Mito o realidad: ¿El chocolate provoca acné?
¿El chocolate, embutido o dulces provoca brotes de granos?
"No comas chocolate que te van a salir granos", es una frase que se han instalado en nuestras conciencias y la damos por válida sin más.
Sin embargo, ¿qué tiene de cierta?, ¿es mito o realidad que el chocolate provoca acné? La respuesta te va a sorprender porque contradice esa frase tan usada y que nos han dicho tantas veces a lo largo de la vida. Y es que, a día de hoy, no se han demostrado que el chocolate u otro alimento mejore o empeore los granos y las espinillas.
El chocolate provoca acné: ¿mito o realidad?
A pesar de que es una creencia instalada en la sociedad, ni el chocolate, ni los dulces, ni los embutidos, las patatas fritas u otros alimentos a los que se ha señalado provocan que aparezca un brote de granos o empeora un caso de acné.
Es posible que se haya relacionado a estos alimentos con las espinillas porque son las personas que tienen las pieles grasas las más propensas a sufrir de acné, y estos alimentos, desde el chocolate a los embutidos, son productos altos en grasas. Sin embargo, a día de hoy, no está probado que consumir o introducir en tu dieta este tipo de alimentos esté relacionado o tenga efecto sobre los posibles granos que tengas.
Es decir, que si te tomas un bocadillo de salchichón o disfrutas de un par de onzas de chocolate, no te despertarás con un par de granos nuevos a consecuencia de haber introducido más grasa en tu cuerpo.
Sin embargo, en algunos casos concretos, si se ha demostrado que la aparición de granos está relacionada con el consumo de algún alimento en concreto. En casos de intoxicaciones alimentarias y alergias a algún alimento en concreta, sí se ha detectado una aparición o brote de granos. En cualquier caso, esta es una causa bien distinta a la de amanecer con granos por haber tomado chocolate por la noche.
A día de hoy, ni nutricionistas, ni expertos en la salud han podido establecer una relación entre el chocolate y los granos.
En realidad, se cree que este tipo de lazo que se ha creado entre alimentos grasos como el chocolate y los granos puede venir por diversas causas o circunstancias:
- Alguien que toma chocolate de forma habitual, solo lo asocia este alimento a los granos cuando tiene un brote de acné. Es decir, ingiere chocolate todo el año pero, solo echa la culpa a este alimento de sus granos cuando, de forma esporádica le aparecen unos cuantos granos en la cara.
- El estrés es uno de los desencadenantes del acné y, puede suceder que alguien en este estado de ansiedad, consuma más chocolate y atribuya los granos a este alimento y no a su estado de estrés.
- En algunos momentos determinados, ya sea el embarazo o el ciclo menstrual, es posible tener cierta apetencia por distintos alimentos, como por ejemplo el chocolate. Por lo tanto, si en esta fase se toma más chocolate de la cuenta y salen granos, ¿a quién se echará la culpa? Sí, al chocolate, cuando en realidad en estos casos los granos son debidos a cambios hormonales propios de esa etapa.
- Si comes chocolate todo el año y tienes acné todo el año, es posible que relaciones el efecto con una posible causa, cuando en realidad, tu acné puede ser hereditario, por lo tanto, si eliminas el chocolate de tu dieta, seguirás teniendo granos.
Si el chocolate no provoca acné, ¿qué lo provoca?
Ya hemos visto que no hay ningún estudio que relacione directamente un brote de acné con la ingesta de chocolate u otros alimentos grasos. La mayoría de expertos en nutrición y de la belleza te dirán que las causas pueden ser bien distintas.
Y es que, en realidad el acné se produce cuando los folículos pilosos, los poros, se llenan de grasa que segregan las propias glándulas sebáceas de la piel o de células muertas. Esto provoca que las bacterias florezcan dentro del folículo, en lugar de estar en la superficie de la piel. De esta manera, las bacterias están en un ambiente óptimo, alimentándose del contenido del folículo y comienza a producir enzimas y químicos inflamatorios.
Los glóbulos blancos que vienen al rescate para combatir esa infección contribuye a inflamar el folículo capilar, de ahí esa bolita a la que llamamos grano.
El acné es un trastorno tan frecuente y común que hasta su nombre científico lo indica: acné vulgaris. Este trastorno de la piel afecta a adolescentes principalmente, pero también a adultos en cualquier etapa de la vida.
El acné suele iniciarse entre los diez y los trece años a causa de los cambios hormonales propios de la pubertad y, aunque entre los veinte y veinticinco años deja de mostrar su lado más salvaje o exagerado, puede prolongarse más tiempo. De hecho, ya que una de las causas más comunes del acné son los cambios hormonales, etapas como el embarazo o el ciclo menstrual puede hacer aparecer a unos cuantos granos en el rostro, cuello o espalda.
¿Qué hacer para acabar con el acné?
Para eliminar los granos de tu rostro puedes llevar a cabo muy distintas prácticas pero, si lo que haces es eliminar el chocolate, embutido, dulces o fritos de tu dieta, es más que posible que no te sirva de nada.
Si realmente quieres terminar con esos molestos granos, lo primero que has de hacer es llevar una perfecta y constante higiene de la piel, lavándola en profundidad y arrastrando impurezas todos los días.
Consulta a tu médico o dermatólogo la posibilidad de aplicar un producto especial para tratar el acné. Hay productos eficaces para tratar los granos.
Y, si quieres que desaparezca, procura no tocarlos. Ya hemos visto que cada grano es una pequeña infección, por lo que empeorarán si los estrujas o restriegas.