Cómo lidiar con el pelo graso para que no parezca sucio
Consejos de belleza para el cabello graso
Tener el cabello graso puede tener ciertos beneficios para el cuero cabelludo pero, en realidad, es una pesadilla para muchas personas, ya que su aspecto parece desaseado. Puede dejar un cerco de sebo en la almohada, dar una mala imagen de uno mismo e incluso puede producir un desagradable olor. ¿Cómo lidiar con el pelo graso para no lavarlo todos los días?
Por qué tengo el pelo graso
Antes de comenzar a lidiar con el pelo graso es importante entenderlo y conocerlo. Existen varias razones por las que un cabello puede generar más sebo que otros:
Problemas hormonales: la pubertad, complicaciones con la tiroides, el embarazo o la menopausia puede alterar los niveles hormonales produciendo un exceso de sebo, es decir, la grasa natural que sirve para nutrir la piel del cuero cabelludo y el pelo.
Genética: en ocasiones, ese exceso de grasa viene desde el nacimiento, hay personas que ya, desde niños, tienen un olor fuerte de cabello y tienden a tener más grasa en el pelo. Es simplemente una característica más de tu cuerpo.
Sea cual sea la causa, las protagonistas del pelo graso son las glándulas sebáceas, son las que liberan sebo por todo el cuerpo y se encuentran conectadas con los folículos pilosos. Ese sebo liberado no es otra cosa que un aceite lubricante que cuida nuestra piel, si las glándulas liberan sebo es que funcionan correctamente y mantienen la piel hidratada.
Si liberan sebo de forma exagerada es cuando nuestra piel puede verse brillante y el pelo graso.
Un error frecuente que empeora el cabello graso
Tener el pelo graso hace que muchas mujeres y hombres entren en un círculo vicioso: lavan su pelo para eliminar la grasa y, cuando más se lava, más graso está.
Es fácil pensar que lavar el cabello es la manera de eliminar el aceite presente en la cabeza, sin embargo, esta solución está empeorando la situación. ¿Por qué? El cuerpo, al ver que pierde aceite natural, intenta reemplazarlo para suplir esa deficiencia y, cada vez con mayor antelación, vuelves a tener grasa en las raíces.
Aunque te parezca extraño, para romper el ciclo de producción o sobreproducción de sebo en el cuero cabelludo has de evitar lavarte tanto el pelo. Saltarse varios lavados puede ayudar a controlar la grasa.
Trucos caseros para lidiar con el pelo graso
Ya hemos visto que, uno de las decisiones a tomar es evitar lavarte todos los días el pelo y, para evitar que tu aspecto parezca desaseado puedes:
Cambia tu rutina de lavado
Ese cambio ha de ser paulatino. En lugar de comenzar de forma drástica lavándote el cabello cada tres días, comienza saltándote tan solo, uno de los lavados, preferiblemente en ese día en el que puedes usar un gorro, vas a estar en casa porque no tienes planes o puedes recogerte el pelo. Invierte unas cuantas semanas en retirar tan solo uno de los lavados habituales. Después elimina otro y así sucesivamente hasta que solo te laves el cabello dos o tres días a la semana. Probablemente pasarán varios meses hasta que consigas que tu cuero cabelludo comience a controlar la producción de sebo.
Cambia tu champú y acondicionador
Es posible que no estés usando el jabón más adecuado a tu tipo de cabello. No optes por el más barato ni ese que huele tan bien. Escoge un champú seco para que pueda absorber el aceite sin arrastrar todo el sebo necesario en el cuero cabelludo. No te saltes el uso del acondicionador, pero sí aprende a usarlo correctamente. Nunca lo apliques desde las raíces, sino de medias a puntas y, sobre todo, invierte el tiempo necesario en enjuagarlo correctamente.
Lávate el pelo correctamente
Comienza mojando bien el pelo con agua que no esté excesivamente caliente. Aplica una cantidad pequeña de champú, no hace falta llenarse la cabeza de jabón, con el tamaño de una nuez para pelo largo es suficiente. Añade un poco de agua para poder hacer espuma y masajea bien el cuero cabelludo con las yemas de los dedos realizando movimientos circulares. Aclara bien el cabello asegurando que no quede ningún resto de producto. Aplica ahora el acondicionador solo en las puntas, deja que actúe el tiempo adecuado y enjuaga con abundante agua. Para un resultado óptimo da un último aclarado con agua fría para estimular la circulación sanguínea, cerrar la cutícula del cabello y que quede más brillante.
No abuses del secador
Siempre que sea posible, seca tu pelo al aire. De lo contrario utiliza la posición menos caliente del secador ya que el calor estimula la producción de grasa.
Evita tocarte el pelo
Si sueles llevar el pelo suelto es posible que tiendas a tocarlo para retirarlo de la cara, recolocarlo o simplemente por costumbre. Cuanto más toques o incluso cepilles el cabello más estarás estimulando las glándulas sebáceas. Y no solo eso, además estarás transfiriendo a tu cabello toda la suciedad que tienes en tus manos o, si sueles ponerte crema hidratante de manos, terminará en tu cabello.
Evita alisarlo si lo tienes rizado
Si tu cabello es rizado u ondulado, plancharlo todos los días hará que se vea más grasienteo. El pelo liso parece mucho más graso que el rizado. De la misma manera, si tu pelo es lacio, puedes optar por rizarlo o realizar un corte en el que se aprecien las ondas para conseguir volumen y evitar que las raíces se peguen al cuero cabelludo.
Reduce el uso de productos para el cabello
Sabemos que, a veces, es necesario usar un poco de laca o mousse para perfeccionar el rizo o marcar el peinado, pero recuerda que muchos productos para el peinado como geles, mousses y cremas contienen aceites y otros ingredientes que pueden contribuir a la acumulación de grasa en el cabello. Minimiza el uso de estos productos al máximo.