Cómo no estresarse con el trabajo en vacaciones (antes, durante y después)
Consejos para olvidar la rutina del trabajo en tus vacaciones
Nos pasamos gran parte del año pensando en ese pequeño oasis en medio del estrés de vida: las vacaciones. Soñamos con ese momento frente al mar, ese paseo por la montaña o con las ganas de pasear por las calles de una ciudad soñada.
Y, sin embargo, no suele ser todo tan idílico como lo imaginamos: trabajar el doble antes de irse, problemas para escoger la fecha y no coincidir con nadie de tu equipo, responder emails desde fuera que parecen no poder esperar a tu vuelta, el agobio de prepararlo todo el día de antes porque trabajas hasta el último minuto y, finalmente, llegar de vuelta al trabajo para descubrir que nadie te cubrió en tu ausencia y tienes una montaña de tareas acumulada.
Disfrutar del tiempo libre puede ser una fuente de tensión... ¿o no? La realidad es que no debería serlo, por lo tanto, te invitamos a descubrir estos consejos para no estresarse con el trabajo en vacaciones, bien sea antes, durante o después.
El estrés del trabajo durante las vacaciones, ¿cómo evitarlo?
Una encuesta realizada en los Países Bajos reveló que aquellos trabajadores que salen de vacaciones no son más felices que los que se quedan. Además, otros estudios en Estados Unidos revelan que más de la mitad de los trabajadores no utilizan todo su tiempo de vacaciones, principalmente para evitar la montaña de trabajo que encontrarían a su regreso.
No es extraño leer encuestas cuyo resultado afirma que, para algunas personas, tomarse un descanso es una fuente de ansiedad, a pesar de que debería ser lo contrario.
Hay muchos trabajadores que han de hacer horas extras para dejar el trabajo que harían en la oficina si no estuviesen de vacaciones. Y, posteriormente, al regreso ocurre lo mismo, han de hacer horas de más para poderse poner al día con todo lo que tienen pendiente. Tanto es así que, el mayor nivel de estrés de algunos trabajadores coincide con el momento de antes y después de las vacaciones. ¿Es posible evitar el estrés del trabajo cuando estás de vacaciones? Quizás estos consejos te sean de utilidad.
Cambia el chip
En nuestra mente suele estar asociado vacaciones igual a relax y trabajo igual a estrés. Sin embargo, esperar o posponer a soltar el estrés hasta que lleguen esos 15 días de vacaciones es un error.
Es preferible que encuentres técnicas que te permitan soltar el estrés cada día de tu vida. Para algunas personas es hacer deporte, para otras meditar y para otras quedar con amigos. Sea como fuera, algunas técnicas sencillas te ayudarán a mantener la calma a lo largo del año y a no esperar a "respirar" cuando lleguen esos días fuera. Sobre todo, porque puede ser un falso espejismo y una fuente de frustración.
Prioriza antes de salir de vacaciones
Es un hecho que, si estás 15 días fuera, no puedes condensar todas esas hora en las semanas previas a tu marcha de vacaciones. Por lo tanto, lo que sí puedes hacer es priorizar en aquellas tareas que no pueden esperar.
Haz una lista de aquellas labores que debes hacer antes de irte, comparte esta lista con tu superior y confirma si hay algo más que pueda esperar o, por el contrario, has dejado algo. Usa esa lista acordada con tus jefes para establecer las prioridades y planificar tu trabajo unas semanas antes.
Seguramente aparecerán nuevas tareas pero, si no son esenciales, concéntrate en cumplir tus objetivos. Y, recuerda que es importante hacer este ejercicio de priorizar unas semanas antes no una semana antes, cuando quizás ya no haya tiempo para reservar parte de tu jornada a adelantar trabajo.
Deja claras tus vacaciones
Asegúrate de que tus jefes, compañeros o clientes sepan cuáles son tus fechas fuera. Avísales que estarás desconectado y que, si necesitan algo, te lo comenten antes de salir porque no estarás disponible durante unas determinadas fechas.
Puedes poner un recordatorio en tu correo electrónico para avisar a los contactos que te escriban que no estás en la oficina e indicando un posible contacto alternativo para cuestiones importantes y además avisando de tu fecha de regreso.
¿Quién hará tu trabajo?
En muchas empresas, algunas personas cubren parte de las tareas de otras durante el tiempo que están fuera. Si es tu caso, concreta quién realizará parte de tu trabajo y establece con esa persona una lista de prioridades.
Prepara un documento para solucionar las posibles dudas que se presenten durante el tiempo que está cubriendo tu puesto indicando claves, procedimientos, posibles imprevistos, llamadas, etc. Este informe te salvará de las llamadas mientras estás plácidamente tomando el sol en la playa.
Convéncete: ¡estás de vacaciones!
A muchos trabajadores les cuesta desconectar de su trabajo, bien sea porque piensen que sin ellos la oficina no marcha o que son piezas fundamentales del engranaje, terminan siendo ellos los que tienden puentes desde su casa de vacaciones a la oficina.
La realidad es que son vacaciones y éstas sirven para desconectar. Cuando tomas la decisión de dejar el trabajo completamente atrás, es mucho más probable que tu mente y tu cuerpo logren el tipo de relajación que mereces.
Para ello, es importante que limites el uso de la tecnología porque de lo contrario, te encontrarás que llevas más de una hora con el móvil o el ordenador en lugar de disfrutar con tus amigos o familia.
Sumérgete de lleno en lo que estás viviendo que no son llamadas, emails, clientes, reuniones... Es naturaleza, paisajes, lugares, encuentros, aire libre... Pon todos los sentidos en disfrutar de lo que estás viviendo e intenta cerrar el cajón del trabajo, si realmente quieres vivir tus vacaciones.
Y a tu regreso... paso a paso
Si ya han terminado tus vacaciones y llega el momento de regresar a tu trabajo. Si no lograste priorizar, si el viaje tuvo sus momentos de desastre con vuelos retrasados, niños nerviosos, maletas, etc. todavía hay cosas que puedes hacer para que tu regreso no sea tan estresante.
No tienes que llegar a la oficina, encender el ordenador y hacer las tareas en multitarea, en una especie de cascada frenética. Tómate los primeros treinta minutos de su regreso para hacer una lista de prioridades. Pon en común con la persona que te suplió lo que ocurrió en tu ausencia, date tiempo para analizar lo que tienes sobre la mesa y cómo abordarlo, en lugar de atacar el trabajo en una lucha sin fin.
Si sientes que tienes que leer los 350 correos electrónicos que llegaron mientras estabas fuera, comienza por escanear tu bandeja de entrada en busca de nombres clave como el de tu jefe, tus compañeros o tu principal cliente y léelos primero.
Y, sobre todo, no te desesperes y arrepientas a los 5 minutos tras llegar de haberte ido de vacaciones. Te merecías esas vacaciones reparadoras, las disfrutaste y ahora no necesitas un estrés adicional por hacerlo. Convéncete de que lo merecías y ha sido positivo dejar atrás durante unos días tu rutina habitual.