Cómo lidiar con una pareja muy controladora
Qué señales indican que tu pareja es posesiva y controladora
En el amor hay emociones saludables y positivas que pueden hacerte muy feliz, sin embargo, hay quienes viven el amor en medio de una serie de emociones negativas y tóxicas que enturbian y ensombrecen la relación.
Una de estas emociones es la necesidad de control sobre la otra persona, un sensación conectada con la posesión y los celos.
Si, en ocasiones te sientes asfixiado y angustiado por la manera en que tu pareja supervisa y vigila tu forma de comportarte, conoce cómo lidiar con una pareja muy controladora y qué puedes hacer si esta relación de control te angustia y hace infeliz.
Qué señales indican que tu pareja es muy controladora
Lo más importante inicialmente es diferenciar el control que puede ejercer una persona sobre otra, del interés que puede sentir una persona hacia otra.
Es decir, no es lo mismo que una persona se pase el día preguntando: “a dónde vas”, “de dónde vienes”, “por qué has ido”, “cuéntame paso a paso lo que hiciste”, etc.; de un simple interés por algo en lo que hayas participado, “¿qué tal lo pasaste?”. Para no caer en el error, estas señales pueden estar hablando de una pareja posesiva y controladora:
- Las personas posesivas, tratan de separar a la pareja de su entorno. Quieren pasar todo el tiempo en pareja y crean problemas o discusiones si, la otra persona desea ver a algunos amigos o hacer planes en solitario.
- Cuando el control sobre la otra persona llega al punto de manipularla para que piense, diga y haga lo que la otra persona quiere.
- Otras personas también te comentan lo controlador que puede ser tu pareja, es una característica de su personalidad que afecta a pareja, amigos y familiares.
- Tu opinión no importa, mientras que la suya es la correcta. Es más, en las discusiones tienden a decir “por qué siempre me llevas la contraria”, ya que no entienden que estás expresando tu propio parecer.
- Quieren conocer cada movimiento que haces, es decir, necesitan supervisar tu día a día desde que comienza hasta que termina. Hasta tal punto que, si pasas más tiempo en el baño, acudirán a ver qué ocurre o, si te llama y no atiendes al teléfono, seguirá haciéndolo insistentemente.
Inviertes un tiempo precioso en complacer a la otra persona y en hacer las cosas a su manera, para evitar confrontaciones, te esfuerzas constantemente.
Consecuencias emocionales del exceso de control
Todo este despliegue de control que una persona quiere ejercer contra otra, incluso cuando afirme que lo hace por un buen motivo, que le importas mucho o que simplemente se preocupa, es una actitud negativa que puede llevar a la otra persona a sentir:
- ansiedad y angustia.
- intento constante por complacer.
- tristeza.
- pérdida del interés en la pareja.
- sensación de asfixia en la pareja.
- agotamiento emocional.
Cómo actuar con una pareja muy controladora
La realidad es que no es sencillo estar con alguien que siempre intenta manipularte o controlarte. Ya sea que tu pareja es absolutamente consciente de su forma de proceder, o no sabe cómo te afecta esa actitud, es fundamental ponerle remedio cuanto antes. Una relación de control y posesión, no es una relación sana pero, ¿qué puedes hacer?
Habla claramente con tu pareja
Deja de pensar que no está bien ese control o de criticar a tu pareja ante otros y dedica tus esfuerzo a intentar revertir esa situación. Lo principal es que puedas hablar abiertamente de lo que te molesta, puede que te lleves la sorpresa de que ni siquiera es consciente de que, las cosas que hace o dice, son tan controladoras.
Explica cómo te afecta ese tipo de control y deja claro que no puedes ser feliz en una relación de control.
Haz autocrítica ¿Estás generando desconfianza?
Si no tienes nada que esconder, puedes ser honesto sobre dónde has pasado la tarde o con quién hablas por teléfono. Quizás tu pareja está celosa porque siente una desconfianza hacia tu forma de actuar con los demás. Puede que tengas demasiados secretos o te haya cazado en alguna mentira y eso le lleve a actuar así. Si tu pareja, siente que puede confiar en ti, no hay razones para aferrarse a ti con tanta fuerza.
Nunca te aisles de tus seres queridos
Por más que una pareja intente que dejes a tus amistades y familiares de lado, nunca te metas tan de lleno en una relación que olvides a las personas que te quieren. Si tu pareja te respeta y te ama, no intentará jamás separarte de los tuyos.
Si quieres salvar la relación, acude a terapia de pareja
Si estás muy enamorado pero crees que tu relación de pareja tiene unos cimientos endebles, quizás sea hora de acudir a terapia y recibir asesoramiento personal para poder derribar esa relación tóxica y comenzar, si es posible, a construir una relación más sana.
Un terapeuta puede determinar la raíz de este comportamiento tan controlador y ayudaros a corregir esos problemas de inseguridad.
No toleres una situación de manupulación y sumisión
Si el control que ejerce tu pareja sobre ti es abrumador, excesivo y nada parece funcionar para que confíe en ti y te deje espacio. En definitiva, si estás en una relación manipuladora que, incluso te aterra en ocasiones, es momento de dejar atrás esa relación. Más aun si sientes que se dan situaciones de abuso psicológico. En una relación en la que hay control, pueden darse distintos grados de control.
Algunos pueden ser trabajados y superados, otros nunca lo hacen. Nunca excuses a tu pareja si ese control es enfermizo. En muchas relaciones se dan situaciones en la que una pareja intenta controlar a la otra. Si, el control que ejerce tu pareja, te angustia en ocasiones, no te calles o escondas, ya que quizás no es consciente del daño, enfado o angustia que te provoca y la situación puede corregirse. Pero, si ese control va acompañado de manipulación, abuso e incluso violencia, es momento de pararlo. Si no puedes hacerlo por ti mismo, pide ayuda.