Cómo dormir en las noches calurosas sin aire acondicionado (12 útiles estrategias)

Cómo refrescarte en las asfixiantes noches de verano para poder dormir

Ernesto Díaz - 2020-05-25 09:22:00 - Trucos caseros

En esos días de verano donde los picos de calor alcanzan cotas insoportables intentamos salir a la calle lo menos posible, pasamos el día a remojo o soportamos las altas temperaturas bajo el aire acondicionado. 

Sin embargo, peor que los días pueden ser las noches, ya que cuando el calor no baja de los 25º, dormir se convierte en un imposible. Comienzas a sudar, las sábanas se pegan al cuerpo y hasta te molesta el calor que desprende tu propia respiración. ¿Qué podemos hacer para descansar y dormir en esas noches de verano sin aire acondicionado? Te proponemos 12 ideas que pueden ayudarte a descender la temperatura corporal y ambiental. 

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Trucos para poder dormir en las calurosas noches de verano

cómo dormir en verano sin aire acondicionado

El aire acondicionado es la salvación de muchos en esos días de calor tórrido, sin embargo, aunque pasar el día con el aire encendido parece una máxima, dormir con él funcionando es poco saludable y muy costoso.

Es más, puede que ni siquiera tengas instalado aire acondicionado en casa, por lo que, al calor que ha recibido la casa durante el día, se suma que hay noches que la temperatura no baja. ¿Cómo poder dormir cuando la noche es tan calurosa? Estas estrategias pueden ayudarte: 

1. Ropa de algodón

Revisa tu ropa de cama, quizás la seda, el satén o el poliéster esté bien para otras épocas del año pero, en las noches más calurosas, conviene recurrir al tejido más ligero y transpirable, que no es otro que el algodón. Esta fibra natural permite que el aire pase a través de él, por lo tanto, permite una mayor ventilación flujo de aire. 

Lo mismo ocurre con la ropa que uses para dormir. Cualquier camiseta o camisón de fibras no naturales, te hará sudar mucho más al impedir la correcta transpiración. Opta por prendas de algodón. 

2. Coloca una compresa fría en la cama

De la misma manera que en invierno, una bolsa de agua caliente puede ser una solución excepcional para no entrar en una cama helada, en verano, puedes usar esa misma bolsa para llenarla de agua bien fría (de la nevera) y crear así un refrigerador para tu cama.

Si no tienes, puedes fabricarlo colocando hielos en una bolsa herméticamente cerrada o usando una compresa de gel frío. 

3. Usa un ventilador

Mientras que el aire acondicionado encendido toda la noche puede ser antiecológico, poco saludable y muy costoso, un ventilador puede ser la solución. En los días muy calurosos, no te servirá de nada, puesto que tiene que con más de 30 grados lo único que hacen estos aparatos es mover el aire caliente. Sin embargo, si por la noche, la temperatura ha descendido un poco, le dará espacio al ventilador para que pueda bajar la temperatura de tu habitación un par de grados, en ocasiones lo suficiente para que puedas dormir. 

4. Ventilador + hielo

Si sigue haciendo mucho calor por la noche y el ventilador se muestra insuficiente, coloca un cuenco con hielos frente a él para fabricar tu propio aire acondicionado casero. El ventilador dispersará por la habitación el frío que sale del hielo y podrás bajar un poco la temperatura y, sobre todo, sentir frescor en la piel.

5. El truco de la sábana mojada

Se conoce como el método egipcio y consiste en humedecer con agua fría la sábana de tu cama y colocarla sobre tu cuerpo. Intenta no mojarla demasiado para que el colchón no se moje. También puedes poner la sábana frente a la ventana abierta y, si corre algo de brisa nocturna, ayudará a refrescar la habitación.

6. Pulverizador de agua fría

Llena una botella de agua y déjala en la nevera todo el día. Pásala a un pulverizador por la noche y, tendrás un humidificador de agua fresca por la noche. Rocía tu cuerpo y tu cama unas cuantas veces para bajar la temperatura y poder iniciar el sueño. Déjalo sobre tu mesilla y, si te despiertas con mucho calor, vuelve a pulverizar. La sensación es muy agradable en esas noches donde el calor es sofocante. 

7. Enfría tu cuerpo

Si necesitas enfriarte de forma rápida, puedes aplicar compresas de gel frío o agua fría en los puntos del pulso, es decir, en las muñecas, tobillos, detrás de las rodillas, cuello y cara interna del codo. Resulta muy agradable sentir el frío en estos puntos del cuerpo y, ayuda a bajar la temperatura corporal.

8. Duerme en el suelo

Sí, tu colchón es muy cómodo y no dormirás en otro sitio como en él, sin embargo, reconocerás que en las noches más calurosas, el colchón puede ser tu gran enemigo. Por lo tanto, ya que el aire caliente tiende a subir, estarás más cómodo en el suelo, en contacto en el suelo, que estará más fresco. De hecho, el suelo del baño o la cocina, donde hay baldosas, puede estar más frío que el de madera del resto de la casa. 

9. Dúchate antes de acostarte

Toma una ducha fría para bajar la temperatura corporal antes de entrar en la cama. Así eliminarás también el sudor seco y la incomodidad que proporciona. Aprovecha esos primeros instantes tras salir ducharte, donde te sientes fresco para meterte en la cama y dormirte cuanto antes. 

10. Refresca tus pies

Nuestros pies son increíblemente sensibles al calor, por lo tanto, puedes enfriar rápidamente todo tu cuerpo sumergiendo los pies en agua fría (de esta manera puedes evitar la ducha fría si crees que te va a desvelar). El agua fría enfriará la sangre que circulará más fría por todo el cuerpo. 

11. Duerme solo

Si tu cama es pequeña y dormís dos personas, el calor no se moverá y tenderás a asumir el que tu produces más el de tu pareja. Quizás en las peores noches del verano, sea conveniente plantearse dormir en camas distintas.

12. Mantén tu habitación lo más fresca posible

Para evitar que tu habitación se recaliente en exceso a lo largo de todo el día, ventila a primera hora de la mañana y, cuando la temperatura vaya a subir, baja las persianas y ciérrala a cal y canto. Si además tienes toldo, puedes echarlo. No abras la habitación hasta que la temperatura exterior haya descendido y, por la noche, deja ventanas enfrentadas abiertas para que, si hay algo de brisa, pueda circular mejor.