlos y disfrutar al máximo de tus vacaciones:

Cuidado con los aperitivos en Portugal

En muchos restaurantes portuguesas, los camareros te llevarán un pequeño aperitivo a la mesa junto con la carta. Lo más lógico es comenzar a comerte esas deliciosas olivas que tienes en un platillo mientras decides qué pedir pero… ¡oh sorpresa! Si eres de los que repasan bien la factura al final de la comida, verás que ese aperitivo está cargado en la cuenta y que además no es nada barato. Pues sí, los aperitivos que te llevan en los restaurantes, aperitivos que no has pedido tienen un cargo, por lo tanto, recuerda rechazarlo cuando lo traigan o no tocarlo si no quieres tener un cargo extra en tu factura.

¿Vas a repostar gasolina en Portugal?

Si estás viajando por Portugal en coche, te recomendamos que repostes gasolina en el país vecino, España. Comprobarás que, cualquier gasolinera tiene unos precios sensiblemente superiores que en las provincias españolas colindantes con Portugal. Por lo tanto, no aguantes con el depósito a medio llenar antes de meterte en territorio portugués y llena el tanque en Extremadura, Huelva, Salamanca, Zamora o Orense, si quieres ahorrar un poco de dinero en combustible.

En Lisboa, esperar el elevador de Santa Justa 

El elevador de Santa Justa, en el centro de Lisboa es una de las atracciones turísticas más demandadas. Cada vez que pasees por allí, verás una fila interminable de turistas esperando subir para ver las vistas que desde allí se contemplan. Este elevador, construido en el siglo XIX, tenía como función que los portugueses lo utilizaran para evitar la colina del barrio de Baixa hasta el Largo do Carmo.

Con su diseño en hierro forjado y arcos neogóticos es un verdadero espectáculo, no solo el elevador sino, por supuesto, las increíbles vistas que obtendrás desde allí. Sin embargo, en hora punta puedes llegar a esperar más de una hora para poder utilizarlo y además, habrás de pagar más de seis euros para ello. Sin embargo, si utilizas las escaleras mecánicas de la estación de Rossio hasta el convento de Carmo, el mirador estará justo al lado. Ahí podrás pasar a un restaurante donde las vistas son las mismas que están contemplando aquellos turistas que pasaron horas en la fila. 

Llevar tacones en sus adoquinadas calles

Las calles de Portugal están adoquinadas. Es un tipo de adoquinado inspirado en los pavimentos árabes y romanos antiguos y aporta a sus calles una decoración única. Es reconocido en todo el mundo y algunas asociaciones portuguesas están pidiendo que se reconozca este tipo de solado en las calles como patrimonio de la humanidad. 

Pues bien, es ciertamente bonito y aporta a sus calles de un encanto especial, es como trasladarse a otra época. Sin embargo, lo bonito no tiene por qué ser cómodo. De hecho, este tipo de adoquines no son nada útiles si llevas tacones. Por lo tanto, para recorrer la ciudad en modo turista, lo ideal es llevar un calzado muy cómodo y  sin tacón, mucho menos tacón fino que se colará entre los adoquines. 

Esperar en cualquier parada para tomar el tranvía

En Lisboa, uno de sus grandes atractivos es tomar los clásicos tranvías amarillos de madera, que datan de comienzos del siglo XX, un medio de transporte que comunica el centro de la ciudad y permite llegar a algunos barrios donde no llega el metro, como el barrio de Belem. 

Sin embargo, al ser un medio de transporte muy turístico es fácil que tengas que dejar pasar unos cuantos antes de poder entrar en uno, sobre todo, si visitas Lisboa en temporada alta. Por lo tanto, si solo deseas tomar el tranvía para probar la experiencia y no para trasladarte a ningún lado, te recomendamos que lo hagas al comienzo de la vía, así podrás además sentarte. Y es que, ir de pie en un tranvía abarrotado que se mueve a gran velocidad entre calles empinadas puede ser un verdadero ejercicio de equilibrio. 

No comparar el precio de los distintos transportes

En según qué ciudades, sobre todo si vais un grupo de cuatro personas, puede salirte más barato tomar un Uber que el metro. Por otro lado, existen tarjetas turísticas de transporte que conviene que estudies antes de emprender viaje. Y es que, un viaje individual de tranvía o metro puede costar un dineral en comparación con un viaje compartido en vehículo con conductor o utilizar una tarjeta de transporte. 

Ir a los lugares turísticos a escuchar fado

El fado es la melodía portuguesa por antonomasia, un canto melancólico y profundamente evocador que puedes escuchar en muchos restaurantes e incluso por la calle. 

Si deseas ver un espectáculo de fado, es posible que termines en uno de esos que anuncian por todas las calles o cuya tarjeta te han entregado mientras paseabas. Sin embargo, estos locales son realmente caros y la comida no es la mejor, en comparación con la calidad de la comida portuguesa. Es preferible encontrar locales pequeños y menos turísticos donde el fado es un espectáculo gratuito. Eso sí, recuerda que suele ser un espectáculo nocturno, así que no esperes que comience antes de las nueve de la noche. 

No estar pendiente de tus pertenencias

Este es un error común de turistas en la mayor parte de atracciones del mundo. Es en estos lugares, donde la gente se despista tomando fotos, donde los carteristas hacen su trabajo. 

Escucharás a los locales informarte sobre los carteristas en Portugal y lo leerás en tu guía turística, así que evita ese momento de distracción o lleva un bolso a prueba de ladrones, por que cuando el río suena…

No tener en cuenta los peajes

Otro de los errores que suelen cometer los turistas en Portugal está relacionado con la conducción. Las carreteras portuguesas están repletas de peajes, si vas a hacer un recorrido alrededor del país en coche, tenlo en cuenta porque podría suponer un importante porcentaje de gasto al final del viaje. 

En los peajes portugueses verás varios indicativos, algunos carriles son para el telepeaje y otros para realizar un pago in situ con tarjeta o monedas. Ten la prevención de llevar efectivo porque, algunos de ellos solo admiten monedas y billetes. 

Si vas a estar varios días y crees que vas a pasar muchos peajes, quizás te interese mirar una opción para adquirir una tarjeta. Las encontrarás de distintos importes o las que cubren todos los trayectos.

No tener precaución en las playas de Portugal 

 errores de turista en portugal

La costa portuguesa es muy popular entre los amante del mar y el sol, es más, en Portugal los amantes del surf encuentran un destino ideal en lugares como Nazaré, donde podrás contemplar las olas más grandes de Europa. Sin embargo, destinos como este, Peniche o Ericeira pueden ser realmente peligrosos. Basta con acercarse un poco más de la cuenta a la orilla para que una ola te arrastre hacia dentro. Aunque existen vigilantes en las playas más concurridas, no pierdas nunca de vista a los niños y ten la precaución de no caminar por la playa en el borde del mar. Cada año pierden la vida varias personas en estas bellísimas pero peligrosas playas.