Cómo dejar de comerse las uñas para siempre. ¡Adiós onicofagia!
Trucos para vencer el hábito de morderse las uñas
Algunas costumbres y hábitos son complicados de eliminar, uno de ellos es el de morderse las uñas, también conocido como onicofagia. Es más, es fácil que, quien lo sufra, aunque lo supere durante un tiempo, vuelva a recaer. Un hábito que puede deformar los dedos y causar heridas e infecciones en ellos, por lo que es importante saber cómo dejar de comerse las uñas para siempre.
Qué es la onicofagia
Morderse las uñas de forma habitual u onicofagia es un hábito que suele ser compulsivo y que puede llegar a provocar la deformidad de los dedos, infecciones y heridas y problemas en los dientes. Algunas personas pueden incluso llegar a perder la uña.
Es una costumbre que comienza en la infancia, hay quienes abandonan el hábito en la vida adulta, otros lo sustituyen por otros hábitos compulsivos como enrollarse el pelo, morder algo o tocar botones, y en algunos persiste durante toda la vida.
El acto de morderse las uñas puede ser tan habitual que, la persona casi no se da cuenta que lo hace. Es un acto más intenso en momentos de estrés o nerviosismo como puede ser hablar en público, hacer un examen o haber tenido una discusión de pareja.
Qué causa la onicofagia
La onicofagia no está considerada un trastorno o enfermedad sino una patología psicológica, un hábito que puede convertirse en compulsivo. La onicofagia es un hábito, que puede estar asociado a la ansiedad y es, precisamente el hábito de comerse las uñas, el que alivia esa ansiedad.
También está asociado a momentos de aburrimiento, inseguridad, miedo, insatisfacción o tristeza.
Incluso algunas personas que han sufrido traumas como maltrato, abuso o burlas y humillaciones pueden proceder a comerse las uñas como una forma de autolesión.
Consecuencias de morderse las uñas
- Morderse las uñas puede producir lesiones en los dedos, que pueden ser un campo abierto a la infección.
- Los dedos pueden deformarse.
- Algunas personas llegan a perder las uñas.
- La persona puede sentirse acomplejada y no querer mostrar sus manos.
Trucos para dejar de comerse las uñas para siempre
Si has intentado varias veces dejar de comerte las uñas y no lo has conseguido, pero estás harto del aspecto descuidado de tus manos a causa de la onicofagia, intenta estos consejos de expertos:
Para acabar con la onicofagia, has de controlar tus problemas
La mayor parte de las personas que se muerden las uñas lo hacen de forma involuntaria, prácticamente no se dan cuenta de lo que están haciendo. Es la alerta de los demás o la regañina lo que les pone sobreaviso. Para comenzar a dejar el hábito es importante detectar qué lo causa, qué pone a la persona en estado de ansiedad o estrés. Aprender a controlar esos momentos a través de ejercicios de control de la ansiedad puede controlar el hábito.
Emplea técnicas de manejo del estrés
Es fundamental conocer distintos métodos del control del estrés para poder aplicarlos en el momento en que sientas la necesidad de morderte las uñas. Las técnicas de respiración profunda son sencillas de realizar y pueden ayudar tanto a adultos como a niños. Otras prácticas pasan por realizar meditación, relajación muscular o escuchar música relajante. También pueden realizarse otras tareas que obliguen a centrar la atención y la desvíen de las uñas como hacer pasatiempos, practicar deporte, realizar algún juego...
Evita los gritos y castigos si tu hijo se come las uñas
Ya que este hábito suele surgir en la infancia, es importante no abordar al niño a través de gritos, castigos, insultos, regañinas o golpes, ya que podría empeorar la situación. Intenta que el niño lleve las uñas bien recortadas y explícale qué puede pasar cuando se las muerde, el tipo de heridas que puede tener y la molestia que causan las infecciones en los dedos.
Usa productos para no morderse las uñas
Si bien es un método que han usado casi todas las personas que se muerden las uñas, no a todas les funciona. Existen sustancias amargas, picantes o desagradables que se aplican sobre las uñas para que la persona se dé cuenta de que se va a morder las uñas y deje de hacerlo. Hay quienes han dejado de hacerlo gracias a ellas mientras que a otras no les para ninguna sustancia con mal sabor.
También funcionan las uñas postizas, poner esparadrapo en los dedos, llevar las uñas pintadas para recordarnos de no estropear la manicura, usar guantes…
Busca terapia para acabar con la onicofagia
Hay para quienes el hábito es tan compulsivo que no consiguen acabar con él y sufren de grandes molestias en los dedos debido a su necesidad incesante de morderse las uñas. En estos casos, buscar ayuda psicológica y poder abordar los problemas subyacentes es fundamental para poder atajar el problema.