Cómo vivir con dolor constante. Dolor crónico
Cómo afrontar la vida con un dolor crónico
La mayor parte de las personas convivimos con el dolor de forma ocasional, ya sea un dolor de cabeza, un dolor de muelas, de riñones o de espalda. Es algo desagradable pero, alivia pensar que es pasajero y, tras unos días o semanas, irá cediendo.
Sin embargo, hay quien padece un dolor constante, son personas que conviven con el dolor crónico, no pueden evitarlo, ocultarlo o superarlo. Está ahí las 24 horas del día, ¿cómo superarlo?, ¿cómo afrontar la vida con un dolor constante?
Tipos de dolor
El cerebro es el órgano encargado de manejar el dolor, es el receptor que lo maneja, independientemente de la parte lesionada o el tipo de dolor. Sin embargo, no todo el mundo siente el mismo dolor ante un mismo estímulo, el umbral del dolor de cada uno es particular y personal.
Sea como fuere, hay varios tipos de dolor:
El dolor leve o moderado: un pequeño dolor ante una herida puntual y ocasional. Dura unos momentos o unas horas.
Dolor agudo: el daño puede afectar a huesos, tejidos o músculos y dura semanas e incluso meses.
Dolor crónico: cuando el dolor persiste a pesar de que el órgano ha curado, el dolor se vuelve constante. El cerebro sigue produciendo dolor, a pesar de no existir daño. Los médicos, muchas veces, no encuentran explicaciones o causas para ese dolor, y, sin embargo la persona relata un intenso dolor las 24 horas del día. Su sistema nervioso sigue reaccionando ante un estímulo ya pasado.
Cómo afrontar el dolor crónico
Solo basta imaginar que, ese dolor de muelas que nos impedía hasta pensar, se extienda durante días, semanas o meses, para intentar entender a las personas que conviven con el dolor crónico.
Sin embargo, las personas que padecen dolor acaban sintiéndose solas, desprotegidas y poco entendidas. Y es que, es un trastorno muy difícil de lidiar, tanto a nivel físico como a nivel emocional.
Cuando una persona ha intentado todo lo que tenía al alcance de su mano y ha probado todos los métodos de la medicina tradicional, las opciones parecen volverse limitadas o inexistentes, sin embargo, todavía hay cosas que se pueden hacer.
Escucha a tu cuerpo
El dolor es la forma en la que el cuerpo nos informa de que algo no está bien, por lo tanto, es importante escucharle. Piensa en el tipo de vida que llevas, ¿pasas muchas horas sentado y te duele la espalda?, ¿trabajas de pie y te duelen las piernas?, ¿pasas muchas horas frente al ordenador y tu dolor de cabeza es constante? La forma en la que vivimos, las cosas que comemos y el estrés que padecemos, afectan a nuestro sistema nervioso central, y esto afecta a la forma en la que percibimos el dolor. Según los expertos, mantenerse activo es parte del plan contra el dolor. El nivel de actividad ha de ser diario y constante. Lejos de meterse en la cama a pensar en el dolor, es importante esforzarse y levantarse, caminar, realizar pequeñas tareas, sin presión o exigencias, pero tareas al fin y al cabo que nos mantengan activos y ocupados.
Para lidiar con el dolor crónico acude al psicólogo
No tengas vergüenza o miedo de ir, no es signo de debilidad. El dolor te puede haber afectado tanto que estés sumido en una visión pesimista y hundida de ti mismo. Todos esos sentimientos de frustración, aislamiento, soledad, angustia, enfado, depresión y ansiedad, es importante saber manejarlos y expulsarlos. Un psicólogo o psiquiatra puede ayudarte a gestionar toda esa tortura interna que llevas.
Ejercicios de relajación
Aprende a controlar tu mente a través de la meditación, ejercicios de relajación, respiraciones profundas, yoga… Merece la pena que intentes realizar cualquier actividad que te ayude a estar en paz, a sacar la tensión, a ejercer un control mental del dolor. Es posible que no lo creas hoy, porque el dolor domina tu vida, pero eso mismo, hace que tu percepción del dolor esté alterada.
Reduce el estrés de tu vida
No lo dudes, el estrés y la ansiedad, aumentan la sensibilidad del cuerpo ante el dolor. Quizás sea el momento de hacer un parón en el trabajo, plantear otro tipo de vida o pedir ayuda para gestionar todo lo que tienes entre manos. Aprender a controlar el estrés, puede ayudar a encontrar alivio a tu dolor crónico.
Vida sana
Evita el alcohol, el tabaco y aquellos alimentos que no favorecen el descanso. Dormir bien es parte de la terapia contra el dolor crónico, de la misma manera que un mal descanso acrecentará tu percepción del dolor. Lleva una alimentación sana y realiza actividades que aporten un poco de felicidad en tu vida, por pocas ganas que tengas, haz cosas que te mantengan ocupado y pensando en otras cosas además de en tu dolor.
Entra en un grupo de apoyo
Existen asociaciones de personas con dolor crónico, si no encuentras apoyo en los tuyos, las personas que, se enfrentan a lo mismo que tú pueden comprender como nadie por lo que estás pasando. Es una forma de terapia como la de acudir a la consulta de un psicólogo.