Quién es quién en la mitología egipcia

Quienes eran los principales dioses del Antiguo Egipto

Alba Caraballo - 2019-09-13 14:08:00 - Educación

Una de las áreas más complejas de la civilización egipcia es la que atañe a sus creencias religiosas. A lo largo de las 30 dinastías egipcias que van desde el año 3100 a.C. hasta el 332 a.C. varios dioses y seres mitológicos gobernaron a los hombres, esta es su historia. Conoce quién es quién en la mitología egipcia.

Historia de la mitología egipcia

curiosidades de la mitología egipcia

Alrededor del año 2700 a.C. nació el reino que conocemos como Antiguo Egipto, gobernado por un único rey (faraón) y con una única lengua. Este reino, era liderado por un soberano temido por todos y considerado un semidiós. En esta época, la mitología era transmitida por tradición oral y  no fue hasta alrededor del 1780 a.C. cuando los egipcios vieron la necesidad de dejar constancia de sus creencias religiosas. 

Los restos arqueológicos muestran que, durante los primeros años de este reino, los egipcios realizaban un culto al ganado y veneraban a una especie de vaca de grandes cuernos. En aquella época, la mitología egipcia ya trataba de dar una explicación sobre el origen del mundo, el sentido de la vida y lo que ocurría al fin de la misma. 

Esas creencias se basaban en la existencia de dos tierras idénticas, la de los vivos y la habitada por espíritus en la que el sol brillaba tras abandonar el mundo de los vivos. Eran tierras idénticas pero, era fundamental mantener el equilibrio ya que, de lo contrario se instalaría el caos. La persona que podía mantener ese equilibrio era el rey, por ello había que obedecerle. 

Los mitos, eran transmitidos a los egipcios en forma de cuentos o canciones para confortarles, asegurándoles que, gracias a los faraones, estaban a salvo. 

Mitología egipcia de la creación

Existen distintas teorías sobre los distintos dioses y mitos egipcios pero se cree que pudieron existir existieron de forma simultánea distintas versiones de la creación del mundo egipcio, bien porque podían escoger sus creencias o porque varían según el lugar de origen. Es más, algunos mitos evolucionaban a partir de otros y, cada uno englobaba a algunos anteriores y se adornaban para dar forma al siguiente Dios. 

El inicio de Egipto y el dios Tot

Según la mitología del Antiguo Egipto, antes de la creación no había nada salvo un vacío profundo anegado de agua. Allí vivían espíritus primitivos hasta que Atum, señor del Todo y dios supremo, llamó a esos espíritus. 

Se presentaron Num y Nunet (simbolizaban la nada), Ket y Keket (la oscuridad, Amon y Amonet (el secretismo) y Huh y Huhet (el silencio). Los varones tomaron forma de ranas y las hembras de reptiles y, con su mezcla, se inició la creación. 

Después Atum creó una superficie, junto al Nilo donde se asentó Egipto, en el centro estaba El Ashmunein, donde Tot, creado por Atum, organizó un gobierno, dictó leyes y recogió todo ese saber que está oculto en 42 volúmenes hasta que la humanidad esté preparada.

El tiempo en el que Tot gobernó, se consideró un tiempo de perfección y sucedió antes de la llegada del hombre, quien terminó ignorando las reglas de Tot.

Ptah, dios de Egipto

Cuando la capital de Egipto estaba en Menfis, en el año 3000 a. C., el dios local era Ptah. Tot acabó olvidado en pos del nuevo mito, a quien siempre se representa de perfil, con un casquete ajustado, barba y sobre un pedestal. Sostiene un bastón que representa la vida, la estabilidad y la longevidad. Era para los egipcios el dios constructor y se identificaba con los artesanos. Creó el mundo con el poder de su palabra, a medida que las palabras abandonaban su boca, se convertían en elementos físicos.

