Qué hacer si tengo tortícolis o contractura de cuello
Ejercicios fáciles para estirar el cuello
¿Has padecido algún episodio de tortícolis? Puede que nada más levantarte de la cama o al hacer algún mal movimiento con el cuello, se te haya quedado rígido y sientas un intenso dolor al intentar moverlo. Conoce las causas de la tortícolis y, sobre todo, qué hacer si tienes una contractura de cuello.
Qué es la tortícolis o contractura de cuello
La contractura de cuello, más conocida como tortícolis es un trastorno muscular bastante doloroso que provoca que la cabeza se incline más hacia un lado mientras que la barbilla lo hace al lado contrario. En muchos casos, es un trastorno que desaparece a los pocos días.
Se produce cuando los músculos, tendones, ligamentos o la piel se contraen o se vuelven rígidos. Esto provoca que no puedas mover el cuello como lo hacías normalmente y que incluso sientas un dolor constante en el cuello. Los síntomas más frecuentes son:
- Dificultad o imposibilidad de mover la cabeza libremente.
- Dolor de cabeza.
- Rigidez de cuello.
- Hombro más alto que el otro.
- Inclinación de la barbilla hacia un lado.
Puede causar dificultad para realizar tareas diarias como conducir, hacer deporte o simplemente intentar hacer la cama.
Tipos de tortícolis y sus causas
1. Tortícolis congénita
Algunos bebés nacen con tortícolis ya que este trastorno se desarrolló en el útero, te darás cuenta que tiene una contractura en el cuello porque su cabeza no está en la posición correcta. Esta es la tortícolis congénita.
2. Tortícolis idiopática.
Es una tortícolis temporal que puede durar dos o tres días. En muchas ocasiones el verdadero origen es desconocido, la mayor parte de las veces se debe a:
- Un resfriado.
- Una infección de oído.
- Ganglios linfáticos inflamados.
- Una lesión en la cabeza.
3. Tortícolis muscular
Es la contractura muscular del cuello y la patología más frecuente, suele aparecer como resultado de tener los músculos tensos en un lado del cuello.
4. Tortícolis permanente o aguda
El dolor es crónico y puede deberse a un problema con la estructura muscular u ósea.
5. Distonía cervical
También se conoce como tortícolis espasmódica. Los músculos del cuello se contraen involuntariamente haciendo que la cabeza quede como ladeada. Es más frecuente en personas de mediana edad, sobre todo en mujeres, y suele desaparecer sola al cabo de unos días.
Cuál es el tratamiento para la tortícolis o cuello contracturado
Tener una buena higiene corporal te ayudará prevenir la contractura de cuello, pero existe poca prevención que pueda evitarte padecer tortícolis, por lo que si sufres un episodio, actuar de inmediato te aliviará bastante:
- Aplicar calor en la zona, durante 20 minutos cada dos horas.
- Un masaje fisioterapéutico que descongestione los músculos y la rigidez del cuello.
- Tomar un relajante muscular o un antiinflamatorio.
- Mantener el reposo y no realizar esfuerzos.
- Ejercicios de estiramiento para el cuello.
Ejercicios para estirar el cuello y aliviar el dolor de cuello
Estiramiento lateral de cuello
Siéntate en el suelo con las piernas cruzadas o en una silla con los pies apoyados en el suelo. Extiende el brazo derecho hacia la rodilla derecha y coloca tu mano izquierda en la parte superior de la cabeza. Ve inclinando con cuidado y despacio la cabeza hacia la izquierda aplicando una ligera presión con la mano. Aguanta 30 segundos y cambia de mano.
Estiramiento hacia delante de cuello
En la misma posición anterior junta tus manos tras tu cabeza y manteniendo la espalda recta, comienza a presionar la cabeza hacia los muslos, metiendo la barbilla en el pecho. Aguanta 30 segundos y levanta suavemente.
Estiramiento de cuello desde atrás
Colócate de pie con ambos pies alineados con la cadera, mete ombligo y coloca los brazos hacia atrás juntando las palmas por detrás y estira bien los brazos. Para aumentar el estiramiento baja un poco la barbilla hacia el pecho. Aguanta 30 segundos.
Estiramiento de cuello y hombros en el suelo
Colócate de rodillas y después baja la cabeza hasta que la frente toque con el suelo, dejando el trasero apoyado en los talones, respira tranquila y profundamente mientras intentas alargar la columna. Entrelaza las manos por detrás de la espalda y dirígelas hacia el techo y eleva el trasero. Aguanta 10 segundos y repite este ejercicio 5 veces.
Rotaciones de cuello
Baja tu barbilla hacia el pecho y aguanta durante 15-30 segundos. Relájate, y levanta lentamente la cabeza hacia arriba.
Inclina tu barbilla hacia el techo y lleve la base de tu cráneo hacia la espalda. Mantén la posición durante 10 segundos, luego regresa a la posición inicial. Repite este ejercicio dirigiendo la cabeza a cada hombro.
Finalmente realiza suaves rotaciones de cabeza, comenzando con la barbilla en el pecho, dirigiendo la oreja hacia un hombro, la coronilla hacia atrás, la otra oreja hacia el otro hombro y regresando delante.