Por qué es bueno caminar dentro del agua de la piscina o en el mar
Caminar en el agua, una excelente actividad para todas las edades y condiciones
Caminar dentro del agua, ya sea de la piscina o el mar, es un ejercicio aeróbico perfecto para personas de muy distinta condición. Desde personas mayores que no suelen practicar ningún deporte hasta las personas más jóvenes. De hecho, la práctica cada vez es más recomendada para personas de la tercera edad que han sufrido algún daño muscular, articular u óseo.
Y es que, es una actividad muy efectiva que, no requiere ninguna habilidad de natación y que combina el ejercicio aeróbico, con los resultados que da el entrenamiento con pesas y la flexibilidad que aporta el yoga. ¿Se puede pedir más?
Caminar dentro del agua de la piscina o del mar, una excelente actividad
Solo hace falta un bañador, una piscina o el mar, y sumergirse hasta la cintura para comenzar a caminar de un lado al otro de la piscina. Agregar movimientos de brazos debajo del agua aumentará el desafío, ya que los brazos tienen que trabajar para impulsarte a través del agua.
Puedes caminar lento o caminar rápido, al aumentar la velocidad, aumentas la intensidad del entrenamiento.
Cuando practiques esta actividad, encontrarás que has de vencer la resistencia del agua, y es que, el agua ofrece una resistencia proporcional al esfuerzo que se ejerce contra ella.
Caminar sobre el suelo es altamente beneficioso pero, si además lo haces sobre el agua, estarás trabajando más tus músculos y articulaciones puesto que la resistencia del agua varía entre 4 y 42 veces más que el aire, todo depende de la velocidad del movimiento que realices. Cuanto más rápido camines dentro del agua, más resitencia encontrarás a la misma.
Cuáles son los beneficios de caminar dentro del agua
Para practicar marcha o caminata dentro del agua solo has de introducir una parte del cuerpo en ella y simplemente caminar. También se puede correr o caminar hacia atrás. El agua dulce activa la circulación sanguínea y promueve un mejor retorno venoso y en el agua salada nos beneficiamos de las sales minerales y oligoelementos con los que cuenta. Se puede practicar en verano o incluso en invierno con un traje de neopreno, además, en agua a 12 o 13 ° C, se queman más calorías. En definitiva, el agua es una excelente herramienta de entrenamiento ya que se ajusta al instante a la fuerza que ejerzas sobre ella, proporciona resistencia en todas direcciones y esto es bueno para:
Tonificar y fortalecer los músculos en el agua
Equivale casi a ejercitar con pesas en un gimnasio, ya que como hemos visto, el agua ofrece resistencia y has de emplear fuerza en las piernas para poder avanzar. De esta manera, estás tonificando y fortaleciendo un grupo importante de músculos: abdominales, glúteos, cuádriceps, bíceps femorales, aductores, gemelos…
Las articulaciones también se ven fortalecidas ya que los movimientos que se realizan bajo el agua son amigables y respetuosos con ellas, evitando el riesgo de lesiones.
El agua alivia la tensión que supone una caminata sobre tierra, evitando el riesgo de trauma y proporciona un entorno prácticamente seguro. Además, gracias a la resistencia del agua, obtienes un masaje y no has de cargar tu peso.
Caminar en el agua ayuda a quemar calorías y perder peso
En definitiva, este es un ejercicio cardiovascular, el corazón comenzará a latir más rápido y bombeará más sangre para que los músculos puedan afrontar el reto y esto, te ayudará a quemar calorías, a perder grasa y a mantenerte en forma.
Es un buen ejercicio para acabar con la celulitis y tonificar el cuerpo.
Caminar dentro del agua mejora el equilibrio
El agua es un elemento inestable, por lo tanto, habrás de estabilizar el cuerpo y mantener el equilibrio mientras caminas dentro de este medio. Pero lo bueno en este caso es que, si caes, lo harás en blando, sin dolor alguno o peligro de lesión.
Caminar en el agua es bueno para la circulación
Este ejercicio es perfecto para mejorar la mala circulación circulación de la sangre ya que, no solo estás moviendo las extremidades sino que obtienes un masaje constante al hacer los movimientos dentro del agua. Además, la presión hidrostática activa la circulación sanguínea, actúa sobre las venas periféricas y capilares.
Permite que determines la intensidad del ejercicio
Tú estás al mando, por lo que tú determinas cuán fuerte quieres entrenar. Por lo tanto, es un ejercicio perfecto para personas mayores que hace años que no se ejercitan, incluso si no saben nadar, ya que el ejercicio consiste en caminar dentro del agua, nada más y nada menos.
Tu mismo puedes ir marcando el ritmo y adaptar la intensidad a tu estado físico imponiéndote retos para ir caminando más rápido a medida que te sientas más seguro o aumentando el tiempo que practicas esta actividad.
Es una actividad muy divertida
Ir al gimnasio, correr o montar en bicicleta puede ser entendido por aquellos que no disfrutan con el deporte de una tarea más, y además sacrificada. Sin embargo
Caminar por el agua es una actividad divertida y sencilla, genial para los adultos mayores ya que incluso puedes ir en pareja o en grupo hablando, tal y como lo haces mientras paseas por la calle.
Es beneficioso para personas con artritis
La artritis es una enfermedad que viene acompañada con dolor, rigidez e hinchazón de las articulaciones. En este caso, será más beneficioso practicar caminadas en el agua de una piscina climatizada, ya que el agua caliente aumenta la temperatura corporal, los vasos sanguíneos se dilatan y aumenta la circulación de la sangre, por lo que puede aliviar el dolor.
Además la flotabilidad del agua permite trabajar en un entorno seguro, mejora el movimiento de las articulaciones y disminuye la tensión. Se aconseja en personas con artritis realizar movimientos lentos y controlados.
Caminar en el agua ayuda a relajarse
Esta actividad es perfecta para combatir la ansiedad y la tensión acumulada a lo largo del día, por lo que mejora el estado de ánimo. El agua proporciona un efecto masaje sobre el cuerpo por lo que, automáticamente proporciona una sensación de relax.
Consejos para caminar en la piscina
Si realmente quieres aprovechar este entrenamiento, has de realizar algunas rutinas:
- Cambia tu velocidad e intensidad a intervalos aleatorios, es decir, da un par de caminatas por la piscina a un ritmo lento y pausado para realizar tres caminadas a paso rápido y con más resistencia en el agua. Así entrenarás mejor tus músculos y estarás fortaleciendo tu corazón, además por supuesto, de quemar más grasa.
- Utiliza también tus manos para ejercitar los músculos de los brazos. Puedes incluso hacerlo con unos guantes de piscina con neopreno para intensificar los ejercicios y trabajar aun más la parte superior del cuerpo. Solo has de meter las manos bajo el agua y hacerlas oscilar de adelante hacia atrás, como cuando caminas.
- También puedes usar unos zapatos de piscina adecuados si quieres proteger tus pies. Así como una camiseta holgada y pantalones cortos para crear más resistencia. Así entrenarás más fuerte.
- Si llevas un tiempo practicando esta actividad y notas que se ha vuelto fácil, es hora de acelerar el ritmo o añadir resistencia. Puedes usar un peso de agua para sujetarlo con las manos mientras caminas.
- Intenta practicar esta actividad como mínimo 20 minutos sin parar, dos o tres veces a la semana. Ve añadiendo tiempo e intensidad a medida que te resulte sencillo.