Cómo afecta el tabaco a las personas asmáticas
Fumar, si tienes asma, puede agravar los síntomas de la enfermedad
Cada vez son más las personas que padecen de asma. Esta enfermedad crónica que se caracteriza por la aparición de crisis que dificultan la respiración, pero pese a esto, el número de fumadores sigue aumentando.
A pesar de las terribles consecuencias producidas por el consumo de tabaco, la adicción a esta sustancia lleva incluso a algunas personas a fumar pese a padecer esta afección respiratoria.
En Quonomy dedicaremos este post para aprender cómo afecta el tabaco en las personas asmáticas y te daremos algunos tips para dejar de fumar si padeces de esta enfermedad.
¿En qué consiste el asma?
Ya que el asma no tiene cura, se le considera como una enfermedad crónica. A pesar de que existe tratamiento, es una enfermedad que durará para toda la vida, incluso cuando los síntomas pueden disminuir al mínimo o por completo a lo largo de los años, ya que, no se descarta que, en un momento determinado, tras años de no sufrir una crisis asmática, vuelva a aparecer.
Con el consumo de medicamentos y siguiendo los procedimientos médicos adecuados puede ser controlada hasta el punto de poder vivir una vida normal.
El asma es una enfermedad que inflama los pulmones y las vías respiratorias. Estas vías al verse hinchadas disminuyen de tamaño, lo que ocasiona una gran dificultad para respirar. Además, hace que se produzca más mucosa, sustancia viscosa y adherente que vuelve una tarea dificultosa el proceso estándar de respiración.
Los ataques de asma pueden incluir sibilancias y pitos, al igual que tos constante.
¿Cómo detectar el asma?
Es necesario que un médico realice el diagnóstico luego de revisar sus síntomas, su condición física general y los factores externos a los que normalmente está expuesto. Asimismo, se le consultará sobre el historial de enfermedades de su familia, pues el asma parece tener un gran factor hereditario.
Al detectar la enfermedad, también se puede saber si es un tipo de asma avanzada o tenue. La importancia de un buen diagnóstico es primordial, pues existen numerosas enfermedades que muestran síntomas parecidos al de esta complicación.
Tratamientos para el asma
Al igual que muchos padecimientos, el uso de esteroides ayuda a combatir las manifestaciones de esta enfermedad. En este caso, vienen en la presentación de inhaladores. Existen distintos tipos de inhaladores capaces de adaptarse a las necesidades de cada persona, ya sea para prevenir o controlar los síntomas. Asimismo, hay de uso corto y a largo plazo.
Estos medicamentos tienen la capacidad de desinflamar las vías respiratorias y reducir al mínimo la presión en el pecho y/o la tos. Al presentar estas señales, el procedimiento más común son los inhaladores de mejoría acelerada, que buscan brindar una mejora eficaz de manera instantánea y momentánea.
Así afecta el tabaco a las personas asmáticas
No es noticia nueva para nadie que el tabaco causa daño en los pulmones, y si tienes asma, definitivamente querrás evitar esto. El tabaco en las personas asmáticas es quizás una de las peores combinaciones, pues sólo aumenta el daño en las vías respiratorias.
Si tú no fumas, pero en tu entorno cercano hay personas que lo hacen, el humo que emanan también puede afectar a las personas asmáticas. No solamente hay que evitar fumar, sino estar en ambientes en donde el humo del tabaco sea prominente.
Una persona que fuma y padece de asma, tiene el doble de irritación en la garganta, en los pulmones y en las vías respiratorias. Las ocasiones de que haya ataques asmáticos de manera seguida y repetida aumentan con el tabaco.
Pero esto no es todo, ya que el efecto de los medicamentos también se ve reducido por el consumo de tabaco o cigarrillo. Esta situación puede es sumamente alarmante, pues sin la ayuda de los medicamentos se puede llegar a un ataque grave de asma, que podría incluso ocasionar la muerte.
¿Fumar aumenta los síntomas del asma?
Sí, definitivamente es cierto que el tabaco afecta en las personas asmáticas de manera negativa. Es un acto muy peligroso por la gravedad del deterioro en los pulmones, que solamente aumenta con la presencia del tabaco. Además, los problemas de salud causados por fumar son exactamente los mismos que los síntomas del asma.
Si fumas, las crisis de asma aparecerán más seguidas. Además, el uso de inhaladores para tratar los síntomas de inmediato perderá su efecto poco a poco, lo cual complicaría la situación. Teniendo entonces que aumentar la dosis de los medicamentos para compensar los daños y esto ocasionará un mayor gasto.
Tips para dejar de fumar
- Si buscas mejorar tu calidad de vida y salud en general, especialmente si tienes asma, dejar de fumar es una decisión casi de vida o muerte. Sabemos cómo afecta el tabaco a personas asmáticas, y lo adictivo que puede ser el acto de fumar.
- Dejar de fumar significa reducir los síntomas del asma al mínimo y ser capaz de vivir una vida normal con una salud plena. Al reducir la tos, dormir no será un acto difícil de conseguir por las noches.
- Para dejar de fumar, es recomendado hacer acciones rápidas. Determinar una fecha en específico para finalmente dejarlo ha sido exitoso en muchas personas. Mantenerte ocupado y evitar estar distraído también funciona en muchas ocasiones, pues es común empezar a fumar cuando se está aburrido o sin ninguna tarea que hacer.
- Si vives una vida activa en la que haces ejercicio a diario, reducirás el acto de fumar al mismo tiempo que mejoras las crisis del asma, pues es bien sabido que ejercitar ayuda a personas asmáticas.
- Además, si se tiene en cuenta las ventajas y beneficios de dejar este acto, seguramente estarás más motivado y dedicado a dejarlo por completo.
- Buscar apoyo en otras personas es de mucha ayuda. Contacta a tus amigos y familia si lo necesitas.
En conclusión, es claro cómo afecta el tabaco a personas asmáticas. El daño causado por el acto de fumar y su consecuente presencia en los pulmones y vías respiratorias resulta contradictorio y poco beneficioso si buscas controlar la enfermedad.
Lo mejor es optar por una vida saludable, con hábitos alimenticios favorables, ejercicios diarios, un control de la enfermedad con el tratamiento adecuado, y obviamente, dejar por completo el acto de fumar. O incluso, evitar espacios en donde hay fumadores, pues esto también terminará por afectar tu padecimiento.