Qué hacer si tienes una intoxicación alimentaria

Una intoxicación alimentaria sucede cuando tomas alimentos o agua contaminada por virus, bacterias, parásitos o las toxinas que crean estos. Es una molestia que causa diarrea, vómitos, cólico estomacal o dolor abdominal. Todas ellas molestias pero, en definitiva, es la forma que utiliza el cuerpo para eliminar esas toxinas y recuperarse. Conoce qué puedes hacer si tienes una intoxicación alimentaria para sentirte mejor. 

Qué causa la intoxicación alimentaria

 

Una intoxicación por alimentos puede ser contraída en restaurantes, puestos de comida rápida o por contacto con alguien contagiado. Sucede al ingerir alimentos contagiados por bacterias, virus o parásitos. Pero, ¿por qué están en la comida?

En realidad, los patógenos se pueden encontrar en casi todos los alimentos que comemos. Sin embargo, el calor de la cocción generalmente mata esas toxinas antes de que lleguen a nuestro plato. Por el contrario, los alimentos que consumimos crudos son más frecuentemente fuente de intoxicación.

Los alimentos pueden tener bacterias porque entran en contacto con los organismos en la materia fecal. Esto ocurre comúnmente cuando la persona que prepara la comida no se lava las manos antes de cocinar. Para que te hagas una idea, la carne, los huevos y los productos lácteos están frecuentemente contaminados.

Tipos de intoxicación alimentaria según el virus causante

El agua, frutas, carnes, huevos, lácteos… Casi todos los alimentos pueden ser contener virus o bacterias que pueden provocarnos una intoxicación alimentaria. Te pueden llevar a padecer:

Salmolella: puedes infectarte con la bacteria presente en alimentos contaminados como huevos de ave de corral, carne de vaca y de ave, huevos, leche, agua contaminada o tocar animales infectados y no lavarte las manos.

E. coli: la mayoría de las E. coli son inofensivas pero otras pueden causar diarrea con sangre. Es una bacteria que vive en el intestino y puede estar presente en alimentos como carne de vaca poco hecha, frutas o leche no pasteurizada. El contagio también puede producirse a través del contacto con las heces de una persona o animal infectado.

Norovirus: es el responsable de la mitad de los brotes de gastroenteritis por intoxicación alimentaria en Estados Unidos. Una persona puede contagiarse a través de la ingesta de frutas y verduras crudas y mariscos, como la langosta y las almejas, que provengan de aguas contaminadas.

Listeria: la listeriosis está causada por la listeria monocytogenes, una bacteria que se encuentra en la tierra y el agua. Está presente en una variedad de alimentos crudos, así como en alimentos procesados y hechos con leche no pasteurizada. Las mujeres embarazadas deben tener mucho cuidado con la listeria, ya que puede causar un aborto espontáneo.

Perfringens: está presente en los alimentos que han permanecido sin refrigerar durante demasiado tiempo, principalmente en carnes, guisos y salsas.

Campylobacter, Shingella o Giardia intestinalis son otras bacterias presentes en alimentos y agua contaminada.

Síntomas de intoxicación alimentaria

Algunos síntomas de la intoxicación alimentaria se pueden confundir con otras enfermedades, sin embargo, es posible que te hayas infectado con algún alimento que contuviera toxinas si sufres:

• Dolor abdominal de leve a intenso.
• Diarrea.
• Vómitos.
• Náuseas.
• Falta de apetito.
• Fiebre.

Los síntomas suelen aparecer pocas horas después de la ingesta del alimento. Si has comido con más gente, ya sea en un restaurante o puesto de comida rápida, puedes consultar a las demás personas si tienen los mismos síntomas para estar más seguro de una posible intoxicación por alimentos contaminados.

Cómo se trata la intoxicación alimentaria

Aunque molesta, la intoxicación alimentaria no suele necesitar ningún tratamiento adicional, ni medicamento. En general, lo que debes hacer es dejar que el cuerpo actúe para eliminar la toxina. En general, esta enfermedad cura sola en unos días. En este tiempo, conviene no tomar alimentos demasiado grasos y realizar una dieta ligera. También es útil tener a mano suero bebible para reponer los electrolitos perdidos, ya que la diarrea y los vómitos pueden deshacer el equilibrio de líquidos y electrolitos. Los electrolitos son minerales que ayudan a controlar la cantidad de agua en el cuerpo, entre otras funciones.

Sin embargo, en niños y personas mayores, puede revestir más gravedad ya que existe un mayor riesgo de deshidratación. En este caso, si los vómitos o la diarrea es muy frecuente y abundante, conviene acudir a urgencias para poder recibir el tratamiento adecuado.

En caso de que estés embarazada, también se hace necesario acudir al hospital para que te mantengan en observación, repongan los líquidos o te apliquen un tratamiento con antibióticos.

Además, también es recomendable:

- Evitar los alimentos durante las primeras horas.

- Beber de forma constante a pequeños sorbitos, agua, caldo o una solución electrolítica que reemplazará los minerales que pierde con vómitos y diarrea.

- Cuando estés listo y sientas apetito, comienza con pequeñas cantidades de alimentos blandos y no grasos, como tostadas, arroz y galletas.

- Descansa mientras pasa la intoxicación. 

- Evita los productos lácteos, la cafeína, el alcohol, las bebidas carbonatadas y los alimentos picantes y grasos.

Lo que no debes hacer si tienes intoxicación alimentaria

Aunque es una enfermedad, que en general, cura sola, no hay que perder de vista que la deshidratación grave puede tener nefastas consecuencias sobre la salud, por lo tanto, esto es lo que no has de hacer:

- Evita los medicamentos que cortan la diarrea ya que es el método que utiliza el cuerpo para deshacerse de los invasores causantes de la enfermedad.

- No te quedes en casa si tienes síntomas de deshidratación como boca seca, falta de micción, presión arterial baja, debilidad y sensación de mareo o confusión. Si no tienes fuerzas para ir al médico por tu propio pie, llama a servicio de ambulancia.

Cuándo ir al médico ante una intoxicación alimentaria

- Si tienes deshidratación.

- En caso de que lo padezcan bebés, niños, ancianos, personas con el sistema inmune debilitado o una mujeres embarazadas.

- Si tienes fiebre alta.

- Cuando la diarrea continúa después de tres días.

- Si aparece sangre en las heces.

- Debilidad y cansancio extremo.