Qué hacer ante una torcedura de tobillo o esguince
Tratamiento y ejercicios de recuperación de un esguince de tobillo
Una torcedura de tobillo o esguince, puede ir desde una lesión leve, en la que solo hay dolor y cierta sensibilidad y cura rápidamente, hasta una rotura completa en la que el tratamiento requiere de varios meses hasta recuperar la movilidad.
El esguince de tobillo o la torcedura, es una de las lesiones musculoesqueléticas más comunes en personas de todas las edades y condiciones, desde los que practican mucho deporte a los más sedentarios. Y es que, una mala pisada, un calzado poco ajustado o un traspiés puede causar una lesión en el tobillo. Pero, ¿sabes qué hacer si te tuerces el tobillo?
Qué es un esguince de tobillo
El esguince de tobillo o torcedura es una de las lesiones más frecuentes a nivel muscular y óseo. Ocurre cuando uno o más ligamentos del tobillo se desgarran o, se estiran, ante una caída o una mala pisada, causando dolor inmediato, dificultad para caminar, y en ocasiones hinchazón y amoratamiento de la zona.
En muchas ocasiones, esta lesión no pasa de ser una mera torcedura de tobillo que causa dolor y una especie de descarga eléctrica instantánea que puede molestar e hincharse levemente. Pero, si la torcedura causa un dolor agudo, hematoma, inflamación y, sobre todo, imposibilidad de caminar, es importante consultar al médico para recibir el tratamiento y los consejos de rehabilitación adecuados para que sane bien y no pierdas movilidad o estabilidad.
Recuerda que, un tobillo mal curado, es susceptible de padecer otro esguince con el tiempo.
Causas de las lesiones en el tobillo
La lesión más clásica de tobillo es el esguince lateral. Sucede cuando el pie rueda hacia dentro, es decir, hacia el otro pie, provocando daños en los ligamentos externos del tobillo.
También puede suceder, aunque es menos frecuente, esguinces que afecten a los ligamentos internos, son los esguinces medianos del tobillo) y los esguinces que lesionan los ligamentos que unen los huesos de la pierna (tibia y peroné) por encima del tobillo.
Gravedad de una torcedura de tobillo
Existen distintos grados de severidad de una torcedura de tobillo, se clasifican en :
Esguince de grado 1 o leve: el estiramiento del tobillo es mínimo y no hay desgarros. Se produce cierta molestia acompañada de hinchazón y sensibilidad. No suele haber hematomas. Se puede caminar sin dificultad. Suele curar de 1 a 3 semanas.
Esguince de grado 2 o moderado: hay un desgarro parcial del tobillo, dolor moderado, hinchazón y sensibilidad en la zona. Es posible que se produzca un hematoma. Al caminar se nota una inestabilidad y algo de pérdida de movimiento. Duele al caminar. Cura entre 3 y 6 semanas.
Esguince de grado 3 o severo: hay una rotura parcial o completa. El dolor en el tobillo es intenso, con hinchazón y hematoma. Caminar no es posible y se pierde estabilidad y movimiento. La curación total puede llevar varios meses.
Cuál es el tratamiento para una torcedura de tobillo
El tratamiento más adecuado si sientes molestias tras un tratamiento de tobillo pasa por realizar el protocolo RICE:
Descanso (Rest): no practiques deporte durante unos días, si el tobillo te molesta y evita caminar en exceso, al menos las primeras 24 o 48 horas intenta estar lo más inmóvil posible. El hueso y los ligamentos necesitan recuperarse tras el estiramiento.
Hielo (Ice): aplicar hielo tres o cuatro veces al día, ya sea una compresa de gel frío o hielo cubierto con un trapo para proteger la piel, entre 15 y 20 minutos.
Compresión (Compression): comprime la hinchazón para reducirla con una venda elástica, pero no aprietes tanto como para que la sangre no circule bien.
Elevación (Elevation): cuando estés sentado, eleva el tobillo a la altura de la cadera, si es posible o, si estás tumbado, coloca un cojín que eleve el pie.
Además pueden ayudar los medicamentos antiinflamatorios que te recomiende tu médico para reducir el dolor y bajar la hinchazón.
Cuándo acudir al médico tras un esguince de tobillo
Si los síntomas son leves, es posible que en dos o tres días, sientas una mejoría aunque el tobillo no esté recuperado hasta un poco más adelante. Sin embargo, si el dolor y la hinchazón son severos, no puedes caminar o sientes el tobillo entumecido, conviene que acudas a urgencias para determinar cuál es el grado de tu lesión y qué tratamiento es más adecuado en tu caso.
Cuando acudas al hospital, te realizarán una radiografía para evaluar el estado del tobillo, aunque los ligamentos, que son la principal consecuencia de las torceduras de tobillo, no aparecen en una radiografía habitual. Para detectar fracturas de ligamentos, los médicos pueden valorar el área donde duele, la sensibilidad y cuánto peso es capaz de soportar el tobillo. En algunos casos, podrían recomendar realizarte una resonancia magnética para poder calibrar el impacto total del esguince.
Qué ejercicios ayudan a rehabilitar el tobillo tras una torcedura
Para una recuperación total del tobillo, además del método RICE, es conveniente realizar sesiones de fisioterapia y ejercicios para fortalecer los ligamentos y músculos. El tratamiento con un fisioterapeuta junto con la ayuda de vendas elásticas, férulas o aparatos ortopédicos.
Puede ayudarte a que recuperes tus rutinas de vida antes que cuando se produce la inmovilización total del tobillo con un yeso. La técnica del yeso, tan común hace unos años, es menos frecuente hoy en día y se la relega a tratamientos más específicos, como en casos con desplazamiento de los huesos del tobillo o tras una intervención quirúrgica si la fractura es muy grande.
Por lo tanto, tras realizar la terapia RICE las 24 primeras horas, los expertos recomiendan comenzar con ejercicios de fortalecimiento y movimiento 2 o 3 días después de la torcedura de tobillo. Algunos ejercicios que ayudan a restaurar el tobillo son:
Flexiones de talón: apoya el talón del pie lesionado en el suelo y estira de los dedos hacia tu cuerpo, después dirige los dedos lo más lejos posible del cuerpo, es decir, en la dirección contraria a tu torso.
Movimientos de tobillo: coloca el talón del pie con esguince en el suelo e intenta escribir las letras del alfabeto en mayúsculas con el dedo gordo del pie.
Ejercicio con banda elástica: utiliza una banda elástica, colócala en la planta del pie y toma los extremos con las manos. Presiona con los dedos de los pies hacia afuera y hacia abajo. Repite varias veces.
Giros con el pie: siéntate en una silla y coloca una banda elástica alrededor del pie lesionado y toma el extremo con las manos o colócalo alrededor del pie no lesionado. Gira despacio el tobillo enfermo hacia afuera y repite varias veces. A continuación gira el pie hacia adentro y repite varias veces.
De puntillas: colócate frente a una pared y pon las manos sobre ella para no caerte. Ponte de puntillas y mantén la posición un segundo, baja despacio hasta tocar el suelo con todo el pie y repite de nuevo. A medida que se fortalezca, haz este ejercicio manteniendo su peso solo en el lado lesionado.