La creación según el dios Ra

A finales de la cuarta dinastía (2600 a.C.) nace el culto al sol como creador de vida. Ra o Re, era el sol en todas las facetas. Según la mitología, un escarabajo, Jepri, trajo al mundo físico a Ra empujando hacia el mundo de los mortales la bola del sol

Creían que Ra, navegaba la barca solar hasta que el sol alcanzaba el cenit y, en ese momento, se convertía en el dios Atón, a media tarde, adoptaba la forma de Haractes, halcón del segundo horizonte y, al anochecer zarpaba al mundo paralelo de los muertos donde se convertía en Atum, señor de la creación. 

Ra, el dios supremo, dio vida a Shu, el aire, y a Tfenis, la humedad, quienes se casaron y tuvieron dos hijos, un varón, Gueb, y una hembra, Nut. Estos, a su vez, se enamoraron pese a la oposición de su padre Shu, quienes les obligó a estar separados para siempre. Convirtió a Gueb en la tierra y a Nut, en la bóveda celeste.

Con el tiempo Nut dio a luz a cuatro hijos: Osiris, Isis, Set y Neftis.

Isis dio a luz a Horus y todos ellos se convirtieron en los nueve dioses de Heliópolis. 

A pesar de su importancia, Ra nunca fue popular como culto único y acabó unido a otros dioses, como Amón.

El mito de Amón

Amón se unió a Ra para convertirse en el dios supremo Amón-Ra en el que se reunió el poder del creador y el saber.

Durante la decimoctava dinastía (1550-1075 a.C.) los reyes guerreros iban hasta Karnak para implorar victoria en sus luchas al dios Amón-Ra y, para agradecerle el éxito, aumentaban el tesoro del templo de Karnak.

Con los años, Amón-Ra comenzó a estar mayor y Tot, el más anciano de los dioses, intentó que se retirara y se dedicara solo a su deber con el sol. Amón-Ra, no quiso y Tot predijo que Nut, el cielo, daría a luz cuatro hijos (Osiris, Isis, Set y Neftis) y el primogénito gobernaría Egipto en lugar de Amón-Ra. Tot logró que su profecía se cumpliera. 

Isis logró que Amón-Ra confesara su nombre secreto, algo que otorgaba poder completo sobre esa persona a se quien lo revelara y consiguió que volviera a su barca para gobernar el sol desde los cielos y ofreció el trono a su marido, Osiris. 

El mito de Osiris

Osiris era querido por todos y su mujer-hermana Isis, era el modelo ideal para todas las mujeres. 

Osiris se fue a la guerra y, cuando regresó victorioso trajo consigo un sarcófago de oro puro. Su hermano Set, quien le envidiaba y odiaba, anunció que el sarcófago sería para quien encajara en sus medias. Los hombres, uno a uno lo probaron, pero no encajó ninguno. Cuando le tocó el culto a Osiris, Set y sus seguidores corrieron a poner la tapa, echaron el cerrojo y arrojaron el sarcófago al Nilo. 

Por azares del destino, el sarcófago terminó convertido en una de las columnas centrales de un palacio en la ciudad de Biblo. Su mujer, Isis, lo recuperó, pero la furia de Set volvió a cebarse con Osiris quien lo despedaza en 14 trozos que lanza al Nilo.

Isis, afligida por la pena, recorre Egipto en busca de los pedazos, y allí donde encuentra uno, erige un templo en honor de Osiris, el resto de trozos los une, creando la primera momia que coloca en la tumba de Abido. Osiris resucita y se dirige a la tierra de los muertos desde donde promete vida eterna a todos los mortales. 

¿Qué fue de Set?

Una vez apartado Osiris del trono de Egipto, lo ocupa Set y gobierna con mano de hierro, a pesar de que el trono le corresponde a Horus por derecho. 

Horus y Set libraron sangrientas batallas durante muchos años, guerras que ganaba Horus. Tras 40 años de guerras, el tribunal de dioses egipcios, la Eneida, hizo justicia, expulsó a Set de la tierra y entregó a Horus el reino, con su madre en calidad de reina. Desde ese momento, todos los faraones egipcios se identificaron con Horus