Qué hacer cuando tus competidores te copian e imitan tu producto
Cuando en el mundo de los negocios otros utilizan tu talento en su beneficio
En un mundo en el que parece que "casi todo" está inventado, es difícil ofrecer productos nuevos y distintos, por lo que en gran medida, muchos negocios se basan en la reproducción de otros similares.
Sin embargo, hay quien fundamenta su trabajo en la imitación exacta del trabajo de los demás, sin ética o rigor ninguno. ¿Podemos defendernos de esas prácticas tan poco éticas?, ¿qué podemos hacer cuando los competidores nos copian?
La competencia en los negocios
La competencia es algo cotidiano en los negocios, en cualquiera, ya sea en la moda, en la industria del cine o en Internet. De hecho, que haya competencia indica que hay un hueco importante para ese negocio. Eso ha de obligar a cualquier empresa a seguir mejorando, a ofrecer más y mejor, a innovar y a desmarcarse del resto con un producto más atractivo.
Pero, en este mundo tan competitivo, hay quien ejerce su labor con una absoluta falta de ética, y se intenta lucrar a partir de la creatividad y el talento de los demás. Ya que, ellos mismos, son incapaces de gestar una idea, están acechando tras cualquier esquina para aprovecharse de las habilidades e ideas de los demás y, no contentos con eso, intentan arrebatarles el sitio que ganaron con tanto esfuerzo.
¿Es tu caso?, ¿Sientes que la competencia no juega limpio?, ¿crees que tus competidores te copian? Ya sea que tengas una tienda de ropa y hayan puesto una nueva a 20 metros con el mismo producto, que dirijas una página web y veas cómo imitan tus contenidos o estén plagiando las joyas que diseñas, es hora de tomar cartas en el asunto.
Los imitadores son personas que se sientan a esperar, y en esa espera no intentarán pensar o trabajar en crear algo por sí mismos, estarán escudriñando y husmeando el éxito de otros. Cuando lo huelan, saltarán encima para intentar conseguir su propio beneficio.
Cómo mantener tu posición si tus competidores te copian
No dejes de trabajar en tu marca
Las ideas pueden plagiarse, pero no la calidad de las mismas. Trabaja siempre porque tu servicio sea de una calidad intachable, muy superior a las de tus imitadores. Podrán copiarte una idea, podrán incluso hacerla muy parecida, pero nunca podrán hacerla igual, recuerda que ellos no tienen talento y tu sí, por eso te copian. No dejes nunca de trabajar para dar el mejor servicio y esfuérzate en crear una lealtad y fidelidad de tus seguidores hacia tu marca.
No te dejes llevar por la rabia
Antes de nada piensa que la imitación es una forma de adulación. Algo bueno y bonito estarás haciendo cuando los demás dirigen tus miradas hacia ti para intentar hacer lo mismo que tu. Siéntete orgulloso de tu trabajo y de tu talento y, no dejes que los imitadores te hagan olvidar que tienes una alta capacidad para desarrollar tu trabajo. Mantén tu posición ética a la hora de trabajar y no generes emociones negativas que interfieran en tu creatividad y tu estado de ánimo. Enfócate en tus ilusiones y lo que deseas construir por ti mismo.
Protege tu idea
Si tienes un producto novedoso, una marca o un negocio que quieras proteger, paténtalo. Puedes crear una patente sobre tu producto, puedes registrar tu marca y proteger tus ideas bajo un copyright. Si alguien intenta replicar un artículo que has escrito, unas joyas que has diseñado o una marca, tendrán que responder ante la ley por plagio. Aun así, has de saber que, quien hizo la ley, hizo la trampa, como dice el dicho y habrá personas que intentarán saltarse esa legalidad o intentarán encontrar el hueco por dónde copiarte.
Desafía a tus imitadores
Cuando la copia sea flagrante, cuando se escondan bajo la manta de "estar inspirándose" para plagiar y estén replicando un producto igual que el tuyo, desafíales. Ponte en contacto con ellos y hazles saber que te consta que su producto es una copia del tuyo y que si no lo retiran buscarás todos los medios legales para evitar que sigan plagiándote. Y, si llega el momento de tener que pelear legalmente, habrás de buscarte un abogado y defender la originalidad de tu producto frente a las copias de los demás.
No pierdas de vista nunca tu negocio
No está de más conocer a tus enemigos, y saber qué hacen y cómo lo hacen, pero no malgastes más tiempo del necesario. No es la competencia la que puede matar a tu negocio, es la incapacidad de trabajar duro, esforzarse cada día por dar un mejor servicio, permanecer atentos a los posibles cambios en tu ámbito laboral y seguir reciclando el producto día a día. No dejes que el ruido exterior bloquee el talento que ha hecho que tengas “admiradores”.