Por qué me cuesta tanto concentrarme
Las principales razones por las que tienes dificultad para prestar atención
Son muchas las personas que afirman tener problemas de atención a lo largo del día, ya sea en el trabajo, a la hora de realizar sus rutinas diarias, cuando intentan disfrutar de un rato de lectura o si han de realizar una tarea creativa.
A pesar de los esfuerzos por focalizar la atención en una tarea en concreto, nuestra mente parece tener alas propias y salta de una idea a otra sin centrarse al 100% en lo que realmente ha de poner la atención. ¿Qué ocurre?, ¿Por qué te cuesta tanto concentrarte?
Veremos como hay distintas causas que pueden ser un obstáculo a la hora de concentrarte y funcionar de forma óptima en tu vida cotidiana.
La concentración
Concentrarse supone centrar de forma consciente e intencionada la atención en un objetivo en concreto, durante un tiempo determinado. Es una cualidad muy importante para todo el mundo, no solo para los estudiantes.
A lo largo del día has de poner toda tu atención en una serie de tareas muy distintas: conducir, preparar la comida, leer un libro, realizar tu actividad profesional o simplemente escuchar a alguien. Cuando la atención no está focalizada en esa actividad puede que te saltes un semáforo, eches azúcar en lugar de sal al guiso, pases páginas del libro sin enterarte de nada o no te hayas enterado de nada de lo que te ha contado tu amigo.
Si bien es cierto que no siempre estamos en disposición de poner el mismo nivel de atención sobre las tareas, cuando tu nivel de concentración está frecuentemente disperso, ya sea por cansancio, aburrimiento o pereza, es hora de ponerle remedio para poder realizar de forma efectiva cualquiera de las labores que te ocupan a lo largo del día.
Para poder lograrlo, lo primero que se ha de hacer es conocer qué está afectando a nuestro nivel de atención, debemos averiguar las causas por las que cuesta tanto concentrarse.
Las causas más comunes por las que te cuesta concentrarte
Las causas por las que tienes dificultades para prestar atención sobre lo que haces pueden ser varias, estas son las más frecuentes:
El cansancio afecta a la capacidad de concentración
Es el peor enemigo de la concentración. El cerebro está preparado para funcionar de forma óptima cuando ha obtenido el suficiente descanso. Por lo tanto, si sufres de insomnio o no duermes las horas necesarias, no estarás favoreciendo que tu cerebro resetee para “recargar las pilas” y que pueda afrontar otra larga jornada. De hecho, un estado de fatiga intenso puede ser responsable de muchos errores y fallos humanos a la hora de trabajar o realizar tareas cotidianas y, por supuesto, hace realmente difícil concentrarse para estudiar. Seguro que has podido percibir como, tras una noche en vela, al día siguiente te sientes confuso, torpe y no rematas como debieras tus tareas.
El estrés provoca falta de atención
El estrés hace que nuestra memoria falle, complica la dificultad para aprender e interfiere en la capacidad de concentración. Seguro que lo has experimentado alguna vez, cuanto más estresado estás, más difícil será concentrarte. Si estás sometido a un alto nivel de estrés o has sufrido estrés puntual, verás como el nivel de atención disminuye, sufres nervios, agotamiento muscular, tensión y confusión mental.
La multitarea
Mientras que hace relativamente poco tiempo las multitarea estaba bien considerada e incluso se miraba con cierta envidia a aquellos capaces de realizar distintas cosas al mismo tiempo, la realidad es que la multitarea no es algo bueno. El mundo actual nos empuja a hacer muchas cosas a la vez y además rápido, sin embargo, no solo conlleva descuidos, errores y fallos, sino que además es perjudicial para el cerebro. Saltar de un tema a otro de forma rápida e inmediata dificulta la concentración, es más, estás enseñando a tu sistema nervioso a mantener una atención limitada, en breve espacio de tiempo y de forma menos eficaz.
Pereza y aburrimiento
Es algo que está bastante claro, si tienes que prestar atención sobre algo que no te interesa, puede ser una tarea realmente complicada, ya sea escuchar un discurso que no va contigo, leer un libro que te parece tedioso o ver una película que no te interesa. En ocasiones, hasta puedes asentir a alguien que te está contando algo aburrido mientras piensas en la lista de la compra, ¿te ha pasado? Es un hecho, es más sencillo poner atención y concentración cuando la tarea resulta divertida, desafiante, novedosa o interesante. El estímulo a la hora de focalizar la atención es esencial.
Determinadas condiciones médicas
La conexión entre la mente y el cuerpo es esencial por lo que, si te sientes enfermo, tienes gripe, fiebre, sufres de anemia, padeces enfermedad celiaca, ansiedad o diabetes puede que tu cuerpo no se encuentre funcionando a pleno rendimiento, lo que afecta de igual manera al cerebro.
Déficit de atención
El TDA (Trastorno por Déficit de Atención) con o sin hiperactividad es un trastorno que se traduce en una dificultad de mantener la atención sostenida en una determinada acción. Aunque está asociado principalmente a la infancia, cada vez se conoce más sobre este problema de comportamiento y ya se está diagnosticando en jóvenes y adultos. No se conoce exactamente el origen del problema pero las personas con déficit de atención suelen catalogarse de “distraídas”, “ensimismadas” o de “estar en las nubes”. No es su intención, no pueden evitarlo.