Cuál es la relación entre el estrés y el asma
¿Puede un momento muy estresante desencadenar una crisis asmática?
La mayoría de nosotros pasamos situaciones de estrés, debido a que se viven experiencias que pueden ejercer una presión mental o emocional que pueden llegar a afectar nuestra salud.
Algunos expertos sugieren que el asma es más que una afección y que se puede desencadenar cuando se viven momentos de alta carga emocional. Es por ello que los individuos que padecen esta patología deben aprender a canalizar las emociones y las experiencias no tan gratas. Y es que, existe una relación entre el estrés y el asma.
El estrés y el asma: cuál es su relación
Las personas que tienen asma son aún mucho más propensas a caer en crisis cuando pasan por estados de ansiedad. Pero, ¿por qué el estrés es un desencadenante del asma?
El estrés provoca una oleada de hormonas en nuestro cuerpo. Estas se lanzan para prepararnos para huir del peligro o para combatirlo (la respuesta de "lucha o huida").
Reaccionamos ante el con síntomas como ritmo cardíaco más rápido, músculos tensos y respiración superficial y rápida (hiperventilación). Este cambio en nuestro patrón de respiración, puede aumentar el riesgo de todos nuestros síntomas habituales de asma, como el tórax y la tos.
Otra razón por la cual el estrés puede desencadenar el asma de alguien es por el tipo de activiades o reacciones que las personas tienen cuando están estresadas. Puede notar que pierde la paciencia con mayor facilidad cuando está bajo estrés, y la ira es en sí misma un desencadenante emocional del asma.
El estrés puede reflejarse en la manera en que bebemos o fumamos, potenciando un mayor consumo que, en definitiva, se traducirá en una peor condición física o un empeoramiento para la persona que, ya de por sí, sufre asma.
Las personas con asma que están estresadas también pueden sentirse menos capaces o dispuestas a tomar sus medicamentos para el asma según lo prescrito, especialmente si el estrés a largo plazo significa que también están lidiando con ansiedad y depresión.
Cómo saber si el estrés está desencadenando una crisis asmática
Normalmente no es tan difícil reconocer las cosas que nos estresan. Pero a veces no hacemos la conexión entre eventos estresantes y los síntomas de asma. Por ello tiene que estar muy atento a las señales que envía el cuerpo y no obviarlas.
Si cree que puede estar bajo más estrés de lo normal, pregúntese si su asma se siente peor de lo normal.
Si ha notado que su asma se siente peor de lo normal, considere lo que está sucediendo en su vida en este momento. ¿Podría una situación estresante haber provocado sus síntomas de asma?
En estos casos lo recomendable es llevar un registro de las situaciones estresantes junto con un diario de síntomas: esto podría mostrar un patrón y ayudarlo a reconocer situaciones estresantes o eventos que desencadenan sus síntomas de asma.
Un plan de acción escrito para el asma lo ayudará a vigilar el empeoramiento de los síntomas y saber qué hacer si observa alguno.
El estrés es más probable que desencadene síntomas de asma si su asma no se maneja bien. Así que asegúrese de controlar su asma lo mejor que pueda, tomando sus medicamentos según lo prescrito. Debe estar siempre preparado. Es posible que deba tomar más de sus medicamentos para el asma por un tiempo hasta que se sienta menos estresado.
Cómo se controla el asma
Una de las principales medidas para prevenir el asma es intentar evitar los desencadenantes. Entre los desencadenantes de una crisis asmática está el aire frío, las emociones intensas, el pelo de las mascotas, los altos niveles de polen, el polvo o los ácaros en las casas y la práctica de ejercicio físico.
A nivel farmacológico, los médicos recomiendan varios tratamientos. Debido a que el asma es distinto en cada paciente y los síntomas pueden evolucionar con el tiempo, será tu alergólogo el que determine qué medicamento es el más adecuado. Sin embargo, los actualmente disponibles son:
- Inhaladores dosificadores.
- Líquidos que usan en nebulizadores.
- Inhaladores de polvo seco.
- Pastillas.
- Medicamentos inyectables.
Estos medicamentos suelen dividirse en dos grupos:
Medicamentos de alivio rápido o de rescate: se usan para que actúen en el momento y puedan abrir las vías respiratorias. El más usado es el salbutamol que se usa mediante un inhalador que transporta el medicamento directamente hasta los bronquios para abrirlos.
Medicamentos de control: se usan a diario para reducir los síntomas y los ataque de asma. Suelen ser corticoesteroides inhalados, broncodilatadores que actúan a largo plazo o inyecciones de fármacos para el control.
Cómo controlar el asma provocado por situaciones de estrés
Algunas prácticas que se emplean habitualmente para controlar el estrés como la relajación muscular progresiva, la respiración diafragmática o el mindfullnes pueden ayudar a las personas asmáticas que sufren crisis cuando padecen un alto nivel de estrés.
Durante algún tiempo se estudió sobre este tipo de prácticas y métodos de relajación y su participación en una regulación completa del asma. Sin embargo, no ayuda en todos los casos y no todas las personas son capaces de autoregularse para controlar el estrés y el asma derivado de una situación angustiosa.
No obstante, la relajación hace mucho: ayuda a lidiar mejor con los ataques de disnea o a evitar que ocurran en primer lugar. Y en muchos casos aumenta la calidad de vida de los afectados. Las psicoterapias son especialmente importantes cuando surgen fuertes miedos, inseguridades o estados de ánimo depresivos.