¿Qué es somatizar una enfermedad? La conexión entre la mente y el cuerpo
Trastorno de síntomas somáticos: qué es y qué lo causa
¿Puede nuestra mente engañar al cuerpo y hacerle creer que está enfermo?, ¿incluso haciéndole sentir síntomas físicos claros y evidentes? La realidad es que sí y, un porcentaje de las visitas al médico corresponden a personas que están somatizando.
Te explicamos qué significa somatizar una enfermedad, qué causa este trastorno psicológico y cómo se puede tratar.
La conexión entre la mente y el cuerpo
Nuestra mente y nuestro cuerpo están conectados entre sí. Entre ambos se establece una comunicación automática, constante e involuntaria. Así, cuando queremos llegar hasta un sitio, solo tenemos que poner un pie delante del otro, o cuando nos pica la cara, solo tenemos que rascarnos con la mano. Y es algo involuntario porque no pensamos conscientemente "voy a poner un pie delante del otro para llegar hasta allí", simplemente lo hacemos. Es el cerebro enviando señales a nuestro cuerpo para que reaccione ante un deseo o un estímulo.
Las emociones también tienen una parte física, están conectadas con el cuerpo. De esta manera, cuando nos sentimos tristes, los ojos comienzan a llenarse de lágrimas o, cuando tenemos miedo, el corazón se acelera y la respiración se agita.
Pero, ¿nuestra mente puede engañar al cuerpo?, ¿podemos sentir dolor si no hay daño físico?, ¿podemos llorar si no estamos tristes?, ¿padecer de ciertos achaques aunque no haya ninguna enfermedad?
La realidad es que sí, podemos llegar a pensar que tenemos una enfermedad e incluso padecer los síntomas de la misma aun cuando estamos absolutamente sanos. A esto se le llama somatizar
¿Qué es somatizar?
Somatizar es un trastorno psicológico que, en mayor o menor medida, padecemos casi todos en algún momento de nuestra vida. La somatización ocurre a través de la relación entre la mente y el cuerpo. Se da cuando una persona está convencida de padecer una determinada enfermedad aunque no exista como tal. Tanto es así que esta persona puede sentir o creer sentir los síntomas asociados. Todo parece tan real que incluso las clínicas de salud se llenan de personas con cuadros somáticos y no reales (se cree que más del 10% de las consultas responden a problemas psicosomáticos).
La somatización puede deberse a varias causas, pero en muchas de ellas intervienen las emociones y el estres, veamos un ejemplo: Juan tiene un trabajo muy estresante, está sometido a mucha presión y, cada mañana, cuando entra por la puerta de su oficina siente dolor de estómago. Juan está convencido que tiene un problema de salud. La molestia es tan grande que acude al médico, le hacen pruebas y descartan úlcera de estómago, intolerancias alimentarias, alergias y cualquier otra enfermedad. El diagnóstico final es estrés. En realidad, estaba somatizando. El estrés le jugó una mala pasada y le hizo pensar que tenía una enfermedad estomacal.
La somatización puede hacer creer a una persona sana que está enferma y a una persona que tiene una leve afección que esta sea mucho más intensa e incluso que gobierne su vida. Las emociones y el estrés influyen mucho en el trastorno de somatización, antes conocido como "histeria crónica".
En la somatización hay una conexión entre las emociones y los síntomas físicos (es la conexión entre la mente y el cuerpo). Es un trastorno similar al trastorno de ansiedad (hipocondria), en la que una persona siente un miedo no controlado a enfermar pero, a diferencia de la somatización, los hipocondríacos no sufren síntomas físicos reales o los sufren en muy baja intensidad.
La somatización no tiene edad, afecta a niños, adolescentes y adultos, por lo tanto, el médico de atención primaria, que es quien primero atiende a estos pacientes, tras detectar que los síntomas que siente el paciente no responden a ninguna enfermedad, puede recomendar realizar terapia para tratar el trastorno de somatización.
Qué causa la somatización
El trastorno de síntomas somáticos (TSS) suele comenzar antes de los treinta años y, según los datos, se presenta más en mujeres que en hombres. Las causas más comunes que lo desencadenan son:
- El estrés.
- Ser sensible física y emocionalmente al dolor.
- Tener antecedentes familiares con trastorno de somatización.
- Personalidad con perspectivas negativas.
- Casos de personas que han sufrido maltrato físico o abuso.
Qué síntomas revelan que alguien está somatizando
No es fácil para un paciente escuchar que esos síntomas que parecen tan reales no lo son y que en realidad están relacionados con la somatización. "¿Todo está en mi cabeza?, ¡yo no estoy fingiendo!", es la respuesta más habitual de quien padece este trastorno. La persona puede sentirse frustrada e incomprendida, sin embargo, es importante reconocer los síntomas de la somatización para poder hacer frente, no a la enfermedad en sí, ya que puede no existir, sino a los elementos que pueden estar causando que alguien somatice.
Hay dos tipos de trastornos que describen la somatización:
- Trastorno de síntomas somáticos: la persona que somatiza puede tener síntomas corporales como dolor de tripa, dolor de cabeza, náuseas, fatiga, dolor localizado, dolor crónico.
- Trastorno de conversión: en este caso la persona que somatiza tiene síntomas neurológicos como desmayo, parálisis, convulsiones, problemas con el habla o pérdida de memoria.
También puede ocurrir que, una persona que padezca una determinada enfermedad, sufra "elementos de somatización". Esto significa que, quien tiene migrañas, sufren síntomas más intensos o mas frecuentes.
Qué hacer cuando alguien somatiza
Si el médico, tras hacer un examen exhaustivo de la posible lesión, enfermedad, infección, inflamación, etc., no encuentra nada y diagnostica un trastorno de somatización, es importante comenzar con el tratamiento psicológico para poder controlar estas emociones que están llevando al cuerpo a creer sentir que está enfermo, sobre todo si la somatización supone un problema para el paciente. Y es que, en definitiva, para muchas personas puede resultar un problema que afecta a su vida diaria e incluso le puede impedir realizar sus rutinas de forma normal.
Aunque en algunas ocasiones, los síntomas que causa la somatización acaban desapareciendo por sí solos, si duran más de unas semanas o se extienden demasiado en el tiempo, puede ser necesario recurrir a tratamiento psicológico.
En estos casos, se realiza un tratamiento con un terapeuta para poder encontrar el origen de este trastorno psicológico y poder atajarlo. Estos tratamientos pueden pasar por realizar terapia y asesoramiento, estrategias de control mente y cuerpo y, en algunos casos, medicación.
Se trata de ayudar a la persona a aprender a controlar sus síntomas físicos y recuperar así el estado de bienestar. Así los pacientes aprenden a reconocer qué es lo que está causando estrés o angustia y detectan cómo reacciona el cuerpo cuando sucede.