Cómo eliminar el mal olor de las toallas y albornoces
Trucos para acabar con los malos olores
¿Entras a tu baño y un olor pestilente comienza a invadirte?, ¿sales de la ducha oliendo a gel y cuando te pones el albornoz comienza a oler a rayos? Sí, las toallas y albornoces pueden acumular humedad y, cuando esto ocurre, el hedor puede ser insoportable. Si, tus toallas comienzan a apestar tras el primer uso, toma nota de cómo eliminar el mal olor de las toallas y albornoces.
Por qué las toallas comienzan a oler mal
Desde las toallas más caras y esponjosas a las más comunes y finas, todas pueden desprender mal oler por varias razones:
- Después de usarse no se secan completamente por lo que empiezan a volverse mohosas. Sí, por muy asqueroso que suene, acumulan moho.
- Cuando hay demasiada humedad en el ambiente o en la casa, albornoces y toallas no se secan completamente.
- La toalla de los pies, queda en el suelo, lo que impide que se seque por completo al estar en contacto con otra superficie. Lo mismo ocurre si dejas toallas y albornoz sobre alguna superficie.
- Utilizas demasiado detergente y suavizante para lavar tus toallas por lo que tienen una acumulación de estos productos.
Cómo deshacerse del mal olor de las toallas con un solo producto
Si sueles utilizar trucos caseros de limpieza, sabrás que entre los grandes aliados para la eliminación de bacterias y malos olores están el limón, el vinagre blanco y, el producto estrella… ¡el bicarbonato de sodio! Pues bien, este último va a ayudarnos a eliminar malos olores de toallas y albornoces:
1. Espolvorea media taza de bicarbonato de sodio sobre las toallas y albornoces, solo has de ponerlo sobre las fibras de las prendas que vayas a lavar.
2. Realiza un lavado de ciclo completo con agua caliente y deja que sequen al sol. Te sorprenderá lo frescas que huelen de nuevo tus toallas. Además ayudará a que vuelvan a estar esponjosas y suaves.
Nota importante: no añadas jabón en el lavado si no quieres que la espuma salga a borbotones de tu lavadora. El bicarbonato y el jabón no son buenos aliados ya que el bicarbonato aumenta la acción espumosa del jabón. Tampoco es necesario que añadas vinagre o limón, basta con el bicarbonato de sodio.
¿Por qué el bicarbonato elimina el mal olor de las toallas?
El bicarbonato de sodio es un compuesto que se obtiene de un mineral presente en la naturaleza, el natrón. Se presenta en forma de polvos blancos que son solubles en agua y, es en este momento, cuando se descompone actuando como neutralizador de ácidos. Es por ello que suele usarse en medicina para reducir la acidez estomacal.
Sin embargo, también puede usarse:
- Como antiséptico en úlceras bucales.
- Para hacer enjuagues y paliar el dolor de garganta.
- Limpiador casero y neutralizador de malos olores.
- Blanqueador para la ropa.
- Reblandecer durezas de los pies.
Esta capacidad que tiene el bicarbonato sódico como neutralizador de ácidos es lo que le confiere el poder de acabar con los malos olores de las toallas y albornoces.
¿Y si el bicarbonato de sodio no elimina el mal olor de las toallas?
Si tus toallas han estado sometidas durante mucho tiempo a la humedad, ya sea porque las guardas durante todo el día en la bolsa del gimnasio o porque en tu casa reina la humedad, no desesperes, puedes recurrir a cualquiera de estos aceites esenciales:
- Aceite Esencial de limón.
- Aceite esencial de lavanda.
- Aceite esencial de semilla de cilantro.
- Aceite esencial de árbol de té.
Elige uno de ellos o prueba con una combinación. Puedes agregar cinco gotas de aceite esencial a la taza de bicarbonato de sodio antes de verterlo sobre las toallas e iniciar el lavado. También puedes añadirlo al cajetín mientras está saliendo el agua de lavado.
Estos aceites neutralizarán los olores y además tienen propiedades antibacterianas por lo que pueden acabar con el moho presente en tus toallas.
Cómo prevenir el mal olor en toallas y albornoces
Ahora que ya sabes por qué huelen mal las toallas y cómo puedes deshacerte de la pestilencia que puede salir de ellas, solo queda saber cómo prevenir la aparición de malos olores:
- No dejes las toallas tiradas en el suelo o, sobre la cama o dentro del baño. Después del uso de las toallas, ya sea de manos, pies o cabeza o del albornoz, tiéndelos en algún lugar donde puedan secarse bien. Basta con un par de horas para que pierdan toda la humedad. Si vuelven a acumularla, volverán a oler mal y habrás de repetir todo el proceso. Si no puedes tender la ropa o en tu ciudad llueve mucho, utiliza un toallero eléctrico.
- Cuando hayas lavado tus toallas, guárdalas en un armario donde no haya humedades. Evita los armarios del baño ya que es un lugar donde puede haber más humedad que en otras habitaciones.