Cómo saber si eres un perfeccionista mediante un sencillo test
Descubre si eres una persona perfeccionista y qué puedes hacer para disfrutar más
Ya lo dijo Aristóteles, la virtud está en el término medio, por lo que ni el perfeccionista, ni el chapucero tendrán un equilibrio en su vida. El perfeccionista será un esclavo de su necesidad de que todo esté impecable y nunca se encontrará totalmente satisfecho, mientras que el chapucero hará las cosas con tan poco cuidado que nunca estarán bien. ¿Crees que cumples alguno de los dos patrones? En Quonomy te ponemos sobre la pista para saber si eres un perfeccionista a través de un sencillo test.
Cómo es una persona perfeccionista
El perfeccionista es un adicto al trabajo, ya sea en casa o fuera de ella. Nunca hay horas suficientes para realizar mil y una tareas, no se sienten cómodos cuando se toman un descanso y a la mínima la ansiedad les hace volver al trabajo porque se sienten culpables si no lo dan todo.
La persona perfeccionista convive con el estrés y la ansiedad, incluso en ocasiones puede sentirse abrumada física y emocionalmente y, aun así, no se da un respiro. No es capaz de bajar la tensión y disfrutar un poco sin hacer nada.
Un perfeccionista siempre intentará superarse a sí mismo pero además intentará que las personas de su alrededor sigan los mismos estándares de perfección que han creado para ellos y, no les perdonarán, cuando no los cumplan. No basta con que uno mismo haga las cosas perfectas, los demás también han de hacerlas y exigen mucho para lograrlo, hasta el punto de asfixiarles.
No suelen disfrutar de sus logros porque nunca parecen ser lo suficientemente buenos o simplemente, ya se han marcado nuevas metas que superar. Tampoco parecen suficientes los logros de los demás.
Test para saber si eres una persona muy perfeccionista
Hemos elaborado un pequeño test, solo has de responder “sí” o “no” a cada una de las preguntas. Cuenta al final número de síes y noes y descubre al final si eres un perfeccionista sin remedio, vas camino de ello o eres lo opuesto al perfeccionismo.
1. ¿Te resulta difícil aceptar tus defectos o fallos?
2. ¿Tu casa está constantemente en perfecto estado de revista por si algún vecino viene a pedirte sal?
3. Vas siempre perfectamente vestido y arreglado incluso si vas a la compra.
4. ¿Piensas que el segundo puesto en una competición es para los perdedores?
5. Si haces un examen y sacas menos de 9 piensas que has fallado.
6. ¿En alguna ocasión de permites procrastinar?
7. Cuando observas el trabajo de otros, ¿tiendes a sacarles defectos?
8. ¿Te suele decir la gente que eres difícil de complacer?
9. ¿Solo te sientes satisfecho con tu trabajo si está hecho a la perfección?
10. Cuando buscas un destino para las vacaciones, ¿miras varios destinos y haces una comparativa de precios y opciones?
11. Si celebras una reunión en casa con amigos, te sientas con ellos a charlar y ya recogerás mañana el desorden.
12. Te puedes ir a la cama sabiendo que tienes una tarea sin hacer.
Resultados del test del perfeccionista
Mayoría de síes: no tienes remedio, eres el perfecto perfeccionista. Necesitas controlarlo todo, no te das descanso a ti mismo y te exiges mucho para cumplir unas metas que tu mismo te pones. Además, esas metas, cada vez son más altas. Tienes un alto nivel de estrés y nunca encuentras un momento para disfrutar con las pequeñas cosas. ¿Relajarse? Esa palabra no tiene cabida en tu diccionario.
Mayoría de noes: tu vida es relajada y despreocupada hasta el exceso. Es posible que tu falta de compromiso y motivación de pase factura en tu vida cotidiana. No te vendría mal dejar de procrastinar un poco y ponerte las pilas.
Cómo dejar de ser tan perfeccionista
- Deja de ejercer una presión tan grande sobre ti mismo, establece menos metas y más realistas.
- Disfruta de tus éxitos antes de embarcarte en otra meta.
- Reduce el número de tareas que te pones al día, escoge dos o tres que sean fundamentales y, aunque te sobre tiempo, no hagas más que esas.
- Acepta las imperfecciones, así es el ser humano, imperfecto y en ello radica parte de su grandeza.
- Aprende a ser más tolerante, contigo mismo y, no te olvides, también con los demás.
- Acepta tus limitaciones.
- Disfruta de la vida.