Por qué me duele el arco del pie
Dolor en el arco del pie, ¿es fascitis plantar, traumatismo o tensión muscular?
El dolor en el arco del pie suele deberse a una afección conocida como fascitis plantar. Se trata de una inflamación en los tejidos blandos situados en la parte media del pie y que causa molestia e incluso incapacidad para realizar correctamente los movimientos más simples con el pie.
Si te duele el arco del pie, conoce cuáles son las posibles causas, desde la fascitis plantar a un traumatismo, y qué puedes hacer para remediar este dolor que incluso puede impedirte caminar.
Anatomía del arco del pie
El pie tiene 26 huesos que se mantienen unidos por la forma en la que encajan unos con otros y los ligamentos que los sostienen. Estos huesos forman dos arcos, uno longitudinal que recorre al pie desde los dedos al otro extremo y un arco transversal que recorre el ancho del pie.
También hay almohadillas de grasa para que el pie pueda soportar todo el peso del cuerpo y absorber el impacto de las pisadas al caminar o correr y además, en el pie hay músculos, con un tejido fibroso conocido como fascia plantar y que es el soporte secundario del pie.
¿Por qué es importante que conozcas la anatomía del arco del pie? Cuando hay alguna inflamación, tensión o lesión en cualquier parte del pie, se puede producir una molestia en el arco del pie.
Qué puede causar dolor en el arco del pie
El arco del pie, es la zona que absorbe la fuerza que ejercemos al caminar o al movernos, por lo tanto, cualquier molestia, inflamación o lesión en esta zona, puede resultar realmente molesta y frustrante. Existen distintas causas que provocan dolor en el arco del pie.
- Traumatismos.
- Esguinces de ligamentos.
- Fracturas por estrés.
- Excesivo uso.
- Artritis inflamatoria.
- Distensiones musculares.
- Tensión en las articulaciones.
- Fascitis plantar.
Qué es la fascitis plantar
Una de las causas más frecuentes que provocan dolor en el arco del pie es la lesión en la fascia plantar. La fascia plantar es el tejido conectivo que soporta el arco del pie en la parte inferior. Si tocas tu pie, verás que se extiende desde el talón, hasta los metatarsianos, es decir, hasta el lugar donde comienzan las falanges de los pies.
Una lesión en esta zona puede hacer que se inflamen los tejidos provocando un dolor constante ante cualquier movimiento. Esta lesión es frecuente, sobre todo, en corredores, ya que tienen que realizar carreras sobre una superficie irregular. Además suele aparecer en personas que no practican deporte con frecuencia, a partir de los 45 años. ¿Por qué? En el caso de los deportistas, la causa principal es la incidencia de correr en una superficie determinada. Además la fascitis plantar puede deberse a una mala pisada debido a tener pie cavo (con demasiada curvatura) o pie valgo (la presión de la pisada está en el interior del pie).
También puede aparecer por utilizar un mal calzado con una deficiente capacidad de absorción de fuerza, tener un aumento repentino de peso o falta de ejercicio físico y debilidad muscular.
Síntomas de dolor en el arco del pie
El dolor en el arco del pie tiene distintos síntomas, según el tipo de lesión y la gravedad de la misma:
- Sensibilidad en la parte inferior del pie, en ocasiones se siente localizada en una zona determinada y en otros casos la sensibilidad es general.
- El dolor aumenta o disminuye cuando estiras el arco del pie.
- Si tu caso es leve, el dolor irá reduciéndose a medida que los tejidos blandos estén más estirados y calientes, y aumentará cuando el arco del pie está estresado porque has caminado mucho o ejercido demasiada presión sobre él.
- El dolor aumenta con el movimiento.
- Un dolor más localizado puede ser un indicador de que sufres una tendinitis, una fractura o un esguince.
- Si aparece un moretón en la planta del pie, es indicativo de una lesión por pisar algún elemento rígido o duro sin un calzado adecuado. En esta zona, los tejidos no aportan demasiada protección, por lo tanto, un golpe seco puede provocar mucho dolor, hinchazón y decoloración.
- Por lo tanto, ya ves que la causa del dolor en el arco del pie puede tener distintos orígenes, solo un experto puede ofrecer el diagnóstico adecuado en torno a tu dolencia.
Cuándo acudir al médico si me duele el arco del pie
Si el dolor que sientes interfiere con tus actividades cotidianas, caminar se ha convertido en una práctica molesta y has no puedes practicar deporte, debes considerar buscar ayuda médica para que pueda determinar la causa de la lesión y el tratamiento.
El traumatólogo que te trate, te pedirá que definas el dolor que sientes y cuándo lo sientes. En estos casos, puede ser:
- Solo cuando realizas una actividad, en reposo cede el dolor.
- Antes y después de la actividad, pero no durante la misma.
- Antes, durante y después de una actividad deportiva.
- Dolor intenso constante que no permite el movimiento
Es recomendable que puedas enseñar a tu médico el calzado que utilizas, tanto para hacer deporte como para caminar. El médico examinará tu pie y lo manipulará ejerciendo presión en distintas zonas para identificar tanto deformidades como puntos más sensibles.
Es posible que hayas de realizar pruebas para ver cómo funcionan tus músculos como sostener tu cuerpo sobre uno y otro pie de forma alterna, caminar, rotar el tobillo o correr.
Si el diagnóstico no está muy claro mediante la manipulación del pie, es posible que te realicen una radiografía o resonancia magnética para estudiar los huesos del arco del pie más a fondo.
¿Cuál es el tratamiento para el dolor de arco?
Una vez que se determina la gravedad y la causa del dolor en el arco del pie, ya sea a causa de una fascitis plantar, un esguince, una fractura o cualquier otra lesión, tu médico podrá facilitarte información para poder realizar ejercicios de rehabilitación de la zona.
- En algunos casos basta con realizar determinados ejercicios en casa y, en otras, requiere el trabajo con máquinas y terapias manuales a cargo de un fisioterapeuta.
- Además te recomendarán que elimines las actividades que agravan tu condición y las sustituyas por otras menos lesivas para el pie. Por ejemplo, cambiar el running por la natación o la bicicleta.
- Otras medidas de tratamiento pasan por utilizar un calzado adecuado o unas plantillas para corregir la mala pisada o eliminar el impacto que ejerce el cuerpo en las pisadas. Además, es posible que te recomienden evitar usar el mismo calzado a diario y, si desgastas mucho la suela por el interior o el exterior, habrás de cambiar el calzado cada ciertos meses.
- Algunos elementos ortopédicos, favorecen también la corrección de la pisada y mejoran la biomecánica del pie.
- Para paliar el dolor, tu médico puede recetarte, si procede, medicamentos para reducir la inflamación y el dolor.
- Cuando estés en casa, te ayudará mantener el pie elevado.
- Te realizarán un seguimiento durante todo el proceso hasta que cese el dolor en el arco del pie.